Los republicanos pusieron en marcha un juicio político a Biden que no tiene posibilidades de prosperar

Se especula que es una maniobra política para distraer la atención del cerco judicial que pesa sobre el ex presidente Donald Trump a cara de las elecciones presidenciales del año que viene

Sin embargo, para los demócratas no se trata más que de una maniobra política para distraer la atención del cerco judicial que pesa sobre el ex presidente Donald Trump (2017-2021), gran favorito para la nominación republicana de cara a las elecciones de 2024.

El Comité de Supervisión de la Cámara Baja, dominada por los republicanos desde las elecciones de medio mandato de noviembre de 2022, convocó este jueves la primera audiencia sobre la investigación del “impeachment” (juicio político) contra Biden.

Un juicio sin mayoría

El congresista James Comer, presidente del comité, afirmó al inicio de la sesión que los legisladores cuentan con “una montaña de pruebas” que demostrarían que el hoy presidente “abusó de su cargo público para el beneficio económico de su familia”.

James Comer (REUTERS/Jim Bourg)
James Comer (REUTERS/Jim Bourg)

A la sesión fueron invitados expertos en Derecho para revisar las cuestiones legales que rodean la investigación, pero no se presentaron ni testigos ni pruebas concluyentes de la relación de Biden con los supuestos negocios corruptos.

La Constitución de Estados Unidos establece que el presidente puede ser destituido de su cargo en un juicio político si cometió “delitos o faltas graves”.

Los republicanos sostienen, sin embargo, que por ahora el objetivo del juicio político no es el de destituir al mandatario sino el de poder ampliar la investigación sobre las presuntas irregularidades.

Además, aunque el juicio político prospere en la Cámara Baja, luego tendría que pasar por el Senado, donde los demócratas ostentan la mayoría, por lo que sus posibilidades son nulas.

El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy (REUTERS/Leah Millis)
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy (REUTERS/Leah Millis)

Pocas horas para el cierre de Gobierno

Esta primera audiencia arrancó dos días antes de que en la medianoche del sábado el Gobierno federal se quede sin fondos para seguir operando y tenga que cerrar, lo que tendría un severo impacto en la economía.

La Casa Blanca advirtió este jueves en un comunicado que quedan menos de 60 horas para el cierre de Gobierno, lo que puede derivar en “consecuencias dañinas”, como la pérdida de empleos, la suspensión de sueldo para los militares o dejando la lucha contra el fentanilo sin financiación.

“Nada nos debería distraer de esto”, subrayó el Ejecutivo, en una velada alusión al juicio político de los republicanos.

Desde la Administración de Trump, los republicanos tienen el ojo puesto en los negocios de Hunter Biden, quien está imputado por posesión irregular de armas y ha sido investigado por declaraciones irregulares de impuestos.

Los conservadores acusan a Biden de haber utilizado sus influencias cuando era vicepresidente de Estados Unidos para ayudar a su hijo Hunter y a otros familiares en unos supuestos negocios irregulares con China (Europa Press/Chris Kleponis)
Los conservadores acusan a Biden de haber utilizado sus influencias cuando era vicepresidente de Estados Unidos para ayudar a su hijo Hunter y a otros familiares en unos supuestos negocios irregulares con China (Europa Press/Chris Kleponis)

Los conservadores han utilizado la figura de su hijo como un arma para desacreditar a Biden, pero hasta el momento no han demostrado una relación directa entre el actual mandatario y los negocios de Hunter.

Biden aspira a su reelección en las elecciones del próximo año, en las que previsiblemente se enfrentará de nuevo con Trump, sobre quien pesan cuatro imputaciones penales, dos de ellas por sus presuntos intentos de revertir los comicios que perdió en 2020.


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