Marcos Rojo y Jorge Almirón: de la increíble expulsión del capitán de Boca a las polémicas decisiones del DT
El defensor central dejó al Xeneize con 10 jugadores a los 20 minutos del segundo tiempo; el entrenador hizo modificaciones que debilitaron el poderío visitante
Marcos Rojo se puso en el ojo de la tormenta por su expulsión, a los 20 minutos de la segunda etapa. A los 5 minutos vio la primera amarilla por una plancha sobre Rony, en la puerta del área. Y vio la segunda tarjeta amarilla por una barrida lateral sobre Kevin Macedo, uno de los cambios desequilibrantes de Abel Ferreira.
Boca, a esa altura, ya estaba defendiendo con línea de 5. Almirón, en su primera decisión llamativa, había sacado a Miguel Merentiel, una de las figuras de la cancha, para sumar un defensor central. Ya esa jugada, demasiado arriesgada por todo el tiempo que faltaba todavía para “aguantar” el 1-0, se multiplicó por el nombre elegido para ingresar: Bruno Valdez, de flojísimas actuaciones desde que se sumó a la Ribera.
Esa movida hizo que Boca pasara a defender con Romero; Advíncula, Figal, Valdez (como líbero), Rojo y Fabra. Esa modificación tiró demasiado atrás al equipo, a tal punto que el visitante sólo atinaba a despejar pelotazos. Además: la línea de 5 no le dio más seguridad a Boca, desbordado por los buenos ingresos de Endrick y Kevin Macedo, que le dieron otra profundidad al ataque local.
Otro cambio polémico de Almirón fue cuando sacó a Valentín Barco. El zurdo exlateral, devenido en mediocampista, había jugado otro muy buen partido, era uno de los pilares espirituales pero también futbolístico, ya que había demostrado personalidad para pedir la pelota y jugarla al pie del compañero, tomando buenas decisiones para no solamente pasar la pelota, sino también para ganar metros y conseguir ventajas para sus compañeros.
Seguramente Almirón lo vio cansado y por eso, para incluir a Nicolás Valentini tras la expulsión de Rojo para rearmar la línea de 5, lo sacó a Barco. Pero pareciera que siempre el primer cambio es Barco, cuando el chico terminó siendo lo más claro, una vez más, conceptual y tácticamente en un equipo al cual no le sobran muchas luces.
Lo mejor del partido
Hubo un error más del banco de suplentes xeneize, aunque compartido con el cuarto árbitro. Fue cuando a los 36 minutos de la segunda etapa se quedaron con el papelito del cambio de Jorman Campuzano en la mano y con medio equipo amonestado. En la misma ventana (la última) Almirón puso a Marcelo Saracchi (cambio obligado por la lesión de Fabra), y el DT pretendía hacer ingresar al volante central colombiano por Cristian Medina, uno de los tantos que arrastraba una tarjeta amarilla. Pero por una cuestión de incomunicación, sólo se realizó la modificación de Saracchi. Y el árbitro Matonte reaundó las acciones con Campuzano del otro lado de la línea de cal.