Defensa y Justicia igualó con Liga de Quito y quedó fuera de la Copa Sudamericana en un partido sin goles, pero con sangre, furia y llanto
El Halcón quedó al margen de la definición del torneo
Paolo Guerrero, que anotó dos goles en la ida, fue protagonista de una situación insólita en los primeros minutos del partido, cuando se ganó una amonestación porque pateó su botín izquierdo contra el banco de Defensa. El peruano había sido pisado en la jugada previa, se molestó porque el árbitro no cobró infracción y en su ira provocó la reacción de los suplentes del Halcón, que se levantaron instantáneamente y se quejaron ampulosamente.
La reacción de Paolo Guerrero
Enseguida, un palo le negó el primer gol a los locales, en una jugada en la que remataron tres veces al arco en medio de una seguidilla de rebotes. Defensa fue al ataque una y otra vez en el primer tiempo y se agigantó la figura del arquero rival, Alexander Domínguez, que le sacó dos remates impresionantes a David Barbona.
La increíble salvada de Liga de Quito
En esos primeros 45 minutos, Gastón Togni no la pasó bien en un centro desde la derecha: el mediocampista saltó a buscar la pelota en lo alto pero chocó contra la cabeza de un rival y terminó en el suelo, con la cara y la camiseta llena de sangre. Algunos reclamaron penal, pero el encontronazo en el aire había sido fortuito (o no, para el cortado jugador de Defensa).
En la segunda etapa, el Halcón siguió buscando, su DT Julio Vaccari apostó a algunos cambios y los nervios por el tiempo (y la posibilidad de la remontada) que se esfumaba comenzaron a jugar en contra. Un palo fue el salvador de Defensa, en una definición de Paolo Guerrero desde afuera del área. Nada que pudiera alterar el ánimo del equipo dirigido por Luis Zubeldía, que no sufría demasiado y ya se sentía en la final.
En ese contexto de debilidad defensiva al ir desordenadamente a buscar los goles, Enrique Bologna le impidió a Guerrero un gol en un mano a mano, el travesaño le impidió el grito a Barbona, y Manuel Duarte, que había ingresado en el entretiempo, fue reemplazado a la media hora del segundo tiempo. Salió llorando y se mostró desconsolado en el banco de suplentes. No alcanzó que el entrenador fuera a abrazarlo y lo consolara. Lo mismo sucedió con Nicolás “Uvita” Fernández, el goleador de Defensa, ausente en la serie por una lesión, y que miró la eliminación desde afuera, sin consuelo. Lo extrañó muchísimo Defensa, que no pudo marcar ni un gol en la serie, ni siquiera uno en el desquite, después de patear 34 veces al arco ecuatoriano.
Liga de Quito se quedó con un pasaje a la final que firmó temprano, en el primer tiempo del partido de ida, cuando se mostró arrollador y encontró los goles que marcaron el rumbo de la serie. En la cancha de Lanús se aferró al cero, más allá de que podría haberse quedado con el triunfo en algún contraataque, y se llevó la clasificación, en busca de ganar por segunda vez la Copa Sudamericana, 14 años después de aquel primer título, en 2009.
El torneo que tendrá su juego decisivo el sábado 28 de octubre en el estadio Domingo Burgueño Miguel de Maldonado, conoció a su primer finalista en la noche del martes, con el triunfo por 2-0 de Fortaleza sobre Corinthians, con el que había igualado 1-1 como visitante.
