Tensión en el Cáucaso: el ejército de Azerbaiyán inició ejercicios militares y puso en alerta a Armenia
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, denunció que las maniobras podrían ser un primer paso hacia una agresión militar de Bakú. Azerbaiyán mantiene hace meses un criminal bloqueo de alimentos a los armenios de Nagorno-Karabaj
El primer ministro también confirmó su compromiso con los acuerdos alcanzados en reuniones entre Pashinián y Alíev bajo la mediación de la Unión Europea (UE) en Praga el año pasado y en Bruselas este año para resolver todos los problemas exclusivamente mediante medios diplomáticos y en ambiente constructivo.
Pashinián informó a Macron sobre el agravamiento de la crisis humanitaria en Nagorno Karabaj, territorio que pertenece a Azerbaiyán pero está poblado por armenios étnicos, por el bloqueo del corredor de Lachín, única vía de comunicación entre el enclave y Armenia.
También denunció ante el mandatario galo la acumulación de tropas azerbaiyanas en torno a este territorio y la creciente tensión en la frontera estatal entre ambos países.
Macron destacó la necesidad de que se reduzcan las tensiones a lo largo de la frontera y expresó su disposición a apoyar los esfuerzos para establecer la paz y la estabilidad en la región.
El último jueves, Pashinián denunció que Azerbaiyán concentra tropas a lo largo de la frontera y en torno de Nagorno Karabaj (el enclave poblado por armenios étnicos), e hizo un llamamiento a la comunidad internacional a adoptar medidas para evitar un “nuevo estallido” en la región.
Dos días antes, Azerbaiyán anunció el comienzo del periodo anual de instrucción de las tropas, que incluye el desplazamiento de personal militar de sus cuarteles habituales a polígonos y centros de entrenamiento, así como competiciones entre distintas unidades.
Azerbaiyán y Armenia, que nunca delimitaron sus fronteras, libraron en 2020 una guerra de 44 días por el control de Nagorno Karabaj, contienda en la que Bakú recuperó más de dos tercios de territorio en la región montañosa y sus alrededores.
Azerbaiyán está a punto de dejar morir de hambre a los armenios de Nagorno-Karabaj
Tras más de ocho meses de un bloqueo cada vez más estricto, la situación humanitaria en Nagorno-Karabaj se ha vuelto catastrófica. El pan, alimento básico para muchas personas, se raciona a una hogaza por familia y día. Los medicamentos críticos se han agotado; hay tan poco combustible que muchos pacientes no pueden ir al médico de todos modos. Residentes desesperados han recurrido a las redes sociales para intercambiar, por ejemplo, huevos caseros por un kilo de azúcar. Una joven madre publicó una foto de leche de fórmula para bebés, diciendo: “Compraré esto a cualquier precio”.
El asedio representa la táctica más dura empleada hasta ahora por el gobierno azerbaiyano, en su intento de recuperar el control de Nagorno-Karabaj, un enclave de unos 4.400 km2 en el centro de su conflicto de décadas con Armenia. Karabaj está reconocido internacionalmente como territorio azerbaiyano desde la desintegración de la Unión Soviética, pero las fuerzas de etnia armenia se hicieron con su control en una guerra que duró de 1988 a 1994 (los armenios constituyen la mayoría de la población). En una segunda guerra, en 2020, Azerbaiyán revirtió muchas de esas pérdidas. El gobierno azerbaiyano presiona ahora para lograr un acuerdo que completaría su victoria.
Ahora que rodea el territorio por completo, Azerbaiyán tiene prácticamente todas las cartas. El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, ha declarado que está dispuesto a aceptar la soberanía de Azerbaiyán sobre Karabaj y sus decenas de miles de residentes de etnia armenia. Los armenios aún esperan obtener algún tipo de garantía de los derechos y la seguridad de los armenios de Karabaj. Pero Azerbaiyán, impaciente, está intentando acelerar el proceso diplomático, a expensas de la población armenia a la que afirma querer acoger de nuevo en el redil.
En diciembre, manifestantes azerbaiyanos apoyados por el gobierno bloquearon el “corredor de Lachin”, la única carretera que conduce a Armenia desde Karabaj. Se restringió el tráfico civil y se limitaron los envíos a Karabaj de alimentos, combustible y otros artículos de primera necesidad, aunque llegaron suficientes como para evitar graves penurias. Pero en abril Azerbaiyán despidió a los manifestantes e instaló un puesto de control fronterizo oficial en el corredor; a mediados de junio interrumpió totalmente el tráfico. Desde entonces no ha pasado ninguna mercancía.
Ante el aumento de las privaciones en Karabaj, Azerbaiyán ha ofrecido un salvavidas: abrir su propia carretera por la que podrían enviarse suministros desde otras partes de Azerbaiyán. Pero los armenios de Karabaj ven esto como un caballo de Troya que llevaría a Azerbaiyán a recuperar el control efectivo del territorio. Han llegado incluso a levantar su propio bloqueo, con bloques de cemento, en la nueva carretera. Por ahora, sus preocupaciones políticas pesan más que las consecuencias humanitarias.
Los mediadores internacionales, encabezados por la Unión Europea, intentan ayudar a ambas partes a encontrar una salida. Si se llegara a un compromiso, se abrirían las dos carreteras, pero los gobiernos están enfrentados en cuanto a la secuencia. Los azerbaiyanos han ofrecido abrir el corredor de Lachin si se abre primero su carretera, pero los armenios dicen que es un truco y exigen que las dos carreteras se abran simultáneamente.
La UE exige la reapertura del corredor de Lachin
El Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha emplazado este sábado a Azerbaiyán a reabrir el corredor de Lachin, que comunica Armenia con la parte de Nagorno-Karabaj que controla y que se encuentra aislada.
“He hablado por teléfono con el ministro de Asuntos Exteriores, Bayramov Jeyhun y he reiterado mi preocupación por la difícil situación humanitaria de los armenios de Karabaj”, ha explicado Borrell en un mensaje publicado en X, antes Twitter.
“El corredor de Lachin debe ser reabierto ya. Otras vías, como la de Aghdam, se pueden abrir como parte de la solución, pero no son una alternativa”, ha argumentado.