Vittorio Emanuele de Saboya, hijo del último rey de Italia, puso en subasta cientos de joyas y enseres en Suiza

Entre los objetos hay candelabros de plata, vajillas de todo tipo, algunas con el escudo cruzado de esta dinastía, lámparas, esculturas doradas, efigies, relojes antiguos, muebles de diseño, cuadros y piedras preciosas

El lote “Collection Prince et Princesse de Savoie” cuenta sobre todo con objetos de la vida cotidiana de la mansión en Ginebra de esta familia que perdió el trono italiano con la caída del fascismo en la II Guerra Mundial y la proclamación de la República en 1946.

La puja por internet durará hasta el próximo 18 de septiembre en el portal “Genève enchères”, aunque podrá seguirse también en sala hasta el 20 del mismo mes.

Mis padres ya no viven en Ginebra y decidimos desprendernos de algunos objetos que ya no creemos útiles para otras casas nuestras. Lamentablemente no se puede tener todo”, dijo al diario La Repubblica el hijo del aristócrata, Emanuele Filiberto de Saboya.

El rey de Italia Victor Manuel III
El rey de Italia Victor Manuel III

Y agregó: “Estamos seguros de que encontraremos compradores que sepan otorgar el valor justo a estos objetos”.

La colección, según la casa de subastas, permite zambullirse en la vida cotidiana de la última familia real italiana.

Entre los objetos en el catálogo, alrededor de doscientos, hay candelabros de plata, vajillas de todo tipo, algunas con el escudo cruzado de esta dinastía, lámparas, esculturas doradas, efigies, relojes antiguos, muebles de diseño, cuadros y piedras preciosas.

Así como tres motos: una modelo Rumi, una India Sport Scut de 750 centímetros cúbicos de 1941 y una MV Augusta Brutale.

La Casa de Saboya encabezó el proceso de Unificación de Italia, culminado en 1861, y ocupó el trono del país hasta la caída del fascismo tras la II Guerra Mundial.

Víctor Manuel de Saboya, en 'El príncipe que nunca reinó'. (Netflix)
Víctor Manuel de Saboya, en 'El príncipe que nunca reinó'. (Netflix)

Precisamente Vittorio Emanuele de Saboya, de 86 años, es el hijo del último monarca del país, Umberto II, que gobernó apenas un mes en 1946 tras la abdicación de su padre, Vittorio Emanuele III (1900 1946), que había amparado el ascenso de Benito Mussolini al poder.

Umberto II, conocido como “el rey de mayo” por el tiempo que estuvo en el trono italiano, murió en el exilio, precisamente en Ginebra en 1983.

Tras la guerra, los italianos optaron en el referendum de 1946 por la proclamación de la República y los herederos varones de la dinastía de los Saboya acabaron en el exilio hasta que en 2002 el Parlamento italiano permitió su regreso al país.

El 15 de marzo de 2003 los Saboya, Vittorio Emanuele y su hijo Emanuele Filiberto, volvían a poner un pie en Italia aterrizando en Nápoles tras 57 años en el exilio.

Los dictadores Benito Mussolini y Adolf Hitler en Roma junto con el rey de Italia Victor Manuel III y la reina Elena durante la visita del dictador alemán a Italia en 1938
Los dictadores Benito Mussolini y Adolf Hitler en Roma junto con el rey de Italia Victor Manuel III y la reina Elena durante la visita del dictador alemán a Italia en 1938

Los Saboya reclaman sus joyas

Un tesoro compuesto por 6.732 brillantes y 2.000 perlas montadas en collares, pendientes, diademas y broches se conserva en una caja fuerte en el Banco de Italia desde 1946, cuando, tras un referéndum, se expulsó del país a los reyes de la casa Saboya. Ahora reclaman sus joyas. El príncipe Víctor Manuel y las princesas María Gabriela, María Pia y María Beatriz, herederos de Umberto II de Saboya, comenzaron en 2022 una disputa legal con el Estado para recuperar las joyas de la corona tras fracasar la mediación.

“A diferencia de los demás bienes estos nunca fueran confiscados y han quedado pendientes. Por lo tanto deben ser devueltos”, explicó a Efe el abogado de los herederos de Umberto II, Sergio Orlandi, quien se sentó con los intermediarios del Banco de Italia para negociar la devolución.

Hasta Roma había llegado el príncipe Manuel Filiberto, que tiene los poderes de los herederos para comenzar las negociaciones y “está muy decidido a seguir con la causa”, añadió el representante legal.

Tras la proclamación de los resultados del referendum en los que los italianos eligieron la república a la monarquía en 1946, el presidente del Gobierno, Alcide De Gasperi, pidió al rey saliente Umberto II la entrega de las joyas de la corona para que se guardaran en una caja fuerte en el palacio del Quirinal, hasta entonces residencia oficial de la familia real.

La solicitud se hizo porque las Joyas de la Corona, según lo dispuesto en el Estatuto Albertino (la Constitución del Reino de Italia), fueron entregadas en “dotación” a los reyes para el cumplimiento de sus funciones, pero no como propiedad personal. Umberto II entregó entonces las joyas al abogado Falcone Lucifero, ministro de la Casa Real, quien a su vez las llevó al entonces gobernador de la Banca de Italia, Luigi Einaudi. Desde entonces, se guardan en un pequeño estuche de cuero negro en una caja fuerte de la sede del Banco de Italia en la via Nazionale de Roma.


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