Finalizó la operación de Lula da Silva: transcurrió sin complicaciones y se recupera favorablemente
El mandatario se sometió a una cirugía de cadera en la que le colocaron una prótesis y, posteriormente, fue intervenido en los párpados
Este viernes por la mañana, Lula fue ingresado en el Hospital Sirio-Libanés de Brasilia donde, horas más tarde, cerca del mediodía fue llevado a quirófano.
En una primera instancia, su médico personal, junto con la médica presidencial, Ana Helena Germoglio; y el encargado del procedimiento, Giancarlo Polesello; realizaron una artroplastia total de la cadera y le colocaron una prótesis híbrida, que se fija con cemento óseo y se ajusta directamente al hueso.
Luego, al concluir esta intervención sin inconvenientes, a las 13:13 horas, continuaron con una operación de párpados.
La blefaroplastia comenzó a las 15:00 horas y se extendió hasta las 16:16, y permitió al equipo médico eliminar el exceso de piel de sus ojos.
En total, intervinieron veinte profesionales.
Ahora, según Kalil, el Presidente está despierto “y conversando en la unidad de cuidados intensivos” y deberá comer y ser trasladado a una habitación normal en las próximas dos horas.
De continuar con una evolución positiva, se espera que Lula sea dado de alta a comienzos de la próxima semana, el lunes o martes, y esté en recuperación durante unas tres semanas en el Palacio de la Alvorada.
En este período, sin embargo, Lula podrá “trabajar con normalidad” y no cederá la dirigencia del país a su vicepresidente, Geraldo Alckmin. De todas formas, sí estará restringido en su movilidad y requerirá del apoyo de un equipo médico en su residencia.
Su gabinete aspira a que el mandatario esté fuerte y listo para retomar la totalidad de sus actividades para principios de noviembre, cuando tiene previsto un viaje a los Emiratos Árabes Unidos, donde se celebrará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28). Luego, tiene en agenda, también, una visita oficial a Alemania.
Lula, de 77 años, se sometió a la cirugía ya que sufría de fuertes dolores en la cadera, que datan de mediados del año pasado. Recientemente, comentó que las molestias eran tan intensas que le dificultaban dormir por las noches, sentarse y hasta estar de pie, y le daban “mal humor”.
A pesar de los riesgos normales que implica una operación con anestesia general, el Presidente se mostró “muy optimista” en todo momento y confió en que podrá “trabajar normalmente” las semanas posteriores.
Además, si bien deberá caminar con ayuda de un andador, ya adelantó que no será fotografiado con él ni con ningún tipo de asistencia. “No me verán de andador ni de muletas, me verán siempre guapo, como si no me hubiera operado”, bromeó este martes.
En los últimos días, se lo había visto, también, utilizando una mascarilla y había recortado algunas actividades de su agenda -por ejemplo, su visita a Sao Paulo- por “recomendación” médica.