Devastadora crisis de la televisión tradicional: la cruda perspectiva de Jaime Bayly
El renombrado periodista peruano, pone en relieve la severa caída de la ‘pantalla chica’ ante el avasallador avance del streaming digital. Un dramático cambio de escenario en el mundo de los medios que afecta a muchos
El célebre conductor explicó detalladamente que este duro golpe a sus ingresos no se debe a un ensañamiento personal ni una animadversión del canal hacia su persona. Deja claro que el problema responde a una crisis generalizada que afecta a la industria: “No es que el canal donde yo trabajo esté mal administrado o gerenciado. Es que todos los canales de aire y de cable están en crisis”, sentenció Bayly.
Profundizando en su análisis, señaló que el origen de esta crisis estructural en la televisión tradicional radica en que las nuevas generaciones ya no ven televisión de la forma convencional en que se consumía antes este medio. Así lo grafica crudamente: “La gente joven, digamos los menores de 35 o 40 años, no enciende más el televisor. No lo hace ni para ver las noticias, ni los deportes, ni debates políticos, ni series, ni nada”.
El experimentado periodista rememoró que cuando él comenzó su carrera en la televisión, hace ya 40 años, absolutamente todo el mundo veía televisión de la manera tradicional: “Desde jóvenes, no tan jóvenes, gente de edad madura, edad avanzada, viejitos, todos, todos, todos, todo el mundo encendía el televisor, todo el mundo veía televisión en el formato convencional”. Y eso hacía que prácticamente todo el dinero de la publicidad en medios de comunicación masiva se volcara hacia la televisión abierta y la televisión por cable.
Pero ese promisorio panorama para la industria televisiva cambió por completo en la actualidad. Así lo grafica Jaime Bayly de manera concreta: “Los canales líderes aquí en Estados Unidos, Univisión y Telemundo, que antes medían 30 o hasta 40 puntos de rating, ahora, en el orden inverso, Telemundo y Univisión, raramente llegan a ocho o diez puntos de rating”.
Además, Bayly especificó otro dato alarmante: el promedio de edad del televidente tradicional de estos canales es actualmente de 60 años. Y realiza una proyección aún más preocupante: en 10 años más, vaticinó que el promedio de edad del televidente convencional será de entre 70 y 80 años. “Los que veíamos televisión en el antiguo formato vamos quedando muy pocos, somos dinosaurios en vías de extinción”, graficó con crudeza.
Ante este escenario, el escritor se preguntó dónde está la antaño enorme audiencia juvenil que tenía la televisión abierta y la televisión por cable. Y responde tajantemente que los jóvenes no sólo no ven televisión en el formato convencional, sino que incluso una gran parte ni siquiera tiene un televisor en su casa. “Los jóvenes están, por ejemplo, viendo YouTube, ahí está el dinero ahora”, afirmó.
Es por esa razón, sostuvo, que prácticamente todo el dinero de la publicidad que antes iba a la televisión, ha migrado decisivamente a las plataformas de streaming: “La publicidad ya no va a la televisión. El dinero, como es muy obvio, va a donde está la gente joven, y esa gente joven ahora está viendo Netflix, YouTube, HBO, Amazon Prime y otras plataformas de streaming”, explicó el experimentado conductor.
Asimismo, al igual que en la televisión hispana, el promedio de edad del televidente de esas cadenas angloparlantes en el horario estelar es de 60 años. Prácticamente no hay presencia de público juvenil consumiendo ese contenido.
Luego de este profundo análisis a partir de su experiencia en la industria, Jaime Bayly sentencia que la televisión abierta y la televisión por cable tal como se las conoció durante décadas, desde la segunda mitad del siglo XX, están en crisis terminal ante el inexorable avance de las plataformas digitales de streaming, que se han llevado a la enorme mayoría de las audiencias jóvenes, así como la torta publicitaria que antes absorbía la televisión convencional.
Ante este desolador panorama, los canales de televisión tradicionales, con audiencias cada vez más reducidas y envejecidas, no tienen más opción que ejecutar recortes draconianos de costos y presupuestos para tratar de subsistir. Pero el futuro se avizora sombrío e incierto frente a la constante caída de sus ratings y el éxodo masivo de los anunciantes.
En su comentario, Jaime Bayly transmitió su honda preocupación por el destino de la televisión tal como la conoció, el medio donde forjó su carrera y alcanzó el éxito durante décadas. Si bien acepta con resignación la necesidad de reducir sus emolumentos ante la crisis sistémica, deja traslucir la nostalgia y la melancolía ante lo que parece ser el ocaso definitivo e irreversible de la era dorada de la televisión tradicional, superada tecnológica y culturalmente por las plataformas digitales donde las nuevas generaciones satisfacen sus necesidades de entretenimiento y de información.