Israel en guerra: la disuasión entre las víctimas
Las consecuencias devastadoras de la ofensiva terrorista plantean interrogantes sobre la seguridad nacional israelí y el manejo de la crisis, mientras el país se sumerge en una guerra que desafía sus límites y plantea desafíos sin precedentes
Y en preparación a lo que viene se llevaron a Gaza decenas de rehenes secuestrados, de todas las edades, distintos géneros, niños, mujeres y ancianos, desconociéndose el número exacto y su ubicación. Los precedentes no son buenos, como ejemplo el soldado Gilad Shalid fue secuestrado en Israel desde junio de 2006 hasta octubre de 2011, y fue canjeado al final por 1027 presos en cárceles israelíes, por distintos delitos, incluyendo terrorismo. Serán seguramente escudos humanos, al igual que el resto de la población de Gaza.
¿Qué paso? ¿Cómo pudieron penetrar con tanta facilidad en una frontera tan resguardada?
Esa es la pregunta y seguramente será despejada con una comisión de alto nivel. Después de la guerra de Yom Kippur se entregó un informe tan severo, que fue el fin de la carrera política, de la entonces primera ministra Golda Meir, y del ministro de Defensa Moshe Dayan, ambos entre los fundadores del Israel moderno. Por ahora, entre las víctimas se cuenta a la disuasión y se culpa a las agencias de seguridad, que incluyen a la inteligencia militar, pero seguramente también al Mossad (exterior) y al Shin Bet (interno y contrainteligencia). Aparentemente a Israel le habría pasado lo mismo que a USA el 11 de septiembre del 2001 con los atentados a las torres gemelas, es decir, mucha tecnología, pero poca inteligencia humana, poca gente en terreno.
Tampoco tuvo idea USA de lo que estaba ocurriendo, es decir, había información, pero no fue bien interpretada. Algo similar le habría ocurrido a Israel, su propio 11 de septiembre, pero peor, dada la magnitud de la incursión.
Pero, por ahora, no va a haber ese tipo de Comisión de alto nivel. Israel está en guerra y será larga y difícil en el decir de Netanyahu, quien seguramente será incluido en esa futura investigación, no solo por su responsabilidad de mando, sino también porque el clima de división interna debe haber figurado en las motivaciones (según declaraciones anteriores) de los dirigentes iranies al movilizar el ataque de Hamas, ya que el rol de Irán es una de las situaciones mas concordadas entre quienes conocen bien al oriente medio.
Esa Comisión de alto nivel va a venir con un 100% de seguridad, pero no ahora, ya que Israel está en guerra y será “larga y difícil” en el decir de Netanyahu. No será ahora, porque el tema de fondo es que el Estado no pudo cumplir con su rol fundamental de proteger a sus ciudadanos. Y tampoco funcionó algo que tenía muy orgullosos a los israelíes, la de actuar preventivamente, sobre todo, si había un rival como irán que, junto con Hamas, tiene juramentado el fin de Israel.
Irán ha construido lo que llaman el “anillo de fuego” con Hezbolá controlando El Líbano, la Yihad Islámica y nuevos grupos en Cisjordania, Hamas en Gaza, y el propio Irán trasladando armas y complotando desde Siria.
¿Significa que la guerra es inevitable con nuevos actores?
No lo sabemos, probablemente dependerá de las características del ataque a Gaza y la prolongación del conflicto. Además, Hezbolá tiene una amplia gama de alternativas que van desde ataques limitados a una guerra total. En el caso de Cisjordania, la Autoridad Palestina va a tomar con extremo cuidado toda ayuda a Hamas que es su gran rival que la derrotó en la guerra interna por Gaza el 2007 y que tomaría el poder en la Cisjordania, en caso de que caiga la Autoridad o esta convoque a las elecciones pendientes desde hace años.
En contra de una guerra total están los hechos que Hezbolá todavía no se recupera del todo de su muy intenso rol en la guerra civil de Siria a favor de Bashir al Assad y por petición de los ayatolas, y también que Irán quizás ya obtuvo su objetivo con la incursión de Hamas en Israel, cual lo era detener la próxima firma de la paz entre Israel y Arabia Saudita, que todo indicaba que iba camino a tener lugar en los jardines de la Casa Blanca.
Por cierto, eso no explica que Israel estuviera totalmente desprevenido, pero es el motivo más aceptado de porque Hamas atacó ahora, secuestrando a tantos civiles, y la razón es que no ignoraba cual iba a ser la respuesta israelí, y el deseo de usarlos como material de intercambio. Probablemente, tampoco esperaba una incursión como la que tuvo lugar, y material subido por los terroristas a la red indica que esperaban el martirio, más que tomar prisioneros en kibutz y en casas.
Para Israel viene una guerra de enormes dificultades, que es combatir en un lugar donde las casas están una al lado de la otra, con dos millones de habitantes, con una dictadura religiosa brutal como es la de Hamas, y donde seguramente va a tener que combatir metro a metro, a diferencia de USA o Rusia que arrasaron con sus rivales islámicos en Siria, desde el aire.
Israel va a tener dos tipos de presiones para su acción militar. Una es de carácter interno, con una población todavía en shock por lo que ocurrió, muy desconcertada, que va a necesitar una reafirmación que el gobierno, quien quiera este sea, los va a proteger de esta acción de una invasión homicidas, que ataca y mata indiscriminadamente para causar terror.
La otra va a ser externa, ya que seguramente los vecinos como también Arabia Saudita, los emiratos y otros países que se han acercado después del éxito de los Pactos de Abraham, necesitan la reafirmación de la voluntad de lucha de Israel para en definitiva confrontar a Irán, que fue el motivo por el cual estuvieron dispuestos a acercarse a Israel, incluso desafiando a Washington.
La tarea es difícil, pero difícil han sido todas las guerras de Israel donde no ha habido una igual a la otra. Salvo El Líbano el 82, siempre las guerras han sido impuestas a Israel, desde la guerra de independencia, donde el país fue invadido por varios ejércitos vecinos al día siguiente de esa declaración. El problema es que probablemente hoy se le va a exigir a Israel que cambie el liderazgo de Hamas que ha generado tantas muertes y que ha impuesto una dictadura teocrática- religiosa. El problema es que la alternativa podría ser peor, como es el caso de la Yihad Islámica y otros grupos.
De Gaza, que estuvo en poder de Egipto desde 1948 a 1967, Israel se retiró unilateralmente el año 2005, entregándoselo a la Autoridad Palestina, que sufrió el golpe de Estado de Hamas el 2007, siendo las primeras víctimas.
Por su parte, Arabia Saudita sufre la guerra civil de Yemen, donde Irán la ha maniatado exitosamente a través de un grupo que depende de ellos, que son los Huties, que además han logrado atacar exitosamente campos petroleros saudíes en su propio territorio.
La desconexión de Israel de Gaza era para no volver, y al salir, el ejercito obligó a todo colono a retirarse, algunos habían vivido experiencia similar en el Sinaí, después de su devolución a Egipto. En Gaza, por miles de años siempre habían vivido judíos, salvo el periodo 1948-1967, envalentonando a Hamas a hacer de lo que hoy es Israel una “tierra sin judíos”.
Experiencia similar había vivido en El Líbano que fue entregado al gobierno de ese país para que fuera ocupado rápidamente por Hezbolá (o “el partido de Dios”,) viviéndose la guerra de 2006, donde el desempeño militar de Israel no fue bueno.
Esta vez la incursión de Hamas se llamó por ellos “Operación Al Aqsa” el nombre de la mezquita que es el tercer lugar más importante del islam, y donde se dice que Mahoma habría ascendido al cielo. El problema es que esa mezquita origina frecuentes problemas, ya que fue construida encima de donde está el lugar más importante para el judaísmo, como es el Muro de los Lamentos, que es el único resto del templo histórico de Salomón, destruido por los romanos el 30 de agosto del 70, originando la esclavitud de miles de personas y el exilio de los judíos.
El nombre no solo es una indicación del carácter teocrático y religioso de Hamas, que ha logrado la salida de muchos cristianos de Gaza, sino también de un tema que apela a todo el mundo musulmán, frecuente en Irán, por lo tanto, de resonancia en todo el mundo islámico, y de interés tanto para sunitas como chiitas, otra muestra de la presencia estratégica de Teherán en lo que ocurrió.
¿Formará Israel un gobierno de seguridad nacional igual que otras veces? El modelo viene de la guerra de 1967, donde el gobierno de Levi Eshkol invitó a Menachem Beguín, entonces líder de la oposición. Al parecer hay conversaciones con integrantes centristas de gobiernos anteriores como Lapid y Gantz, ex jefe de estado mayor, el último. Al parecer, por ahora, la invitación seria como ministros sin cartera, lo que no los satisface, además del destino de los ministros más derechistas del actual gobierno.
En un terreno mas general, parece que Israel se prepara para uno de los peores escenarios al ingresar a Gaza, no solo para ellos. Además, producido el horror que hizo Hamas con civiles, exhibiendo incluso los cadáveres, hay más claridad para el mundo de lo que ocurriría con la población de Israel, no en una incursión, sino en el país, si alguna vez llega a perder una guerra.
El hecho es que el gran temor de la comunidad internacional es que se produzca una regionalización del conflicto, y que esto termine con otros países involucrándose; enfrentamientos directos entre Irán e Israel, además de países árabes, tanto entre países como al interior de estos, por ejemplo, en nuevos combates al interior de Siria, con la intervención de actores como Turquía.
El temor es también como podría afectar la economía del mundo, y al respecto, basta ver como la invasión de Rusia a Ucrania ha complicado tanto los mercados de alimentos como de combustibles en todo el mundo, en lo que es una guerra situada en Europa, pero de consecuencias globales.
Y a propósito de Ucrania, no hay duda de que lo que ha ocurrido en el medio oriente los debe tener muy preocupados, ya que podría atraer no solo la atención mediática y los titulares periodísticos, sino también puede ser el destino de armas que hoy están llegando a Ucrania. Y al respecto, sin duda ese gobierno debe estar preocupado de los problemas que le han surgido por temas como las exportaciones de cereales con países de la OTAN como Polonia, y como se ha dificultado la entrega de armas desde Europa y de dinero desde Estados Unidos.
Es así como la guerra de Ucrania a puede ser afectada también, tanto para el país invadido como del invasor, que tiene compromisos establecidos e importantes con Siria, y últimamente también con Irán, aunque conserva buenas relaciones con Israel.
La verdad es que el mundo ha sido, es y será más complejos de lo que les gusta a algunos o muchos. De partida, la incursión de Hamas y las consecuencias para Israel, tuvo otro destinatario como fue Arabia Saudita, a quien se le recordó que no hay salida política que no dé solución al tema palestino, en momentos en que estaba dispuesta a firmar un acuerdo de paz con Israel, sin sentir que tenia una obligación, al parecer aburrida con este tema, pero que al disputar con Teherán el liderazgo del mundo musulmán, el tema palestino reapareció para recordárselo.
En lo que ocurrió la huella de Irán es tan visible, que le ha creado problemas al gobierno de Joe Biden, muy criticado en USA por haber devuelto seis billones de fondos congelados a Teherán, a cambio de un discutido intercambio de prisioneros, donde al parecer los que estaban en cárceles iranies eran norteamericanos nacidos en Irán, condenados solo para este tipo de intercambio. El problema, es que diga lo que diga Washington, en el pasado todo dinero devuelto a los ayatolas, ha servido para su expansión subversiva, sobre todo en Siria, Yemen y otros países árabes, destacándose las inmensas cantidades retenidas por USA desde el secuestro de sus diplomáticos en 1979, devueltas por Obama para la firma de un tratado atómico, que fue cancelado por Trump ante el incumplimiento de Teherán.
Por todo eso, es incomprensible para muchos, por qué Washington insiste en llegar a un acuerdo con un gobierno teocrático que los odia y que quiere la destrucción del “gran Satán”, y también de Israel. No lo ocultan con ninguno de los dos. Como premio menor, también quieren la desaparición de la monarquía saudita, hecho que es muy difícil de entender por ejemplo en Europa, que la lucha en Arabia y en Israel es existencial.
Para la resolución militar hay un gran problema, el de los rehenes. Por lo menos para Israel hoy probablemente han cambiado las reglas de enfrentamiento y se ha sacado muchas de las limitaciones autoimpuestas en los cuatro enfrentamientos anteriores, que, en la suma, han generado menos victimas israelíes que esta incursión con su terrible secuela. Israel hoy se ha sacado los guantes.
Como testimonio de época, la guerra ya se ha vivido en las redes sociales, donde se ha exhibido cual trofeo deshumanizado a las víctimas, muertas y prisioneras, con especial crueldad con las mujeres, exhibidas incluso después de haber sido vejadas sexualmente.
Lo que no cambia, es la forma como los rehenes afectan la capacidad de actuar militarmente. Al respecto, ¿buscará Egipto un intercambio de prisioneros condenados en Israel a cambio de algunos rehenes?
Egipto es un país que tiene una larga confrontación con la matriz ideológica original de movimientos salafistas sunitas como Hamas, que es la Hermandad Musulmana, depuesta del poder por un golpe de estado militar del actual regente, Al Sissi el 2013, y que sigue enfrentando a un grupo en el desierto de Sinaí, y como consecuencia, Egipto tiene un bloqueo de la frontera con Gaza, menos divulgado por los medios de comunicación, pero más severo que el de Israel. Por lo tanto, tiene un interés directo en resolver rápidamente este nuevo conflicto.
Para Israel viene una nueva etapa, donde hay mas metas que plazos, y donde desapareció, por ahora, la situación interna que los tenía polarizados y confrontados en las calles. Esta guerra también necesitará esfuerzos para evitar una división en entre israelíes judíos y árabes, considerando que otras minorías, como los beduinos o los drusos participan activamente en la policía y las fuerzas armadas, proceso que ya se había iniciado con los árabes israelíes en la policía.
Israel sabe que ninguna guerra produce la paz. Lo que falta que el mundo palestino acepte lo que ya han aceptado varios países árabes, partiendo por algunos que han participado en varias guerras en nombre de los palestinos. Ese algo es lo que está pendiente desde 1948, que debe haber dos países, uno al lado del otro y no uno en vez del otro, uno árabe y otro judío, según la resolución de partición original, y eso último, el carácter judío es lo que es inaceptable en esa parte de Palestina para movimientos como Hamas.
Ha faltado el interlocutor palestino que acepte esta realidad, que ya formalmente aceptó Israel en 1948. Por lo tanto, la verdadera victoria para Israel es encontrar por fin un socio palestino para la paz, capaz de firmar un acuerdo real y duradero, exactamente lo que pretendía Oslo y el retiro de Gaza del 2005, y en vez del acuerdo se encontraron con una Intifada, cortesía de Arafat y el otro, de Hamas.