El Barça y el cuento de la lechera
Los beneficios que presentará la junta en la próxima asamblea se basan en la venta de activos, que en gran parte están pendientes de cobro.
Vamos por partes, que la cosa es espesa. El club declarará un beneficio que la empresa auditora (Grant Thompson) ha querido señalar con varios “párrafos de énfasis”, que son los avisos que se lanzan a la empresa.
“Se ha de considerar que el club ha generado, en este ejercicio un resultado de 303 millones de euros, los cuales incluyen beneficios de operaciones no recurrentes por importe de 800 millones” asegura la auditora, que por cierto es nueva en el Barça, que hasta ahora trabajaba con las conocidas como ‘Big Four: Deloitte, Price Waterhouse Coopers, Ernst and Young y KPMG.
Lo que quiere decir la empresa auditora es que sin la venta de activos (que por cierto no se han cobrado aún) el Barcelona perdería en este ejercicio alrededor de 500 millones.
El Barcelona salva este ejercicio económico fundamentalmente por una operación de riesgo que además no está cerrada, pero sí computada: la venta de derechos audiovisuales por 400 millones de euros.
Pero estos millones no se han cobrado aún. El curso pasado el Barcelona vendió el 49% de su división audiovisual a Socios.com y a Orpheus por 200 millones, que no se llegaron a cobrar en su totalidad, pero que sirvieron para inscribir jugadores.
Este año, estas empresas, vendieron un 15% de su participación a dos empresas más por más dinero. Nipa adquiría una porción del 17,1% por 80 millones y otra, Libero, se quedaba con el 9,8 a cambio de 40. Un negocio redondo si no fuera porque esos 40 millones no se han pagado.
Ese dinero que sirve para presentar beneficios a los socios también debía servir, según dijo el club del pasado 11 de agosto para crear una SPAC (sociedad cotizada con propósito para la adquisición) con sede fiscal en los Países Bajos con valor de 1.000 millones para cotizar en el mercado tecnológico de Wall Street.
El límite para salir a Bolsa se cumplía ayer, pero para eso era necesario cobrar. Por tanto, el club aplaza la operación y presentará unas cuentas legales sobre el papel, pero sin estar liquidadas. Ingeniería financiera y cuento de la lechera todo en uno.
La sede estaba prevista en Países Bajos por sus ventajas impositivas y porque permite la opacidad respecto a los accionistas. De hecho, uno de los inversores es una empresa chipriota captada por otra croata que no consta su nombre. Todos ellos conforman Mountain and co. empresa con sede en las Islas Caimán,que ya cotizaba en NASDAQ, pero sin actividad.
Donde ha hecho los deberes el Barcelona no nota muy alta es en la reducción de la masa salarial que ha pasado de 676 millones a 492. Un ahorro de 181 millones que se ha ejecutado principalmente en el primer equipo de fútbol, que hace un año costaba 573 millones en salarios y ha quedado en 408.
En el baloncesto el recorte también ha sido drástico: el presupuesto ha pasado de 39 millones a 27 esta campaña.
Hay partidas presupuestarias que han aumentado respecto a la temporada pasada como son las comisiones a los agentes de futbolistas (que se han triplicado), los servicios externos (50 millones de incremento) y el gasto corriente. Las liquidaciones a los empleados, deportistas o no, que han sido despedidos por el club han costado mucho dinero.
En este sentido hay que destacar que sólo Gerard Piqué ha perdonado su sueldo al club. El central catalán dejó de cobrar 20 millones de euros que le tocaban por contrato.