La táctica del futuro: la Guardiolización de Lionel Scaloni, el “reto” a Rodrigo De Paul y el jugador Nº 12 de la selección

La estrategia del DT para no quedarse con el logro conseguido en Qatar

Desde allí que el equipo no recibe un gol (el último fue de Mbappé y de ahí el récord de Dibu Martínez) y sigue ganando, pero a Paraguay –un equipo bueno en nombres y con un DT debutante como Garnero- no sólo la redujo a la mínima expresión sino que además entregó señales de que lo mejor puede estar por venir.

Lionel Scaloni le da indicaciones a Tagliafico en el partido de la Argentina ante Paraguay
Lionel Scaloni le da indicaciones a Tagliafico en el partido de la Argentina ante ParaguaySantiago Filipuzzi

La selección ya venía de ganar sus dos primeros partidos y encima jugando sin Lionel Messi como titular podría existir una cierta relajación. Sin embargo, se vio todo lo contrario: a los dos minutos ya ganaba y con otro valor agregado, un gol de pelota parada.

Que la Argentina le empiece a ganar a Paraguay (una potencia siempre en el juego aéreo) con un gol de córner y una jugada preparada no es un detalle menor. Rodrigo De Paul, el mejor ejecutor de tiros libres -cuando se busca la cabeza de los compañeros- aplicó lo ensayado y planificado en la semana y Otamendi resolvió con una volea. ¿El mejor equipo del mundo necesita de una jugada preparada para vulnerar a Paraguay? La Argentina va por más. Y no tuvo problemas Scaloni en delegar el elogio en Walter Samuel y Roberto Ayala, sus ayudantes de campo: “mérito de ellos”.

Otra señal de que el fútbol total no tiene fin es el partido que hizo Rodrigo De Paul. Fue tremendo en despliegue, en acierto de pases y combinaciones y estuvo cerca de hacer un golazo, pero el DT dijo con rostro serio: “Necesitamos que pise el área, que llegue más, hoy tuvo una, pero tiene que tener cuatro por partido, no tiene que perder su juego ofensivo”. Y eso que Scaloni con De Paul tiene un cariño especial, que juega siempre.

La precisión en velocidad es una de las mejores cualidades que muestra la Scaloneta, y eso tiene que ver con la calidad de sus mediocampistas. Si en el Mundial la duda pasaba por ver quién sería el 5, si Leandro Paredes o Guido Rodríguez, ahora esa pulseada la está ganando Alexis Mac Allister, que ante Paraguay tocó 101 pelotas. A veces rotan con Enzo Fernández y entre los dos recuperaron 18 balones, pero la selección evolucionó tanto en su juego que los que antes eran intocables (Paredes y Lo Celso) ahora deben esperar. Tanto Mac Allister como Enzo Fernández juegan mejor cuando lo hacen de interiores, más adelantados, pero Scaloni tiene tanta abundancia de volantes mixtos y polifuncionales que se da el gusto de que su 5 siga más dentro de la tónica de un Paredes que de un Guido Rodríguez.

Pero Mac Allister tiene la inteligencia conceptual y táctica para hacer la transformación que alguna vez hicieron Mauricio Chicho Serna en Boca y Enzo Pérez en River, por más que este último había empezado a jugar allí en Portugal.

Nicolás González, que se perdió el Mundial por lesión, recuperó su lugar de “jugador N° 12″. Por características puede ser mediocampista por ambos sectores, lateral, segundo delantero y hasta 9. Tiene juego con ambos perfiles, cabezazo ofensivo y defensivo. Fue la gran baja para Qatar, aunque Argentina no lo sufrió en el resultado. Ahora es un refuerzo que le volverá a dar un salto de calidad a un funcionamiento que ya no depende de Messi.

Mac Allister barre al piso para intentar recuperar ante Ramon Sosa
Mac Allister barre al piso para intentar recuperar ante Ramon Sosa JUAN MABROMATA - AFP

La pelea por ser el 9 entre Lautaro Martínez y Julián Álvarez, por más que pueden jugar juntos, quizás los potencia a niveles insospechados, como sucedió con las carreras de Cristiano Ronaldo y Messi.

Si muchos (por cuestión de gustos) cuestionaban la falta de posesión del equipo en la Copa América 2021, el 72% visto ante Paraguay, más el destino que se le daba a cada pelota se podía asemejar a la circulación que alcanzó el mejor Manchester City de Pep Guardiola. Entre la movilidad de los volantes y la rotación de sus delanteros, el juego interior se luce en los carriles centrales, donde los ataques con superioridad numérica generan varias chances de gol por partido.

Un asterisco con respecto a este punto. Un llamado de atención dentro de una posesión altísima, algunas decisiones que contra adversarios de mayor jerarquía les puede costar caro: algunas salidas de giros y pases en la mitad de la cancha fueron para lugares inconvenientes (para adentro y en zonas congestionadas) en donde una perdida podría generar un mayor dolor de cabeza. Y tenía salidas menos sofisticadas y simples para hacer llegar el balón al mismo lugar. Pero está bien que la selección no haga todo bien. Si siempre hay algo para corregir, podrá mejorar hasta su porcentaje de fútbol total. Y esa cuestión lo mantendrá en alerta, con la guardia alta para no dar por ganado ningún partido. Ese instinto de superación de la selección es la mejor táctica de cara al futuro.


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