Vuelta al origen para otro final

El Atlético inicia esta noche la presente edición de la Champions League ante la Lazio, donde el Cholo jugó para no repetir el fiasco del año pasado. Simeone viaja con seis bajas.

Patricia Cazón
As
EI camino de los alemanes. El Atleti de Simeone está de nuevo ahí, para encarar la Champions 2023-24 bajo esas palabras que alientan cada septiembre la pizarra del Cholo: “Dale, dale, que alguna cae”. Es la undécima fase de grupos consecutiva que los rojiblancos disputan desde la 2013-14, todas con el argentino en el banco (14º en total), esa que llega tras dos desastres.


Uno, el del último partido en Mestalla, derrota durísima del Atleti, 3-0 y una imagen deplorable, con todos sus futbolistas (excepto Barrios) como si fuesen exfutbolistas, incapaces ya no solo de jugar, sino de meter el pie, y el de la última Champions, cuando, por primera vez desde que el Cholo llegara al banquillo se quedó fuera de toda competición europea en fase de grupos.

Ni para la Europa League se clasificó, a pesar del grupo (con Brujas, Leverkusen y Oporto como rivales), los rojiblancos últimos por primera vez. El de esta 2023-24 viene con una música similar, contra rivales, a priori, asequibles para que los rojiblancos pasen a octavos primeros, contra Feyenoord, Celtic y Lazio, pero con riesgo de desafine. Por los antecedentes. Aunque el comienzo del camino en esta Champions sea el más especial posible para el Cholo. En Roma, contra su Lazio, allí donde tan feliz fue. También.

Porque el Simeone jugador es leyenda también de ese equipo con el que disputó 138 partidos entre 1999 y 2003 y ganó el Scudetto (1999-2000) y la Supercopa de la UEFA (1999). En esa Lazio que fue también, curioso, su estreno en Europa como técnico rojiblanco (201-12). Dieciseisavos de final de la Europa League, 1-3, doblete de Falcao y gol de Adrián en aquel primer partido que, por cierto, otra curiosidad, acabó con los rojiblancos levantando su primer título con el Cholo. Aquella Europa League, ante el Athletic. Volver al inicio para un nuevo comienzo. Sobre la puerta de acceso al camino de los alemanes ahora hay un cartel que para el Cholo clama eso.

Quince futbolistas de campo del primer equipo

Acorralado por las bajas (Reinildo y Lemar, que ayer pasó por el quirófano, de larga duración, y Söyüncü, Koke, De Paul y Memphis, musculares), Simeone viajó a Roma con cinco canteranos (Gomis, Kostis, Cala, Guerrero y El Jebari) y decenas de dudas alrededor de sus 15 jugadores de campo disponibles. La principal, en su carril izquierdo. Carrasco dejó un agujero y a Riquelme le probó ante el Valencia pero le quitó al descanso para poner a Galán que no termina de llenarle el ojo. Lino, tocado la semana anterior y en Mestalla pero sin minutos, puede ser su apuesta. Y quizá un baile en la pareja de Grizi, Correa y no Morata. Atrás, tras el desastre en Mestalla, puede salir del once Witsel para que entre Giménez, el sábado ya con minutos. Savic puede continuar a su lado o, quizá, hacerlo Azpilicueta.

Enfrente, una Lazio que vuelve a la Champions tras ser subcampeón en la liga italiana aunque con herida del paso europeo, que no pasó de la fase de grupos de la Europa League aunque alcanzó los octavos de la Conference), y de su propia liga, tras perder ante Lecce y Genoa, ganar al Nápoles y perder el domingo ante la Juve, con una falta de solidez llamativa (siete goles encajados en cuatro jornadas). Las llegadas de Felipe Anderson y Zaccagni, la puntería de Immobile y, sobre todo, la ‘magia’ de Luis Alberto son los principales peligros del equipo de Sarra. El español es el principal creador de juego: limitarle significa apagar a la Lazio. Y quitarse la primera piedra de ese camino que vuelve a empezar, el de los alemanes.


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