CHAMPIONS (D) | INTER 2 - SALZBURGO 1 / El Inter se hace respetar

Los de Inzaghi doblegaron a un Salzburgo muy propositivo. A los austriacos les faltó agresividad y calidad en el área. Los cambios le dieron otra cara a los italianos.

Iván Cordovilla

As

Decía Struber en la previa del partido que tenían más que ganar que perder en su visita a San Siro. El mensaje caló en sus jugadores, porque arrancaron con muchísima fuerza en los primeros minutos de partido. De hecho, Gloukh, un mediapunta israelí talentosísimo de 19 años que luego sería más protagonista, avisó en el minuto 3 con un disparo cruzado desde dentro del área. Esta vez salvó Sommer. En la siguiente, fue Pavard quien tuvo que corregir cuando Simic entraba en el área.

El Inter, agobiado, intentaba sacudirse el dominio rival con un par de centros peligrosos desde faltas laterales. El pie de Çalhanoglu siempre es un recurso en el que confiar. Y sin buscarlo demasiado, le cayó el gol al Inter. Frattesi controló mal el balón de Mkhitaryan con tanta suerte que le cayó a Alexis Sánchez para que marcase a placer. El Inter, entonces, se empezó a sentir más cómodo en el partido. Atrás seguían siendo muy sólidos y controlaban bien los ataques del Salzburgo, que perdonaban mucho y les faltaba calidad en el área.

No así fuera de ella, con jugadores con capacidad para crear ocasiones con relativa facilidad. El empate llegó gracias a un gran control de Simic y un jugadón que acabó en los pies de Gloukh. El joven futbolista le pegó según le llegó y la coló por la escuadra más lejana. San Siro empezó a estar nervioso, pero apenas fueron cinco minutos hasta que Gourna-Douath cometió un penalti muy torpe sobre Frattesi para que Çalhanoglu devolviese la ventaja al marcador.

De esta forma, Inzaghi vuelve a ganar un partido gracias, en parte, a sus cambios. Ya lo hizo el pasado sábado ante el Torino, desatascando el 0-0 con Frattesi, Carlos Augusto y Dumfries. Ante el Salzburgo, fue Barella quien mejoró al equipo dándole otro ritmo en ataque. De hecho, llegó un gol más. Uno de Lautaro, a quien ya se le resistió el gol de forma incomprensible frente al Benfica (el único partido con el Inter en el que no ha marcado de los últimos cuatro que ha jugado) y a quien, en esta ocasión, se lo negó el VAR. Pero si no está acertado el argentino, ya lo están los demás.