Sergio Ramos: “Antes de morir me merezco un título con el Sevilla”

El central insiste en su disculpa: “Debe quedar en el pasado. Un sector me pitó sin haber hecho nada. Pedí disculpas”. “El tema económico lo resolvimos en cinco segundos”, advierte.

Daniel Lagos
As
Fue un día muy especial para Sergio Ramos. El central se convirtió oficialmente en futbolista del Sevilla 18 años después de haber abandonar Nervión con destino al Real Madrid. Tras sus primeras palabras en las que pidió a los aficionados sevillistas que pudieron sentirse ofendidos por su comportamiento pasado, intervino en una entrevista con los medios oficiales del club en la que no dudó en referirse a la actualidad del equipo y a sus intenciones de cara a esta campaña: “Volver a casa siempre es gratificante. Es un día de reencuentros con muchos amigos, es volver a mi casa. Necesito un poco más de tiempo para digerirlo todo. Estoy deseando que llegue el reencuentro con mi afición. También es un día especial para toda mi familia”.

Sensaciones: “No se puede pedir más. Doy las gracias a todos los que hicieron esto posible. Hay cosas que no se pueden tener con el dinero. El corazón me pedía volver a casa, tenía una deuda no sólo con el sevillismo, aunque quería arreglarlo con la afición. Con mi abuelo, con mi padre, con Puerta, con Reyes... Quería ser un actor principal y no veía la posibilidad de irme lejos. Aunque la gente diga que no ha empezado bien, es un buen momento para ayudar y aportar cosas. Lo que pasó en el pasado debe quedar en el pasado. Pedir perdón es lo primero que hice. Soy muy pasional, lo expresé con gestos de esa manera, pero no se me caen los anillos y aquí estamos todos en el mismo barco. Vengo a sumar y a defender este escudo. Necesitaba volver a sentir, será un año muy bonito”.

Errores del pasado: “Llevo dándole vueltas muchos años. Pasaron 18 años, era muy joven y quizás no estaba preparado para contar las verdades de lo que pasó. Lo que no cambia es el sentimiento y el corazón, eso no se puede cambiar. Pido disculpas por los errores, aunque hubo un sector que siempre me pitó desde que me fui sin haber hecho nada. He sido claro, he pedido disculpas y hay que mirar al frente. El enemigo está fuera y hay que luchar por los mismos objetivos. Uno va aprendiendo de los errores”.

Gente a favor y en contra: “El hincha también es muy pasional, es normal que reaccione si uno hace gestos que no les gusta. Es momento de dejarlo atrás, de hacer borrón y cuenta nueva. Tengo ganas de marcar y de que la grada se caiga mientras grite mi nombre”.

Abuelo: “Me emociona mucho. Él se fue llorando de aquí, hemos sido sevillistas de cuna y el último recuerdo que tengo de aquí fue muy duro porque salió escuchando cómo pitaban a su nieto. Creo que no lo merecemos. Es algo que ha perjudicado a todos. Nos sancionaron. A mí no me gusta hablar de lo personal, pero pude seguir en París, uno reflexiona y piensa qué hago aquí. No lo veía, yo siempre me moví por impulsos y por mi corazón y nunca por dinero. Podía quedarme sin nada, pero tenía la esperanza de que podía llegar. Y llegó en el minuto 93. Creo en el destino, era un sueño volver aquí. Mi abuelo, Puerta... todos ellos merecen escuchar corear mi nombre en el Sánchez-Pizjuán. Creo que tomé la decisión adecuada. Para mí el esfuerzo es innegociable”.

Recuerdos de la infancia: “Mi abuelo me traía de pequeño. Los dos abuelos, uno era taxista y otro butanero. Ellos pusieron su cariño y su empeño en que fuera. Tenía esa espinita clavada. Espero que todos pongamos de nuestra parte y hagamos un Sevilla mucho mejor”.

Estrenos de Navas, Ramos, Antonio: “Yo creo que Puerta está con nosotros. Manda sus señales para mandar al equipo en volandas. Yo cada partido miro al cielo y me acuerdo de él. Jesús es como un hijo para mí, es un orgullo ver la gran carrera que ha hecho. Ha sabido madurar, ha sabido crecer y me alegra sentarme a su lado, será maravilloso. Es como un hermano. Hemos vivido muchas emociones juntos”.

Contexto actual: “A mí me gusta incorporarme a un sitio cuando las cosas van mal. El Sevilla empezó mal y al final ganó la Europa League. Está bien meter el pie en el barro, me gusta asumir los retos complicados. En ese sentido, en cualquier momento hubiese ayudado al Sevilla, sobre todo en momentos delicados. Creo que yo me crezco en las adversidades”.

Reyes, Navas y otros regresos: “Me he llevado casi tres meses entrenando en mi finca. No llegaba la llamada. Veía posible una Supercopa contra el City y me imaginaba ahí. Antes de morirme me merezco un título con el Sevilla. No puede haber un vínculo mayor que unirse para ganar una Copa”.

Nivel físico: “Ha sido extraña la situación, yo intento desconectar en las vacaciones. Pero en mi finca entreno para volver en un estado de forma física idónea. El que trabaja acaba teniendo una recompensa. Siempre le he ganado los pulsos a la mente. En ese sentido, me he preparado y he esperado con dobles sesiones. Me encuentro en un muy buen estado de forma, aunque necesito la actividad y la adaptación del campo de los entrenos. El cuerpo me pide el campo, el vestuario, el estadio”.

Momentos vividos: “La afición para el Sevilla es el número diez. Una de las grandes fortalezas de este estadio es su afición, no sólo los Biris sino también los niños y todos. El himno siempre te pone los pelos de punta. Como decía Caparrós, en Sevilla hay que mamar. Hay una presión añadida”.

Familia: “Ha sido una decisión muy personal. Mi mujer prefiere estar cerca de Madrid, es mejor para trabajar y viajar. Béticos tenemos un par de ellos, pero la gran mayoría son sevillistas. Nos respetamos todos, mi madre también tiene ese pellizco de emoción. El momento de volver era ahora, el Sevilla también necesita ayuda. El tema económico lo hemos resuelto en cinco segundos, ha sido una propuesta de ellos. Esto es una cuestión emocional. Gané todo, pero me queda ganar algo con el Sevilla”.

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