São Paulo aguanta a Flamengo en un Morumbi repleto y gana por primera vez la Copa de Brasil

Rubro-Negro abre el marcador, pero Tricolor busca resultados, cierra una campaña histórica y finalmente celebra un título del torneo

Gabriel Mansur, Jornal do Brasil

"Salve Tricolor São Paulo, querido club brasileño, eres fuerte, eres grande, entre los grandes eres el primero". Por primera vez en su historia soberana, São Paulo escuchó su himno en una final de la Copa de Brasil. La Tricolor empató 1-1 con Flamengo este domingo (24), con un hermoso gol del héroe Rodrigo Néstor, hijo de Cotia, y dejó escapar el grito de un campeón ahogado después de 22 apariciones. Como beneficio adicional, levantó el trofeo ante más de 63 mil aficionados en el Morumbi.


São Paulo vuelve a ser campeón de una competición nacional después de 15 años: ganó el Brasileirão por última vez en 2008. En 2012, ganó el último título más allá del límite estatal: el Sul-Americana. El mediocampista Lucas Moura marcó uno de los goles en la victoria por 2-0 sobre Tigres en aquella ocasión. Este domingo volvió a asumir la responsabilidad, pero no marcó.

En una campaña que incluyó a Ituano, Sport y los dos mayores rivales, Corinthians y Palmeiras, el título contra el equipo millonario del Flamengo significa que São Paulo ahora puede decir que es ampeón de todo. Son tres Mundiales de Clubes, tres Libertadores da América, un Campeonato Sudamericano, este con Lucas Moura, seis Campeonatos de Brasil y 22 Campeonatos de São Paulo.

El título de la Copa de Brasil trae, además del reconocimiento deportivo, un premio de 70 millones de reales pagados por la Confederación Brasileña de Fútbol, ​​una cantidad récord. En la suma de todas las fases, São Paulo se lleva a casa más de R$ 88 millones, monto que trae alivio al final de año del club.

Si São Paulo suma el único título que le falta a su galería, el técnico Dorival Júnior conquista su segundo campeonato consecutivo. El año pasado llevó al mismo Flamengo al título. Posteriormente, quedó libre para contratar a Vítor Pereira.

Contratado en abril por el São Paulo, Dorival cambió el destino del club, apostó por las copas y, a pesar de quedar eliminado en el Campeonato Sudamericano, mantuvo la fortaleza del equipo rumbo al primer título tricolor del torneo. Al final, todavía consoló a los jugadores del Flamengo, que le tienen un gran cariño.

Primera vez

La primera parte estuvo bien jugada. Antes de que el reloj girara por primera vez, Pedro recibió un pase al borde del área, entró libre y disparó a Rafael. Flamengo controló pacientemente la posesión del balón, buscando huecos dentro de la defensa rival. Ese espacio llegó en el minuto 18, pero Rafael, en una tarde inspirada, evitó el gol de Gerson. El São Paulo contraatacó dos veces, una con Lucas y otra con Wellington Rato, pero también les faltó habilidad a la hora de rematar. Pedro buscó el ángulo con un disparo colocado, al 40.

Después de tanto insistir, Fla alcanzó su objetivo al 44, con el siempre decisivo Bruno Henrique. El número 27 aprovechó el rebote de Rafael tras el disparo de Pulgar y empujó al fondo de la red. Cuando parecía que los cariocas tomarían ventaja en el descanso, Rodrigo Néstor aprovechó el rebote de Rossi y, con un disparo desde fuera del área, volvió a igualar el marcador al 50.

Segundo tiempo

Los equipos regresaron del descanso sin cambios y el ritmo se mantuvo. Flamengo intentó proponer el juego, pero le faltó creatividad, sobre todo en el último pase. La pelota muerta, por tanto, se convirtió en el arma de los rojinegros. Arrascaeta recibió un pase corto en el córner y centró a Pedro, que cabeceó por encima de la portería. A los 18, Sampaoli reemplazó a Luiz Araújo en lugar de Thiago Maia. Luego, Gabigol en el lugar de Pedro. Víctor Hugo y Everton Ribeiro también sustituyeron a Gerson y Arrascaeta, que se sintieron. En São Paulo ingresaron Wellington, Gabriel, Michel Araújo y Luciano. Las posibilidades de gol, sin embargo, fueron pocas.

Léo Pereira, a los 23, llegó tarde a un centro de Arrascaeta, aún así logró desviar, pero mandó fuera. A partir del minuto 35, necesitado desesperadamente de gol, Flamengo se lanzó de lleno al ataque, dejando una zona despoblada en el campo defensivo. En una de esas salidas, São Paulo encontró un contraataque. Lucas Moura hizo la jugada individual, se la pasó libre a Luciano, cara a cara con Rossi, pero el número 10 la pilló a la primera y la mandó fuera. Al 50, Rafael salvó lo que sería un gol heroico y redentor de Ayrton Lucas. Tricolor aguantó el empate y levantó la copa.


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