Las 10 claves sobre las vacunas de ARN mensajero que frenaron al COVID
El premio Nobel de Medicina 2023 distinguió a los científicos Katalin Karikó y Drew Weissman por sus descubrimientos que “fueron fundamentales” para el desarrollo de la plataforma genética. Cómo actúan los inoculantes con esta tecnología y por qué marcaron un hito en la ciencia
Según destacó el Instituto Karolinska de Estocolmo, los científicos “fueron fundamentales” para el desarrollo de las vacunas con la nueva tecnología ARN mensajero.
“Gracias a sus revolucionarios descubrimientos, que han cambiado radicalmente nuestra comprensión del modo en que el ARNm interactúa con nuestro sistema inmune, los galardonados contribuyeron al ritmo sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas para la salud humana de los tiempos modernos”, explicó la academia sueca.
El Comité también recordó que Karikó y Weissman publicaron sus resultados “en un artículo fundamental de 2005 que recibió poca atención en su momento”, pero que sentó las bases que han servido a la humanidad durante la pandemia de COVID-19.
Aquí un repaso por las características claves de las vacunas ARN mensajero que -junto a las formulaciones tradicionales- frenaron el avance del pandemia por SARS-CoV-2.
1- Diferencias con las vacunas tradicionales
Las vacunas tradicionales pueden estar hechas a partir de virus inactivados (como la de la gripe o polio), virus debilitados (como el sarampión o la fiebre amarilla) o simplemente proteínas conocidas como antígenos (como en el caso de la hepatitis B). Sin embargo, las vacunas de ARN mensajero (ácido ribonucleico mensajero) desarrolladas por Pfizer-BioNTech, y por el laboratorio Moderna, utilizan un enfoque diferente.
Las vacunas de ARN mensajero introducen en el organismo cadenas de instrucciones genéticas conocidas como ARN mensajero, la molécula encargada de indicar a nuestras células qué producir. Recordemos que cada célula funciona como un pequeño taller de proteínas, guiado por las instrucciones genéticas en su ADN.
2- Una plataforma genética
El ARN mensajero utilizado en la vacuna es sintetizado en laboratorios. Una vez introducido en el organismo mediante la vacuna, este ARN orienta la producción celular de proteínas específicas del coronavirus (en el caso del COVID-19), en particular sus “espículas”, las protuberancias distintivas que se encuentran en su exterior y que le facilitan la unión y entrada a las células humanas. Una vez que las instrucciones (ARNm) están dentro de las células del cuerpo, las células utilizan esas instrucciones para producir una proteína que es específica del virus.
3 - Respuesta y memoria inmunológica
Esa proteína que produce el cuerpo tras la vacunación, es inocua en sí misma pero es suficiente para que el sistema inmunológico reconozca que no debe estar en el cuerpo y construya una respuesta defensiva. Esto incluye la producción de anticuerpos, que son moléculas en el sistema inmunológico que pueden reconocer y neutralizar el virus si el individuo se expone en el futuro.
5 - Las vacunas de ARN son eficaces y seguras
Las vacunas de ARN contra el COVID fueron evaluadas en diversos ensayos clínicos en cuanto a su efectividad y seguridad. La autoridad regulatoria de los Estados Unidos, conocida como la FDA, consideró que tenían beneficios para la población al desarrollar inmunidad frente a esa enfermedad.
Ante la desinformación que circuló, los CDC han aclarado que las vacunas no se administran para seguir los movimientos de las personas y no contienen productos manufacturados como microelectrónica, electrodos, nanotubos de carbono ni semiconductores de nanocables. Tampoco contienen metales como hierro, níquel, cobalto, litio ni aleaciones de tierras raras. No contienen ingredientes que puedan producir un campo electromagnético en la zona de la inyección.
Explicaron: “Prácticamente todos los ingredientes incluidos en las vacunas contra el COVID-19 se encuentran en muchos alimentos, como grasas, azúcares y sales. Ninguna de las vacunas contra el COVID-19 contiene ingredientes como conservantes, tejidos (como células fetales de abortos), antibióticos, proteína alimentaria, medicamentos, látex ni metales. Los ingredientes exactos de cada vacuna varían según el fabricante.
6 - Las vacunas no alteran el ADN de las personas
Las vacunas de ARN contra el COVID-19 no modifican el ADN de las personas que las reciben ni interactúan con él de ninguna forma. Según explicaron los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), tanto la vacuna de ARN mensajero como la de subunidades de proteínas contra el COVID-19 actúan instruyendo -es decir- llevando material genético- a las células para que empiecen a crear protección contra el virus que causa la enfermedad.
Una vez que el organismo humano produce una respuesta inmunitaria, descarta todos los ingredientes de la vacuna igual que como lo haría con cualquier otra información que las células ya no necesitan. Este proceso forma parte del funcionamiento normal del organismo. El material genético que aportan las vacunas de ARNm nunca ingresa al núcleo de sus células, que es donde se encuentra su ADN. Por eso, la vacuna no altera su ADN
7 - ¿Cuáles son los efectos secundarios de estas vacunas?
Los efectos secundarios de las vacunas de ARN mensajero suelen ser leves y no duran mucho. Los más habituales son malestar en el lugar de la inyección, cansancio, dolores de cabeza, escalofríos, fiebre leve, náuseas y dolores musculares o en las articulaciones que pueden durar algunos días.
8 - ¿Por qué tienen que almacenarse a temperaturas tan bajas?
El ARN se descompone con facilidad y rapidez a menos que se mantenga a temperaturas bajas. En el organismo humano, eso no es un problema, porque el ARN no necesita existir mucho tiempo para llevar a cabo su función. Pero es posible que las vacunas con ARN deban mantenerse estables durante días o incluso semanas antes de ser administradas. Por eso requieren de temperaturas bajas, explicaron expertos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de los Estados Unidos.
En los ensayos clínicos, la vacuna de ARN de Pfizer/BioTech se mantuvo a 70 grados centígrados bajo cero. Eso implica almacenarla en hielo seco. En cambio, la vacuna de Moderna se mantuvo a 20 grados centígrados bajo cero, lo que se parece más a un congelador normal. Ambas vacunas requieren almacenamiento en frío: la aprobación de las vacunas se basa en los datos que se generan durante los ensayos, por lo que deben cumplirse las mismas condiciones.
9 - Previenen las formas graves de la enfermedad y las hospitalizaciones
Las vacunas de ARN previenen cuadros graves y muertes, pero no evitan el contagio. Las vacunas contra el COVID-19 han demostrado en los ensayos clínicos que son eficaces para proteger a las personas y evitar que se enfermen gravemente, sean hospitalizadas e incluso mueran. Esto significa que son la estrategia más segura para evitar ser hospitalizado, tener problemas de salud a largo plazo y morir.
Si bien las personas pueden quedar expuestas y contagiarse el coronavirus, la vacunación previa -incluyendo las dosis de refuerzo- marca una diferencia. Porque las dosis previenen los cuadros graves. En comparación con las personas que están al día con sus vacunas contra el COVID-19, las personas que no están vacunadas tienen mayor riesgo de contraer el virus, un riesgo más alto de ser internadas y un riesgo mucho más alto de morir, de acuerdo con los CDC.
10 - ¿Cuánto dura la inmunidad que brindan las vacunas?
Los datos disponibles sugieren que la mayoría de las personas que reciben una serie primaria de la vacuna COVID-19 (es decir, tres dosis) desarrollan una respuesta inmune que proporciona entre 6 y 12 meses de protección contra la reinfección.
Como la respuesta inmune ante la infección por coronavirus depende de la edad, las condiciones previas de salud y el nivel de exposición, se recomienda aplicar los refuerzos según el grupo de riesgo al que pertenezca cada persona. Si bien cada país establece sus propios calendarios de vacunación, una indicación general es que los mayores de 50 años y personas con imnunocompromiso reciban un refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 cada seis meses. Los menores de 50 años sin comorbilidades deben recibir un refuerzo anual para estar protegidos.
Potenciales terapias contra el cáncer
Infobae entrevistó a la bioquímica húngara Katalin Karicó en junio de 2022 en París, en el marco de la entrega de los Premios L’Oreal-Unesco Por las mujeres en la Ciencia. “Quiero centrarme en diseñar un ARN mensajero que codifique proteínas terapéuticas, que ayude a curar heridas, sanar huesos y cure a pacientes con cáncer”, dijo Karikó a Infobae entusiasmada.
“Las vacunas de ARN cambiarán la medicina en la prevención para enfermedades conocidas, sus variantes y otras como el cáncer o la alergia”, afirmó la doctora Silvia González Ayala, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SAIP) en diálogo con Infobae.
“Con el desarrollo de la biología molecular, se identificó el código genético que genera la respuesta protectora. En tres meses se produce la escalada de producción en la misma planta. Por eso, las plantas productoras (de vacunas de ARN mensajero) se comparan hoy con una imprenta: producen un libro en chino, y a continuación pueden producir otro en portugués”.