Las fuerzas ucranianas dieron dos golpes estratégicos contra las defensas rusas
Los tanques rompieron los campos minados en Zaporizhzhia. Y los misiles alcanzaron el comando de la flota rusa del Mar Negro en Crimea
El ejército ucraniano sostiene desde siempre que la guerra no puede ganarse sin apuntar a los activos y operaciones rusos en Crimea, el territorio ucraniano que Moscú se anexionó ilegalmente en 2014. En las últimas semanas, Ucrania aumentó el ritmo de los ataques contra la península, que los militares rusos utilizan como centro de almacenamiento de combustible, municiones y otros suministros para enviarlos a los campos de batalla del sur ucraniano. “Es un golpe estratégico considerable”, dijo a la CBS, Samuel Bendett del Centro de Análisis Naval. “Allí, en Crimea, Rusia tiene algunos de sus activos militares más importantes de los que participan de la guerra”.
La semana pasada, otro ataque dirigido contra el cuartel general de la Flota del Mar Negro dañó dos barcos y provocó un gran incendio en un extenso astillero naval. El miércoles, el ejército ucraniano afirmó que sus misiles habían derribado un puesto de mando de la marina rusa en la localidad de Verkhnesadovoye, a pocos kilómetros al norte del centro de Sebastopol.
En tanto, en el sureste, los blindados ucranianos avanzaron más allá de las principales defensas antitanque de Rusia en un punto de la línea del frente, según los vídeos de reconocimiento y los comandantes, lo que demuestra un ligero progreso en la contraofensiva de Kiev. El teniente Ashot Arutiunian, comandante de una unidad de reconocimiento con aviones no tripulados que opera en la zona, dijo a un corresponsal del New York Times que los vehículos se habían abierto paso cerca de Verbove, un pueblo de la región de Zaporizhzhia. Aunque aclaró que los tanques están confinados a rutas estrechas a través de campos de minas y tienen poco espacio para maniobrar.
Durante las últimas tres semanas, las fuerzas ucranianas habían estado sondeando las defensas rusas en el sureste, buscando una abertura para empujar sus blindados por detrás de la línea principal rusa. Pero el fuego de artillería y los contraataques rusos habían sido demasiado intensos para permitir el paso de los blindados ucranianos.
Al comienzo de la contraofensiva, en julio, los tanques ucranianos atravesaron una capa menos formidable de defensas, y la infantería perforó una segunda línea, considerada la principal barrera antitanque de Rusia. Se trata de una franja de unos dos kilómetros de ancho, en las inmediaciones del pueblo de Robotyne, de lo que fueron campos de cultivo y algunos matorrales que ahora, según las fotos satelitales y las entregadas por el comando de comunicaciones de Kiev se encuentra sembrada de vehículos volados y cráteres. Robotyne fue liberado hace dos semanas.