Más del 90% de casos de ACV se pueden prevenir: cuáles son las claves para evitar la muerte o la discapacidad
En el Día Internacional contra el accidente cerebrovascular, el doctor Pedro Lylyk, referente internacional en el tratamiento de este mal, destacó la importancia de la educación, la telemedicina y la colaboración público-privada en la prevención y el tratamiento de esta devastadora enfermedad
Pero, ¿qué es un ataque cerebral? En simples palabras, es un exceso de sangre que genera una hemorragia y forma lo que se conoce como infarto cerebral. Para empezar a hablar del tema, es importante saber que un ACV es un accidente cerebrovascular y que más del 90% de los casos se pueden prevenir.
Otro dato relevante es que, aunque tiene mayor prevalencia en los mayores de 65 años, el ACV no perdona: puede afectar a toda la población. En otras palabras, es alguien como vos el que puede ser afectado.
En los jóvenes, en quienes la incidencia es mucho menor, pero no por eso están exentos, la principal causa es el consumo de algunas sustancias perjudiciales, como lo son el cigarrillo, el alcohol y las drogas. Esto se demuestra al ver cómo aumentó significativamente la incidencia del ACV en estos grupos etarios juveniles.
Si un estado avanza en la prevención y se crean unidades para el tratamiento del ACV, como ya lo hicieron países más desarrollados, esta pasa de ser la primera o segunda causa de muerte a ser la quinta o sexta causa. Lo cual ha sido comprobado en muchos países desarrollados. En los Estados menos desarrollados, lamentablemente sigue siendo la primera o la segunda causa de mortalidad.
Pero es importante saber que, en todos estos países, es la primera causa de discapacidad. Un ACV provoca un impacto enorme no solamente en el paciente, sino en su familia y en la sociedad toda. Mucho se trabajó sobre la prevención, y aún mucho más sobre el tratamiento, desde que se comenzó con inyecciones endovenosas de factores líticos que disolvían el coágulo, hasta modernos tratamientos que permiten hoy en día la aspiración del coágulo dentro de las arterias del trombo o el retiro del mismo por métodos mecánicos.
También se avanzó en la ventana, o sea, en el pequeño tiempo que había para el tratamiento, que pasó de 3 horas hasta 24 horas en la actualidad en casos seleccionados. ¿Cómo se seleccionan? Gracias a las imágenes podemos saber qué cantidad del cerebro está afectada y si todavía hay cerebro para rescatar.
Se conoce también, gracias al esfuerzo de las sociedades médicas nacionales e internacionales, —que involucran a la neurología, la neurocirugía, la neuroradiología y la cardiología— mucho más acerca de la fisiopatología y acerca de los tratamientos. Últimamente se está avanzando nuevamente en la neuroprotección, o sea, en instalar dentro del organismo algún medicamento que dé tiempo a que se pueda tratar, y entonces extender el periodo de la ventana.
Hay dos factores novedosos que están impactando muy favorablemente en el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación del ACV:
1-Uno es el Telestroke o TeleACV: o sea, la posibilidad de hacer diagnósticos a distancia y tratar de la misma forma a los pacientes. Ya se está implementando en ciertas provincias argentinas como Mendoza, la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires.
2-Por el otro lado, está la robótica endovascular. Especialmente en países como Canadá y Argentina, de una extensión geográfica muy importante, la utilización de los robots puede cambiar la historia del ACV. No se necesita que el médico esté en el lugar, sino que se conecte el robot para tratar la patología a distancia.
No se puede dejar de nombrar la importancia que tiene la utilización de métodos como la inteligencia artificial o el Machine Learning, donde le enseñamos a diagnosticar a la computadora, lo cual acorta sensiblemente los tiempos del diagnóstico, logrando mucho mejores resultados. Hoy en día es un método utilizado. En Buenos Aires ya hay inteligencia artificial aplicada al diagnóstico del tratamiento en algunos centros.
También tienen una gran relevancia las nuevas imágenes obtenidas por endoscopía o por tomografía de coherencia óptica, que permiten ver la pared de la arteria, la pared del coágulo ver de qué tipo de coágulo se trata para mejorar la extracción del mismo.
Un punto importante lo constituye también la legislación del tratamiento del ACV. Muchas provincias en un país extenso y federal como la Argentina ya tienen su propia ley de ACV y en el Congreso Nacional, gracias al esfuerzo de legisladores de diversa extracción política, se está a punto de aprobar la ley del ACV, lo que es importante porque aseguraría su financiación.
Ha habido un mito en cuanto al costo del ACV. Si uno grafica el costo y ve lo que ahorra en la rehabilitación a lo largo de la vida del paciente y su impacto en la sociedad, es claramente costo efectivo el tratamiento del ACV.
También se debe pensar que hay un ACV agudo y hay pequeños ACV que se van formando en el cerebro de la gente y llevan a lo que llamamos un ACV crónico, que provoca en muchos casos un declive cognitivo muy importante, llevando a estos enfermos a la demencia vascular. Algunas de estas pueden ser tratables hoy en día.
Se debe trabajar en la prevención del ACV, por ejemplo, si tenemos hábitos de nutrición saludables desde edades tempranas, si activamos nuestro cuerpo en movimiento, ya sea con deportes, con bailes, con actividades físicas favoritas, si tenemos controles médicos seriados y a tiempo, si evitamos las sustancias perjudiciales, como el consumo de cigarrillos, alcohol, y drogas, ya que estos hábitos aumentan significativamente el riesgo de ACV, habremos contribuido muchísimo en la prevención del ACV.
La batalla fundamental debemos darla combatiendo la hipertensión arterial, ya sea con dietas o con el control médico de la hipertensión arterial en manos de neurólogos, médicos generalistas, cardiólogos, nefrólogos y neurólogos. Es absolutamente fundamental controlar la tensión arterial.
Otro factor que se ha visto claramente relacionado con la disminución del ACV es el sueño de calidad y el movimiento del paciente, así como el aumento de la sociabilidad en todos los grupos etarios.
Un eje fundamental lo constituye la educación: primaria, secundaria y la terciaria. Deben involucrarse las universidades como así ya lo hicieron la sociedades médicas, las sociedades de otros especialistas de la salud. Foros donde se unen las sociedades médicas, los médicos con las universidades, como el último desarrollado hace muy poco en la Pontificia Universidad Católica van a remarcar cuáles son las necesidades y el cumplimiento de las mismas, así como también la interacción público-privada.
Es especialmente frustrante para todos los actores de la política en salud que el paciente que se trata en la Argentina es solamente el 1% de los pacientes que llegan a las instituciones de salud. Los pacientes llegan en malas condiciones y llegan absolutamente tarde, por lo cual debe mejorarse la red y los sistemas de atención para darle la atención adecuada a la población, considerando que la variabilidad en la irrigación del cerebro es un factor a favor para tratar de recuperar más y tener pacientes con mejor calidad de vida.
Los diferentes ministerios de salud deben desarrollar leyes adecuadas para asegurar el financiamiento del tratamiento del ACV. Los ejes en los que suelen trabajar son:
1-La concientización y la prevención
2-La articulación entre actores y la conformación de redes de tratamiento de ACV
3-La definición del sistema que necesita la Argentina
4-Crear códigos de emergencia (códigos rojos)
5-La creación de centros especializados primarios y secundarios y la formación permanente de los mismos
6-El desarrollo de redes de TeleACV
7-La estandarización y el control en la atención, así como la capacitación permanente defendiendo los derechos de los pacientes
8-Trabajar en la prevención, en el diagnóstico y en la rehabilitación precoz.
9-Esto solamente puede hacerse a través de promoción de políticas públicas y de la interacción público-privada.