Locura con Roberto Martínez

El estreno de Roberto Martínez con seis victorias en seis partidos, 24 goles a favor y 0 en contra, desata la ilusión en Portugal. El 9-0 a Luxemburgo, una oda al buen fútbol.

Aritz Gabilondo
As
Roberto Martínez ha cambiado por completo la cara a Portugal. La llegada del técnico catalán tras el Mundial de Qatar ha supuesto un impulso para la selección lusa que le convierte en uno de los equipos más temibles de Europa ahora mismo. Sus números no pueden ser más espectaculares: seis victorias en seis partidos, 24 goles a favor y 0 en contra.

El 9-0 a Luxemburgo sirvió para ratificar este excelente momento. Los portugueses arrasaron a su rival a base de buen fútbol, sin Cristiano -sancionado- y con un hambre que no se recordaba en esta selección. La anterior etapa con Fernando Santos, incluso coronada con la conquista de una Eurocopa y una Nations League, nunca fue lo suficientemente brillante en lo que a juego se refiere, por lo que las comparaciones no se han hecho esperar. Portugal está encantada por la forma en la que Roberto Martínez ha entendido el enorme caudal que posee.

Las convocatorias también han encontrado respaldo. La continuidad de Cristiano Ronaldo en el equipo ya no es un problema. Después de reunirse con él en Arabia Saudí, al igual que con todos los internacionales, el nuevo seleccionador entendió que podía sacar partido aún de su gran estrella e icono mundial. Así está siendo. A su lado, futbolistas como Bruno Fernandes o Bernardo Silva han dado un paso al frente muy notorio. No son los únicos.

En cuanto a sistemas y pizarra, Roberto Martínez ha dotado a Portugal de un estilo que empieza a ser muy reconocido. Bien con tres centrales, como en algún partido al inicio, o con línea de cuatro, el juego desde atrás, con buen trato de balón y agresivo en la presión se ha convertido en una seña de identidad. Detalles como el uso de los laterales (Joao Cancelo, especialmente) casi como mediocentros en la salida de balón, dejando su espacio a los interiores, empiezan a ser una costumbre. También la movilidad de sus muchos jugadores de talento entre líneas, especialmente Vitinha que está siendo una de las grandes apuestas del técnico.

Con la clasificación para la Euro prácticamente en el bolsillo, el objetivo ahora es afianzar un grupo en el que aún quedan algunas cosas pendientes. Por ejemplo el papel de Joao Félix, secundario aunque destacado como se vio en su golazo ante Luxemburgo; o el de acoplar a los jugadores que, como Cristiano, militan en la liga de Arabia Saudí y necesitan responder con buen rendimiento a la exigencia del seleccionador. Es el caso de Rúben Neves y Otávio. Algo bueno está naciendo en Portugal y Roberto Martínez tiene la llave de ese éxito.


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