Una secesión silenciosa avanza peligrosamente en Estados Unidos
Ningún proceso en solitario sería capaz de destruir la democracia norteamericana. Pero, todos trabajando en endiablada armonía pueden ir creando las condiciones de un gran cisma
Desde el punto de vista de la cultura política las corrientes imperantes parecieran apuntar en esa dirección. Los mandatarios estatales republicanos radicales liderados por Ron de Santis, de la Florida, Greg Abbot, de Texas han hecho de los inmigrantes que cruzan el Rio Bravo armas políticas al colocarlos en autobuses y despacharlos a las jurisdicciones de los gobernadores liberales. Con ello han creado crisis de abastecimiento, de vivienda, y de suministro de servicios públicos como es el caso de la salud y las escuelas. Por doquier se observan en las plazas públicas de estados gobernados por liberales villas construidas con tiendas de acampar. Tal es el caso de New York, San Francisco, Chicago y Philadelphia.
Mientras tanto en los estados gobernados por republicanos radicales, como la Sra. Taylor-Greene, se persigue a los inmigrantes y todo aquel que les ayude a integrarse a Estados Unidos o a solventar sus problemas iniciales. En la Florida el acoso a los inmigrantes indocumentados ha creado una crisis en la agricultura que ha hecho subir los precios de las verduras y de la bayas como las fresas y las frambuesas.
En materia de geografía política los distritos electorales que deben ser objeto de modificación cada 10 años como consecuencia de los resultados del censo que determina el crecimiento poblacional y su ubicación. Las legislaturas controladas por los republicanos radicales están diseñando circuitos electorales que más bien parecen ghetos. Dentro de ellos agrupan a la población con membresía o inclinación republicana haciendo imposible que sea elegido nadie de otra persuasión política. Así el mapa político de estados Unidos se esta convirtiendo en un mapa de guerra entre distritos republicanos y demócratas que luchan a muerte por imponer sus respectivos dogmas.