La última conversación entre una joven y su padre antes de ser asesinada por Hamas
Mapal Adam, de 25 años, estaba en el festival de música electrónica Supernova cuando los terroristas irrumpieron y mataron a al menos 260 personas
“Papá”, comienza diciendo ella entre lágrimas a lo que su padre de inmediato le pregunta: “¿Estás bien, Mapal?”.
“Mapal, sólo dime si estás en un lugar seguro. Entiendo que acabas de pasar por algo horrible”, insiste él intentando comprender qué era lo que estaba pasando.
A continuación, la jóven sólo responde “No” y se despide. Momentos después, fue asesinada a tiros por un terrorista.
Mapal, hermana menor de la presentadora de televisión Maayan Adam, estaba junto a su novio Roi en la fiesta de música cuando fueron sorprendidos por los ataques. Al igual que todos, comenzaron a correr por el predio pero decidieron esconderse debajo de un camión y simular estar muertos, pensando que así tendrían más chances de sobrevivir.
“No le digas a mamá, tengo miedo. Hay una masacre, hay una masacre. Las balas me rozan la cabeza, están matando a todo el mundo”, recordó Maayan que le escribía. Enseguida le pidió su ubicación y se contactó con todos sus conocidos en las Fuerzas de Defensa -ya que ambas habían servido en el Ejército durante años- pero la ayuda llegó demasiado tarde.
Su novio, que intentó salvarle la vida y se acostó encima suyo para recibir los impactos de las balas, dijo a la familia que “murió siendo valiente”.
“Estamos destruidos, sufriendo a un nivel que no sabía que existía. No puedo creer que no estés viva”, lamentó Maayan.
En sus redes sociales, la presentadora homenajeó a su hermana y la recordó como alegre y llena de vida, yendo “de fiesta en fiesta, de un lado al otro, todo el tiempo viajando”. “Vivía una vida alocada y celebró el último año de su vida como si no hubiera un mañana. Tal vez lo sabía”, reflexionó.
Por último, señaló que Mapal y sus ganas de vivir le enseñaron que “uno debe celebrar y ser feliz, y no sólo trabajar y progresar porque no siempre hay un mañana”.
Los ataques de aquella mañana de sábado iniciaron una ola de masacres y atrocidades que ya se cobraron la vida de al menos 1.400 israelíes -niños, mujeres y ancianos- junto con 200 rehenes, muchos de ellos, jóvenes de este evento.
Ante la magnitud de los crímenes, en las últimas horas, la cancillería israelí pidió a la comunidad internacional en un comunicado que “reconozca su justa batalla” y señaló que “la amenaza terrorista islamista no sólo pone en peligro a Israel sino también a los Estados de la región y al mundo entero”.