GRUPO A | GALATASARAY 2-2 COPENHAGUE / Boey y Tete evitan la tragedia en Estambul
El Copenhague ha logrado ponerse 0-2 pero tres minutos de locura local igualaron el encuentro. La tonta expulsión de Jelert en el minuto 73 inutilizó los goles de Elyounoussi y Gonçalves. Reparto de puntos en el Grupo A.
El guion inicial de partido atractivo y muy ofensivo se estaba cumpliendo respecto a las expectativas iniciales, y la primera posibilidad llegaba en el primer minuto de encuentro. Un balón a la espalda de la defensa estaba cerca de forzar un penalti en el intento de autopase de Icardi que se topaba con la mano del defensor. Pero el colegiado Kabakov señalaba fuera de juego del argentino. Sería el delantero argentino el protagonista de una ocasión muy clara en un mano a mano, tras un gran pase de Mertens, que optaba por un disparo cruzado que Grabara tapaba con una mano muy dura.
El Galatasaray estaba siendo el protagonista del encuentro en los primeros compases, con ocasiones claras de Icardi en dos ocasiones y dos de Aktürkoglu. El turco probaba suerte con un disparo cruzado desde la frontal que se marchaba rozando la madera y con un disparo desde el interior del área que se marchaba desviado por encima del travesaño. La más clara la tuvo el extremo turco que se topaba con el larguero con un tiro muy similar a los anteriores. Tras el inicio efusivo de los turcos, el Copenhague comenzaba a asentarse en el terreno de juego y se hacía protagonista de la posesión sin ocasiones destacables.
Un gol que llegaba en el momento en el que el partido estaba muriendo y el Galatasaray había bajado la intensidad de forma considerable. El gol visitante despertaba a los turcos que respondían con una ocasión clara a través de un remate de cabeza de Mertens que se marchaba rozando el palo. Esta sería la última de una primera parte muy atractiva.
La segunda mitad comenzaba con los mismos protagonistas pero con distinto guion. El Copenhague salía más incisivo y queriendo ser más protagonista. De hecho, la primera ocasión de la segunda mitad era por parte de los visitantes y volvía a ser un gol que subía el 0-2 en el marcador. El equipo dirigido por Neestrup estaba mostrando una efectividad espectacular. El gol llegaba tras un jugadón de Meling, donde el ex del Rennes hizo la pared con Achouri, rompiendo por dentro. Muslera salía a por uvas en una salida sin sentido en una pelota que estaba más cerca del córner que del área. El lateral danés vio la llegada de Gonçalves que remata a meta vacía para hacer el segundo y agrandar más la campanada.
El entrenador de Galatasaray, Buruk, daba una rápida respuesta introduciendo dos cambios. Daba entrada a Oliveira junto a Tetê por Mertens y Demirbay. La reacción no se producía y en el 65, ya había realizado cuatro cambios dando entrada a Zaha y Yilmaz para la salida de Ziyech y Aktürkoglu. La imagen de los turcos no estaba cambiando demasiado, pero en el minuto 72 se producía una jugada diferencial. Jelert que había visto la amarilla en el 52 por demorar un saque de banda, recibía la segunda en el 73 por una entrada muy evitable, dejando al Copenhague con 10 a falta de veinte minutos.
La curiosidad del partido ha sido la participación de Óskarsson. El joven futbolista entraba en el minuto 70 por Larsson y Neestrup decidía volver a sustituir al futbolista en el 75, dando entrada a Ankersen. Un cambio que responderá a la falta de obediencia en las indicaciones del técnico, puesto que al delantero no le había dado a participar demasiado. El Copenhague apostaba por replegar filas y defender atrás.
Una decisión que permitía al Galatasaray plantarse en campo contrario y una gran jugada de Tetê le servía el balón a Boey que definía con una espectacular volea al palo del portero para reducir las diferencias por un gol, sumando el 1-2 y haciendo rugir al estadio. La comunión entre el estadio y los jugadores estaba siendo espectacular y Zaha ponía la diferencia. El extremo encaraba a su par, ganaba un pequeño espacio y servía un espectacular centro que Tetê remataba de volea al primer contacto para sumar el empate a dos. Tras el empate, ambos equipos tenían más miedo de perder lo conseguido que de intentar sumar algo más, aunque es cierto que el Galatasaray acabó en campo contrario pero sin claridad de ideas.