Colombia vs. Uruguay: la dirigencia eligió el calor de Barranquilla, pero el DT Néstor Lorenzo y Frank Fabra ponen en duda que sea una ventaja
La selección caribeña recibirá a la Celeste con unos 32° en la ciudad norteña, en la primera tarde; Marcelo Bielsa tiene una idea para que el equipo visitante no sea sobrepasado
Para el camino de Colombia como local a la próxima Copa del Mundo se eligió a la calurosa Barranquilla. Sin embargo, esa decisión, anunciada por los directivos, no tiene total respaldo entre los propios jugadores y cuerpo técnico. Carlos Valderrama, ídolo del fútbol colombiano, se mostró en favor de jugar a esa hora y comparó la situación con la de Bolivia, que afronta sus partidos en la altura de La Paz. El argentino Néstor Lorenzo, entrenador del local, y Frank Fabra, defensor del equipo, se mostraron en contra. Y Luis Díaz, atacante de Liverpool, manifestó que “la hora está bien”.
Por su parte, Uruguay considera que esto puede afectarlo, y por eso comenzó el lunes la preparación en esas tierras. Además, tiene un aprendizaje reciente: la derrota que sufrió como visitante contra Ecuador (2-1) en la segunda fecha.
En los últimos años, Colombia observó que las altas temperaturas de Barranquilla, que están por encima de los 30 grados al inicio de la tarde, afectaban tanto a los futbolistas visitantes como a los locales. Por eso, en la eliminatoria rumbo a Qatar 2022 prefirió jugar la mayoría de los partidos en casa cuando la noche estaba próxima a caer y la brisa hacía más amigable el ambiente.
“El Pibe” Valderrama, uno de los referentes máximos del fútbol colombiano, está de acuerdo con que los partidos comiencen a las 15.30, para que el equipo tenga alguna ventaja sobre sus rivales. “Vamos a darle fresco, que se vaya el sol, porque el sol derrite”, dijo primeramente, de forma irónica, en una entrevista con medios de su país. Luego comparó a la altura de La Paz, Bolivia, con el factor de la temperatura vespertina en Barranquilla: “Vamos a jugar a La Paz. No nos van a mandar a Santa Cruz o a Cochabamba, no. Nos mandan a La Paz”. Y reforzó su postura con una pregunta: “¿Por qué vamos a cambiar el horario? Si nosotros jugamos a las tres y media. ¿Usted ha oído que muriera algún jugador a esa hora ahí?”.
Por más que se trata de una estrategia destinada a perjudicar a los seleccionados visitantes, el entrenador de Colombia, Lorenzo, sostuvo que también para el local el calor será un problema: “Es preocupante y desgastante para todos”, dijo ante medios del país caribeño. Se espera que a la hora del partido la temperatura esté en 32 grados, que no haya lluvia y corra escaso viento. Lorenzo, de todos modos, tiene una fórmula para contrarrestar el desgaste, sobre todo teniendo en cuenta que Colombia pasará en cinco día del calor de Barranquilla al frío y la altura de Quito: “Se descansa con la pelota. Si el equipo queda muy largo o las transiciones son muy largas, cuesta mucho la altura”. También Fabra, jugador de Boca, puso en duda el supuesto beneficio del calor para el anfitrión. “Es difícil para ambos, pero tenemos que sacar la ventaja porque somos locales. Con nuestras armas podemos hacer nuestro trabajo y lograr el triunfo que necesitamos”.
En cambio, el delantero Luis Díaz sí se mostró de acuerdo con la programación para la media tarde: “El horario está bien; hemos jugado en ese horario. A ellos va a complicárseles un poco, pero tenemos que mirar lo que vamos a hacer en el campo y contrarrestar lo que vengan a hacer”, expresó el guajiro, que reveló una conversación suya con Darwin Núñez, compañero en Liverpool. “Le dije: «Ojo que te va a tocar duro; sabes que Barranquilla a esa hora es muy difícil»”, contó el colombiano. La respuesta del uruguayo fue: “Ya estoy sintiendo el calor. Se bajó conmigo en el aeropuerto”.
Por cierto, el director técnico Marcelo Bielsa avisó en una conferencia de prensa el último sábado que Uruguay presionará y procurará los tres puntos en el estadio Metropolitano, y que por eso desde prefirió que sus dirigidos llegaran directamente a Barranquilla. La adaptación al calor empezó el lunes con dos turnos de entrenamiento; el primero incluyó trabajos físicos, y el segundo, definición y táctica.
Como se decía, la Celeste ya fue víctima de las condiciones ambientales de Sudamérica, en la segunda fecha de esta eliminatoria. El 12 de septiembre sufrió en los 2850 metros de Quito, en la derrota a manos de Ecuador por 2 a 1 en la que el anfitrión fue muy superior, al punto de que bien pudo hacer más goles. Los visitantes la sacaron barata.
En la conferencia el entrenador rosarino dijo que aprendió de los errores cometidos en Quito. Deslizó que en Barranquilla no entregará la pelota al rival, como lo hizo en la capital ecuatoriana, donde el local lo asfixió, e intentará imponer el ritmo del encuentro. “Intentaremos que el partido con Ecuador nos permita, como antecedente inmediato y cercano, superar dificultades que venimos de afrontar”, sostuvo.
En cuanto a las alineaciones de ambas selecciones, los directores técnicos todavía mantienen dudas. Lorenzo tiene lesionados a siete jugadores a los que convocó para las primeras dos jornadas (1-0 a Venezuela en casa y 0-0 en Chile). Sus once elegidos serían Camilo Vargas; Santiago Arias, Dávinson Sánchez, Carlos Cuesta y Deiver Machado; Matheus Uribe, Wilmar Barrios y Jorge Carrascal; Jhon Arias, Luis Díaz y Rafael Borré. Para Bielsa el tema está más claro: salvo detalles de último momento, diez de los once jugadores están confirmados y la única duda pasa por el extremo derecho, donde Agustín Canobbio y Facundo Pellistri disputan el lugar. Los titulares serían Sergio Rochet; Nahitan Nández, Ronald Araújo, Bruno Méndez y Joaquín Piquerez; Manuel Ugarte, Federico Valverde y Nicolás De la Cruz; Pellistri o Canobbio, Maximiliano Araújo y Darwin Núñez.