Un talento de cristal
Güler, con 18 años, acumula siete lesiones a nivel profesional y no debutará con el Madrid hasta dentro de por lo menos un mes. Hay un plan especial.
Güler acumula ya siete bajas por motivos médicos hasta la fecha. Las cinco primeras lesiones tienen de todo: una herida lacerada que se complicó, dolores por estrés óseo, una gastroenteritis, problemas en una rodilla y falta de preparación física, fruto de las dolencias anteriores. Y su inicio en el Madrid no ha sido muy esperanzador: ya va una cirugía por una rotura de menisco y una rotura muscular de cierta importancia. En total, acumula 189 días de baja, a los que habrá que sumar los 20-30 que acumulará por esta nueva dolencia.
Un plan para Güler
Y es una lástima, pues Ancelotti tenía plan de darle algunos minutos de aquí al próximo parón, a juzgar por las palabras que le dedicó en la rueda de prensa del pasado martes en Valdebebas: “Se ha recuperado bien, le falta minutos y condición, es lo normal, y también acostumbrarse al juego del equipo, conocer mejor a los compañeros. Pero lo que ha mostrado en el poco tiempo que ha estado con nosotros es que es un gran talento, su talento es extraordinario. Es pura genética”. Algo que volvió a corroborar en la conferencia de prensa después del encuentro ante Las Palmas: “Terminó el entrenamiento y estaba bien. Luego, notó algo y tuvo una pequeña lesión. Está triste. Se ha recuperado del problema del menisco, pero hay que esperar un poco. No es algo muy serio. La idea era que jugase ante Las Palmas”.
Una opinión, la relativa al talento de Güler, que quedó patente en la pretemporada blanca (el turco renunció a vacaciones para empezar a trabajar antes a las órdenes de Carletto) y que es compartida por los compañeros de vestuario. Sin embargo, la principal preocupación de Ancelotti y del Real Madrid es reforzar la parcela física del turco, cuyas hechuras son propias de un niño. De ahí que en Valdebebas haya desde verano un plan específico para potenciar su cuerpo y su resistencia, un plan similar al que ya se siguió con Rodrygo, que llegó de Brasil mucho más delgado de cómo luce hoy, mucho más corpulento, pero sin haber sacrificado sus cualidades futbolísticas. Ese plan sigue su curso mientras Güler encara la recuperación de otra lesión para intentar, por fin, mostrar su gran talento a la afición del Bernabéu.