Las fuerzas rusas ceden terreno y le devuelven el golpe a la contraofensiva ucraniana
Los comandantes rusos han empleado una antigua táctica militar conocida como “defensa elástica”
En lugar de defender a toda costa del embate ucraniano una línea de trincheras, los expertos en seguridad afirman que los comandantes rusos han empleado una antigua táctica militar conocida como “defensa elástica”.
Para ejecutar la táctica, las fuerzas rusas retroceden a una segunda línea de posiciones, lo cual motiva a los soldados ucranianos a avanzar, para luego contratacar cuando las fuerzas de oposición están vulnerables, ya sea mientras se mueven por campo abierto o cuando llegan a las posiciones que acaban de abandonar los rusos.
El objetivo es evitar que las fuerzas ucranianas tomen control de una posición que puedan usar como base para avances futuros. Eso es lo que Ucrania logró hacer con éxito en el poblado de Robótine en el sur, su mayor conquista de las últimas semanas.
Esta táctica es solo uno de varios factores que han impedido un progreso más rápido en el conflicto, según las autoridades ucranianas y expertos militares. Ellos también citan el uso que hace Moscú de densos campos minados, redes de trincheras y barreras de tanques, además de la reticencia de parte de los aliados del país dentro de la OTAN a suministrar aviones de combate avanzados y armas de mayor alcance en etapas más tempranas de la guerra.
Quizá el problema más formidable que enfrenta Ucrania son los inmensos arsenales de artillería rusa, que se han desplegado durante todo el conflicto, en particular para repeler la contraofensiva que comenzó en junio.
“A lo largo de la historia, su uso ha sido muy exitoso, pero para lograrlo se requiere buen liderazgo, fuerzas bien entrenadas y contragolpes bien ejecutados”, señaló Barry.
Los expertos afirman que es difícil discernir si la táctica se implementará en un día dado ya que no se tiene acceso directo a los comandantes rusos. Pero el Instituto para el Estudio de la Guerra, una organización con sede en Washington, notó señales de su uso en días recientes alrededor del poblado de Robótine, que ocuparon las fuerzas ucranianas a fines de agosto.
Algunas fortificaciones significativas de campaña ya habían cambiado de dueño varias veces, según un informe de este fin de semana, el cual añadió que las fuerzas rusas habían “realizado con éxito varios contrataques tácticos limitados”.
Esta semana, declaraciones contradictorias ilustraron la situación: las fuerzas rusas afirmaron haber orquestado un ataque contra los soldados ucranianos en el frente de batalla de la región sur de Zaporizhzhia, donde Ucrania asestó el mayor golpe de su contraofensiva, mientras que las fuerzas ucranianas dijeron que habían “frenado los ataques”.
En un informe del lunes, el instituto comunicó que imágenes geolocalizadas y satelitales parecían mostrar que Ucrania había recuperado el control de un sistema de trincheras, al suroeste de Robótine, que antes había perdido a manos de las tropas rusas. Otro indicio de los vaivenes del conflicto se vio el martes, cuando el general Oleksandr Tarnavskyi, al mando de las fuerzas ucranianas en el sur, aseguró que sus combatientes lograron avanzar. No fue posible verificar su reporte.
En los últimos meses, la guerra en Ucrania ha constado de batallas por ocupar poblados pequeños y sistemas individuales de trincheras, luchas que pueden durar semanas y causarle a cada bando bajas significativas con tal de mantener el control. Sin embargo, en general, el conflicto se está librando en el frente de batalla que abarca cientos de kilómetros desde la pequeña ciudad de Kupiansk, en la región noreste de Karkiv, donde las fuerzas rusas han intentado avanzar, hasta la región de Zaporizhzhia en el sur.
Las fuerzas ucranianas también han avanzado en el sur de una región oriental, Donetsk, donde la lucha por Bakhmut, una de las batallas más cruentas de la guerra, no ha cesado desde que Moscú ocupó la ciudad en mayo.
El martes, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, visitó a los soldados apostados cerca de Kupiansk para otorgarles medallas e inspeccionar el equipo militar, incluidos los tanques Leopard que donaron los aliados europeos del país en la OTAN. En la cuenta de Telegram del mandatario se publicó un video en el que aparece en un bosque estrechando las manos de un pequeño grupo de soldados, que parecía incluir a hombres mayores: un indicio de los estragos que ha causado la guerra en Ucrania.
Los expertos en milicia creen que Rusia también ha sufrido pérdidas importantes en el transcurso de la contraofensiva ucraniana, aunque ha desacelerado el avance de las tropas ucranianas, en parte a través de su defensa elástica.
Un factor esencial en la implementación exitosa de la táctica es el uso sensato de las reservas militares, que pueden ingresar a la batalla para un contrataque, comentó Oleksiy Melnyk, excomandante ucraniano que ahora es funcionario de alto mando en el Centro Razumkov, un instituto sin fines de lucro en la capital de Ucrania, Kiev.
Según Melnyk, pareciera que Moscú comenzó a desplegar unidades aerotransportadas de élite como parte de su defensa en la región de Zaporizhzhia, lo cual sugiere que su suministro habitual de reservas quizá se esté agotando, algo que Melnyk afirma que sería una “noticia alentadora” para Ucrania.