El 'dinizismo', en problemas con la 'seleçao' tras varapalo con Uruguay
Las dos últimas fechas de las Eliminatorias fueron para el olvido para la selección de Brasil que empató con Venezuela y perdió ante Uruguay
El Deber
La derrota este martes de la selección brasileña en Uruguay (2-0), sumada al reciente empate en casa contra Venezuela (1-1), por las clasificatorias para el Mundial de 2026, presionan al nuevo seleccionador Fernando Diniz y ponen en entredicho el llamado 'dinizismo'.
El resultado puso fin a 37 partidos de invencibilidad de la 'canarinha' en la fase sudamericana camino a los Mundiales y la pobre imagen que dejó Brasil en las dos fechas encendió alertas, si bien Diniz, con apenas cuatro partidos en el cargo, cuenta con un amplio crédito en su país.
- Falta de tiempo -
Es consenso que implementar un estilo de juego como el de Diniz, que ha convertido el Fluminense en el equipo que mejor juega en Brasil, con un juego ofensivo y de alta posesión del balón, requiere tiempo. Algo que no tiene una la selección brasileña que marcha tercera con siete puntos, detrás del líder Argentina (12) y Uruguay (7).
Con apenas dos convocatorias y pocos entrenamientos realizados, Diniz todavía no ha logrado dejar su huella en el juego de la 'canarinha'.
El técnico asume su responsabilidad.
"No fue un buen partido y el mayor responsable soy yo", dijo Diniz tras la derrota en Montevideo.
Contra Uruguay, Brasil intentó controlar el balón en defensa para atraer a los rivales e intentar generar espacios en ataque y sorprender a la contra, aunque el planteamiento de Marcelo Bielsa logró anular la estrategia y dejó a Diniz sin reacción.
Con cuatro atacantes de inicio (Gabriel Jesús, Vinicius Junior, Rodrygo y Neymar), Brasil perdió el control del centro del campo, dejando sobrecargados a Casemiro y Bruno Guimaraes en esa zona y acusando la falta de un creador nato para asistir a los delanteros.
- Laterales lesionados -
Dentro del campo, hay algunos factores que explican el mal rendimiento de Brasil.
Las lesiones dejaron a Diniz sin los cuatro laterales que había convocado para los dos últimos partidos: Danilo y Vanderson en el flanco derecho y Caio Henrique y Renan Lodi en la banda izquierda.
De todos ellos, apenas Danilo llegó a jugar en esta fecha FIFA, aunque se lesionó contra Venezuela y tuvo que ser sustituido en el primer tiempo.
No es un detalle menor si se tiene en cuenta que una de las bazas del juego ofensivo y vistoso del Fluminense de Diniz es la participación de ambos laterales en ataque.
Brasil actuó contra Uruguay con Yan Couto (quien debutó contra Venezuela) y Carlos Augusto, quien se estrenó con la selección principal. Sin ser los señalados por la derrota, evidenciaron una evidente falta de compenetración con sus compañeros.
- Baja forma -
Otro aspecto resaltado es el mal momento que viven algunos de los líderes del equipo.
En el centro del campo, Casemiro parece ser una sombra del que fue, con André, comandado por Diniz en el 'Flu', pidiendo a gritos la titularidad, aunque el técnico todavía no se atreve a dejar en el banquillo a uno de los pesos pesados.
Otro que atraviesa un mal momento es Neymar, que estuvo muy impreciso y lejos de ser el jugador decisivo que se espera de él, más pendiente de discutir con árbitros y rivales antes de lesionarse ante Uruguay.
Parte de las críticas que recibió Diniz son por insistir en ataque con Richarlison, quien parece que repite en la 'seleçao' el mal momento que vive en su club, el Tottenham inglés.
Si a ello se suma la floja actuación de Vinicius Junior y Gabriel Jesús en ambos partidos, los problemas se acumulan.
"Jugué muy mal en el partido, y en el anterior, también jugué muy mal", admitió Vinicius Jr.
- Confianza -
No obstante, los jugadores confían en Diniz y en una evolución de su trabajo.
"Tenemos que tener consciencia de que estamos saliendo de un juego completamente posicional para un juego totalmente disposicional, agua y vino. Se necesita tiempo (...) y no lo tenemos", dijo Danilo tras el partido con Venezuela.
Sin más entrenamientos, Diniz tendrá dos duros desafíos en noviembre que podrían ser un divisor de aguas sobre su continuidad en el banquillo nacional: una difícil visita a Colombia en Barranquilla y el clásico en el Maracaná contra la Argentina de Leo Messi, que viene lanzada y con ganas de hurgar en la herida de su eterno rival.