Los ecos del discurso de Gündogan

Las palabras del centrocampista alemán han gustado en el fondo pero no en las formas dentro del entorno barcelonista.

Santi Giménez
As
La palabras de Ilkay Gündogan después de perder el Clásico contra el Real Madrid siguen resonando en el entorno blaugrana. El centrocampista alemán recriminó tras salir del vestuario de Montjuïc falta de rebeldía a sus compañeros con frases como que “no quiero decir algo que no debería; vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada, pero después de un partido tan importante y un resultado tan innecesario, me gustaría ver más enfado y decepción” o que “no vine aquí para perder este tipo de partidos así ni permitir que se abran estas brechas. Yo también tengo responsabilidad como jugador veterano, para no permitir que pasen estas cosas. Tenemos que ser más resistentes”.


Las palabras del alemán cogieron por sorpresa al Barcelona en todos sus estamentos: a nivel de jugadores, de staff, de dirección deportiva y de directiva. El mensaje que lanzan ante los ecos de sus palabras es el que “se agradece la profesionalidad y el liderazgo de un jugador con su ascendencia, que demuestra que está absolutamente implicado en el día a día del equipo”.

Lo que no ha gustado tanto son las formas. El discurso de Gündogan va en el sentido contrario de lo que dijo Xavi a sus jugadores y se hubiera preferido “lavar la ropa sucia en casa” y no señalar a compañeros.

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