GRUPO A | GALATASARAY- BAYERN Kane silencia Estambul

El internacional inglés fue clave en la victoria del Bayern ante el Galatasaray con un gol y una asistencia. 37 partidos consecutivos invictos y 16 victorias seguidas para los bávaros.

José Carlos Menzel

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Lo pasó mal el Bayern en el infierno de Estambul. Tan mal que estuvo al borde de su primera derrota en la fase de grupos de la Champions desde 2017. Fue mejor el Galatasaray. Asedió al campeón de la Bundesliga durante gran parte del partido y gozó de incontables ocasiones para haberse quedado los tres puntos en Turquía. Lo que ocurrió es que perdonó demasiado y el Bayern no, materializando las pocas que tuvo para terminar imponiéndose por 1-3 y prolongar su idilio en la liguilla de la máxima competición europea. Ya son 37 partidos consecutivos invictos y 16 victorias seguidas en la fase de grupos de la Champions, esta última clave para consolidarse como líder en solitario del grupo A.

Icardi, duda hasta última hora debido a una lesión de tobillo, figuró en el once de un Galatasaray que, alentado por más de 50.000 gargantas en el Rams Park, voló desde el pitido inicial. No importó que se encontrara con un tempranero tanto en contra, obra de Coman tras una gran galopada de Sané, dado que no perdió la calma, siguió acosando a un Bayern intimidado y terminó obteniendo la recompensa a la media de hora de partido. Kimmich derribó a Icardi en el corazón del área, el colegiado señaló al punto de penalti y el propio argentino se encargó de empatar el partido a lo Panenka, haciendo estallar el coliseo estambulí. Merecidísimo porque, salvo escasas excepciones, todo fue Galatasaray.

Le pudieron caer más al Bayern, irreconocible y por momentos indefenso, antes del descanso, pero le faltó algo de puntería al segundo clasificado de la Süper Lig. La cosa no cambió en la segunda parte. El hexacampeón de Europa parecía un juguete en manos de un Galatasaray que, eso sí, no fue capaz de apuntillar al gigante. Muy a pesar de disponer de numerosas ocasiones para ponerse por delante en el marcador, dejó viva a la bestia bávara, algo que suele pasarle factura a sus rivales. Y así fue. Ocurrió al final del choque, momento en el que el Bayern, finalmente, logró liberarse y encontró a Kane arriba. Él mismo anotó el segundo a pase de Musiala y, luego, asistió al internacional alemán en el tercero. Letal. Una vez más.