GRUPO E | LIVERPOOL 2-U. SAINT-GILLOISE 0 / El Liverpool se olvida del VAR

En una semana marcada por el escándalo arbitral sufrido ante el Tottenham, Ryan Gravenberch y Diogo Jota aseguraron los tres puntos para los ‘reds’ en un encuentro europeo que pudo terminar en goleada.

Pablo Montaño
As
Lo que pudo ser una victoria red con goleada ante el Union Saint-Gilloise se quedó en un 2-0 a favor del equipo de Anfield. Aunque, después de la turbulenta semana que ha pasado el Liverpool a raíz del escándalo del VAR en el Tottenham Hotspur Stadium, con sus correspondientes reacciones y consecuencias, quizás Jürgen Klopp lo haya hasta agradecido.

En un emotivo partido para la familia Mac Allister, en el que el padre de Alexis, en el Liverpool, y Kevin, en el Union Saint-Gilloise, vio cómo ambos hermanos argentinos se enfrentaban sobre el terreno de juego, el centrocampista fichado el pasado verano por el Liverpool a cambio de 52 millones de euros fue quien más contento terminó. Mohamed Salah, Darwin Núñez o Luis Díaz dispusieron de ocasiones de todos los colores, tamaños y formas para batir a Anthony Moris. Sin embargo, fueron Ryan Gravenberch, ayudado por el propio guardameta visitante, y Diogo Jota los únicos que terminaron viendo portería.

Los reds hacen pleno con su triunfo en la segunda jornada de la fase de grupos y se afianzan como líderes del Grupo E. Una victoria que, además de ser positiva en sí por sumar los tres puntos, ensalzó la mejoría defensiva del equipo. Aunque no estuvieron excesivamente exigidos, el nivel de los cuatro defensores, capitaneados por Ibrahima Konaté, fue vital para que el Liverpool dejara la portería a cero después de cinco encuentros.

Moris, de héroe a villano

No fue ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Y es que muchos de los aficionados presentes en Anfield ya pensaban que no podrían celebrar un tanto durante los primeros 45 minutos ante el escaso acierto de cara a portería de los reds y las paradas de Anthony Moris, pero a la 5ª llegó la vencida para el Liverpool.

Los pupilos de Jürgen Klopp estuvieron a punto de irse de vacío al tiempo de descanso tras una primera mitad de enorme superioridad, y no fue porque no dispusieran de ocasiones. Varias de ellas, bastante claras. Mientras que los interiores Ryan Gravenberch y Harvey Elliott encontraron con relativa facilidad los caminos hacia el tridente ofensivo, especialmente Mohamed Salah y Darwin Núñez, estos no hicieron lo propio con el gol. Al menos, hasta que el guardameta visitante echó una mano a los reds.

Primero el egipcio, que falló en el mano a mano con Anthony Moris, y acto seguido el ariete uruguayo, que sí anotó tras recoger el rechace posterior al potente disparo de Ryan Gravenberch pero partía desde posición antirreglamentaria, rozaron el gol. Aún más clara fue la ocasión de la que dispuso el propio Darwin Núñez en el 17′, que solo tenía que empujar el pase de la muerte de Mohamed Salah con la portería vacía, pero mandó el balón directamente fuera.

Fue entonces con el arquero del Union Saint-Gilloise, el mejor del cuadro belga durante la primera parte, se alió con el equipo de Anfield. El disparo lejano de Trent Alexander-Arnold fue directamente a las manos de Anthony Moris, pero el balón se le escurrió de las manos. Un fallo que no desaprovechó Ryan Gravenberch, muy atento en el interior del área, para hacer el 1-0.

Jota confirma la superioridad

Aunque un fallo de Alisson a la salida de un córner a punto estuvo de costarle un disgusto a los reds en los primeros compases del segundo tiempo, quien volvió a protagonizar una ocasión de verdadero peligro fue el Liverpool. Tras realizar 11 disparos durante los primeros 45 minutos, el 12º fue un cabezazo de Diogo Jota en el área pequeña que en esta ocasión sí se topó con la versión salvadora de Anthony Moris vista en el arranque del encuentro.

La tranquilidad total del Liverpool durante la segunda parte, que con un 70% de posesión seguía elaborando su juego ofensivo sin impacientarse, acabó derivando durante varios minutos en un exceso de relajación. Un hecho que los belgas aprovecharon para inquietar a los reds en los minutos finales de partido, aún con el escaso 1-0 en el marcador.

El segundo episodio del duelo entre Ryan Gravenberch y Anthony Moris terminó, esta vez, con el portero de Union Saint-Gilloise como vencedor. Primero fue el guardameta visitante quien evitó el doblete del neerlandés y, a falta de 10 minutos para el final, el palo retrasó la sentencia del cuadro local tras una gran maniobra de Luis Díaz en el interior del área. El extremo colombiano no pudo resarcirse de lo ocurrido en el norte de Londres, pero sí participó en la jugada del definitivo 2-0. No obstante, quien concluyó la contra del Liverpool y aseguró los tres puntos para el equipo de Jürgen Klopp fue Diogo Jota.

Entradas populares