TOTTENHAM 2-LIVERPOOL 1 / Escándalo VAR en la Premier

El organismo arbitral del fútbol inglés admite “un error humano” a la hora de anular un gol de Luis Díaz con 0-0 en el marcador. El Tottenham acabó ganando por un tanto en propia puerta de Joël Matip en el 96′.

Pablo Montaño
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A falta de un rival en la lucha por la Premier League, al Manchester City le han salido dos. Y los dos, en el norte de Londres. “Insistir, persistir, resistir y nunca desistir” fue el lema del Tottenham en la visita del Liverpool al Tottenham Hotspur. Un partido que tuvo, además de dos expulsados, goles de todos los tipos y formas: válidos, anulados y en propia puerta. Pero fue la última variante de estos, el autogol, la que permitió a los pupilos de Ange Postecoglou derrotar al Liverpool (2-1), mantener su imbatilidad y ponerse por delante en la tabla de su eterno rival londinense.

Una derrota que, a su vez, no estuvo exenta de polémica. Minutos después de que se consumara el triunfo del Tottenham, un comunicado de la PGMOL (organismo arbitral del fútbol profesional inglés), disparó la frustración e indignación de Jürgen Klopp y los aficionados reds. Este reconoce un “error humano significativo” en la anulación del gol de Luis Díaz en la primera mitad. El colombiano vio portería con 0-0 en el marcador y dos minutos antes de que Heung-min Son hiciera el 1-0, pero su tanto fue anulado por fuera de juego. El estamento arbitral ha reconocido que “el VAR no intervino” y el gol del extremo del Liverpool debió subir al marcador.

Por primera vez en su historia, los spurs alcanzan la séptima jornada del torneo liguero sin conocer la derrota. Cinco triunfos y dos empates que permiten al Tottenham mirar de tú al Arsenal, pero también al conjunto de Pep Guardiola. Y es que el cuadro londinense es 2º clasificado de la Premier League, con los mismos puntos que el equipo de Mikel Arteta (17) y tan solo uno menos que el líder, el Manchester City.

Los reds, que también llegaban a la jornada 7 sin conocer la derrota, volvieron a ir otro partido más a contracorriente, pero en esta ocasión los pupilos de Jürgen Klopp fueron incapaces de obrar el milagro. Tras empezar perdiendo con el gol de Heung-min Son y terminar el partido sin Curtis Jones ni Diogo Jota, el Liverpool terminó abdicando en el último minuto de encuentro con el gol en propia puerta de Joël Matip.

El gol del cojo

A pesar de que la primera media hora en el Tottenham Hotspur Stadium tuvo un claro color red, marcada por las numerosas llegadas de los pupilos de Jürgen Klopp sobre el área local, los primeros 45 minutos del encuentro estuvieron repletos de infortunios para el Liverpool. Y es que hasta la mejor noticia del primer tiempo para el cuadro visitante trajo consigo un problema.

Los reds, tan acostumbrados ya a ir a contracorriente en casi todos sus partidos, sufrieron el enésimo varapalo de la temporada con la expulsión de Curtis Jones. Un duro plantillazo sobre la espinilla de Yves Bissouma, una vez el árbitro revisó la acción en la pantalla, le costó al canterano del Liverpool la roja directa.

Pero es que los pupilos de Jürgen Klopp fueron capaces incluso de ver portería con un hombre menos, aunque por desgracia el tanto no terminó subiendo al marcador. La definición perfecta de Luis Díaz con un disparo cruzado, tras la asistencia de Mohamed Salah, no tuvo la recompensa deseada por el extremo colombiano, ya que este partió desde posición antirreglamentaria y el 0-1 uno fue anulado por el VAR. El tanto que sí se materializó en el luminoso, apenas dos minutos después del anulado a Luis Díaz, fue el de Heung-min Son.

Pase magistralmente filtrado por James Maddison para Richarlison y asistencia del brasileño desde la banda izquierda para Heung-min Son. En la vuelta a los inicios de Richarlison como extremo zurdo, el capitán de los spurs marcó su sexto de la temporada.

El Tottenham aún pudo ampliar aún más su ventaja, pero el disparo del internacional brasileño, a quien Ange Postecoglou parece haberle encontrado al fin su posición idónea, impactó contra el palo. A cambio, lo que el cuadro londinense se llevó al descanso fue el tanto del empate visitante.

Los pupilos de Jürgen Klopp, en nuevo ejercicio de coraje y personalidad, terminaron encerrando a los spurs en su propio área durante el tramo final de la primera parte. Dominik Szoboszlai colgó un balón, Virgil van Dijk lo prolongó al punto de penalti y ahí apareció Cody Gakpo para hacer el 1-1. Un gol del todo extraño, y es que el atacante neerlandés no pudo ni siquiera celebrar su tercer tanto del curso. Algo pasó en la rodilla de Cody Gakpo incluso antes de rematar y, a la pata coja, con un disparo a la media vuelta, el neerlandés batió a Guglielmo Vicario para, acto seguido, tirarse al suelo y recibir la atención de los servicios médicos del Liverpool.

Ejercicio de resistencia red

Un gol, el del empate red, que le salió muy caro a Jürgen Klopp. Los problemas de rodilla sufridos por Cody Gakpo en la acción del 1-1 obligaron al técnico alemán a dar entrada a Diogo Jota durante el tiempo de descanso.

Ya sin Curtis Jones ni Cody Gakpo sobre el terreno de juego fue Alisson Becker quien emergió como el héroe de los reds para intentar llevarse un importante botín del Tottenham Hotspur Stadium. Si la parada del meta brasileño al zurdazo con rosca de James Maddison fue buena, el palmeo a la volea desde el interior del área de Heung-min Son fue aún mejor. Dos intervenciones acordes a un portero de talla mundial que mantuvo vivo al Liverpool en el choque hasta el último minuto.

Pero aún restaban muchos minutos de sufrimiento a Jürgen Klopp y los suyos. Primero, tras ver cómo quedaba anulado el 2-1 del Tottenham, también de Heung-min Son tras una jugada calcada a la del 1-0 de la primera mitad, por fuera de juego de Richarlison. Pero, sobre todo, por la segunda expulsión del partido que obligaría a los visitantes a disputar los últimos 20 minutos de encuentro con nueve jugadores.

Diogo Jota, que entró en el descanso por Cody Gakpo, vio dos amarillas en dos minutos (68′ y 69′) y puso rumbo a los vestuarios mucho antes de tiempo. La tercera tarjeta roja en los últimos seis partidos de Premier League para el Liverpool.

A los reds no le quedó otra que resistir ante el aluvión de llegadas locales, la mayoría sin éxito. Los pupilos de Jürgen Klopp se protegieron con dos líneas de cuatro por delante de Alisson Becker y, cuando todo parecía indicar que se llevarían un punto de su visita al norte de Londres, Joël Matip metió la pata, nunca mejor dicho. El enésimo centro del Tottenham al interior del área, esta vez de Pedro Porro, encontró al defensor Liverpool como rematador. El gol en propia puerta del camerunés en el minuto 96 desató la locura en el feudo spur y dejó los tres puntos en el casillero del cuadro londinense.

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