Kane
y Sané igularon los goles de Openda y Lukeba para que el equipo bávaro
sumara un punto. Pierde el liderato en favor del Bayer Leverkusen de
Xabi Alonso.
As
No fue capaz el Bayern de Múnich de contestar al Bayer Leverkusen y cede el liderato
de la Bundesliga al equipo renano. Después de ver cómo el conjunto de
las aspirinas se imponía por 0-3 al Mainz a domicilio, el campeón no
pasó de un empate a dos en el partidazo de la jornada ante un Leipzig sin el lesionado Dani Olmo y terminará la sexta jornada de la máxima competición alemana en la tercera plaza de la tabla por detrás del Stuttgart de Gurirassy y de la máquina de Xabi.
Cabe destacar que es el cuarto partido consecutivo en el que el Bayern
no es capaz de ganar a un Leipzig que, incluso tras caerse en la segunda
mitad, terminó rascando un punto ante los bávaros que le coloca en
quinta posición de la clasificación. Ahora sí que manda el Bayer (sin n) de Xabi.
El choque en el Red Bull Arena comenzó más abierto de lo que se esperaba. A los tres minutos de partido, Musiala pudo poner por delante a los suyos,
pero Blaswich fue capaz de detener el disparo del crack muniqués con
los pies. En el otro lado, Forsberg pudo anotar a puerta vacía, pero
también erró en la finalización. Fue entonces cuando el Leipzig supo
aprovecharse del desconcierto general en el duelo y terminó
adelantándose gracias a un zurdazo de Openda. Tan solo seis minutos más tarde, Lukeba
aprovechó un córner (que no fue) para ampliar la renta en un cabezazo
del imperial Openda que el zaguero sólo tuvo que empujar sobre la línea tras un gravísimo error de Ulreich bajo palos. La lió el guardameta bávaro.
El Leipzig tuvo la sentencia en una pena máxima que no terminó pitándose porque Openda, después de ser derribado por Ulreich, estaba en fuera de juego. A partir de ahí, cambió todo. El colegiado, tras consultar el VAR, señaló al punto de penalti tras una mano de Henrichs y Kane no perdonó, volviendo a meter en el duelo a los suyos. Se creció el Bayern, asedió al Leipzig y terminó poniendo las tablas en una gran jugada de Musiala en la que, tras proyectarle en profundidad, Sané anotó el empate solo ante Blaswich. Empujó el Bayern.
Fue su momento. El Leipzig se defendía como podía. Pero resistió hasta
el final. E incluso tuvo el tanto de la victoria en un contragolpe que Ulreich, sólo ante Šeško, desbarató a la altura de la divisoria cuando el esloveno se disponía a encarar tras un envío de Simons. Puntazo en el partidazo para ambos.