Suzuka pone a prueba al mejor Ferrari
Red Bull previsiblemente ganará el título de constructores en Japón. El equipo de Maranello llega en racha positiva y Aston Martin, con dudas.
Max ganó en Japón 2022 tras una carrera espectacular, con lluvia, y allí certificó su segundo Mundial. El tercero tendrá que esperar al menos hasta el fin de semana del GP de Qatar, que con los puntos extra del esprint puede ser definitivo y proclamarle antes incluso de Austin. Lo que sí puede sentenciar Red Bull en Suzuka es su sexto título de constructores en la Fórmula 1 (los anteriores: 2010, 2011, 2012, 2013 y 2022). Solo necesitan sumar un punto más que Mercedes el domingo. Son la sexta escudería con más campeonatos por detrás de Ferrari (16), Williams (9), McLaren (8), Mercedes (8) y Lotus (7). Aunque en las estadísticas en color, no en blanco y negro, están delante de todas las viejas glorias del automovilismo.
Ferrari llega en racha. Están crecidos después de dos poles consecutivas de Sainz en Monza y Marina Bay más la espectacular victoria del español el pasado domingo delante de Norris y Hamilton. Sobre el papel, Suzuka no es un buen circuito para el SF23. Pero tampoco lo era Singapur. Este Ferrari puede establecerse como la referencia del segundo vagón, sobre todo a una vuelta, y con eso les debería bastar para acercarse al subcampeonato de constructores. El Mercedes es más consistente en carrera, pero menos brillante en general.
Tendencias
Sorprende que el único monoplaza de ese terceto que realmente plantó cara a Red Bull en algún momento de la temporada, el Aston Martin (y el más parecido a las características del RB19), llegue en una tendencia tan poco positiva al último tercio de la temporada. El octavo podio de Alonso en Zandvoort, en un fin de semana dificilísimo por la lluvia (en el que el piloto marcó la diferencia), maquilló el mal verano del AMR23.
Todo se puede arreglar con evoluciones, pero las que deberían llegar al Aston están en Mercedes, McLaren o incluso Alpine. El esfuerzo de algunas fábricas por no desengancharse del campeonato ha sacado a relucir el que quizás es el punto más débil del equipo de Alonso si piensan luchar por títulos a medio plazo: aunque su 2023 ya sea un éxito viendo de dónde venía, la tasa de desarrollos es insuficiente. Faltan mejoras, y las que llegan no mejoran tanto. Aunque la F1 es resultadista: un buen fin de semana del asturiano en Suzuka cambiaría la percepción.