GRUPO A | COPENHAGUE 1 - BAYERN 2 El Bayern de los récords toma Copenhague

Mathys Tel, que había entrado 5′ antes, culminó la remontada de los bávaros para liderar la clasificación. Musiala hizo el 1-1. Ulreich, clave.

José Carlos Menzel
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Continúa el idilio del Bayern de Múnich en la fase de grupos de la Champions. A más de 800 kilómetros de distancia de la capital bávara, donde el martes se celebró la clausura del tradicional Oktoberfest, el campeón alemán se impuso por 1-2 en su visita a Copenhague y amplió su récord en la liguilla de la máxima competición europea: suma 36 partidos de grupo consecutivos sin conocer la derrota, lo nunca visto en la Liga de Campeones. El progatonista en Dinamarca volvió a ser Tel, autor del tanto que dio la victoria a los suyos, siendo una vez más decisivo a pesar de disponer de tan solo un cuarto de hora sobre el césped. No tiene techo el frances.

Tuchel dio una oportunidad a Mazraoui en el lateral derecho, Laimer formó en el doble pivote junto a Kimmich y Goretzka se cayó del once. No tardaron los muniqueses en hacerse con el control del cuero, eso sí, sin crear apenas peligro anta la ordenadísima zaga danesa. Un disparo lejano de Kimmich que se marchó alto fue lo más reseñable de parte de un Bayern al que se le volvieron a ver las costuras en defensa. En uno de los numerosos desajustes de Kim y Upamecano atrás, Claesson se quedó solo ante Ulreich en una acción que, por suerte para los bávaros, fue invalidada por fuera de juego. Le costaba la vida al Bayern.

La cosa no cambió en la segunda mitad. Arriba, le faltaba claridad en las acciones al Bayern y, atrás, no mostraba solidez, algo que terminó pagando: Kim despejó un disparo de Claesson y el cuero le cayó a Lerager, que lo mandó al fondo de la red por medio de un precioso disparo que entró tras rebotar en el césped. Se sacudió el Bayern y, apenas diez minutos más tarde, logró volver a poner las tablas en una gran acción individual de Musiala que el propio crack finalizó con la diestra desde fuera del área. Tuchel no se lo pensó dos veces y dio entrada a Tel y el crack apenas necesitó cinco minutos para finalizar con sangre fría una grandísima jugada del sempiterno Müller a puerta vacía para conseguir un triunfo que también sostuvo Ulreich con un paradón en el descuento.

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