F1 | GP DE JAPÓN / Verstappen da alas a Red Bull

Victoria cómoda del neerlandés y título de constructores para su equipo. Norris y Piastri, en el podio. Sainz fue sexto y Alonso, octavo cimentado en la salida.

Jesús Balseiro
As
Los semáforos se apagaron, los McLaren presionaron con todo a Verstappen en la salida. Piastri por el interior, Norris por el exterior. Max en el centro. Resistió la doble embestida el campeón, mantuvo la primera posición y… fin. Ganó el GP de Japón en una curva y dedicó las próximas 53 vueltas en construir una cómoda ventaja de casi 20 segundos. Regaló un triunfo a Honda en el circuito de casa, a escasos metros de la fábrica más importante, y también el sexto título de constructores a Red Bull, certificado este domingo. Dentro de dos semanas, en Qatar, conquistará su tercer Mundial de pilotos con toda seguridad. Puede hacerlo en el esprint del sábado. Ganó Verstappen, pero no emocionó. Y es quizás el único lunar del mejor piloto sobre la parrilla. Corre tan solo que no tiene con quien luchar. Y si nadie le ve pelear, ¿quién contará sus gestas?

Fue un domingo intenso en Suzuka, aunque la ventaja de Max diga lo contrario. La salida tuvo con Alonso destellos de genio: el asturiano adelantó a cuatro coches en 400 metros. Primero a Tsunoda y Russell, al poco de arrancar. Después a Pérez y Hamilton, enredados por el exterior de la dos cuando Fernando aprovechaba el interior. Se situó sexto. Adelantó su parada y llegó a superar virtualmente por ‘undercut’ a los Ferrari. Pero no, a las ocho vueltas de cada ‘stint’ el Aston Martin se convertía en calabaza y su ritmo se volvía paupérrimo. Sin velocidad en las rectas, tampoco tenía forma de defenderse cuando el resto le alcanzaban. Adelantaría también la segunda parada para llegar a las últimas vueltas ciertamente al límite. El octavo final, cuatro puntos sabe a premio.

La carrera, la poca que había, estaba delante. McLaren defendía las posiciones de podio con un Norris bastante más rápido que Piastri, mientras Ferrari y Mercedes se peleaban por todo lo demás. Russell jugó su carta de ir a una parada (actitud opuesta a la de Singapur) y soló con la cuarta plaza por momentos, pero Leclerc le cazó con mucho más ritmo al final en una carrera que invitaba a parar dos o incluso tres veces. El circuito trituró neumáticos, la degradación fue enorme con la pista a más de 44 grados. Sainz retrasó su último ‘pit-stop’ tanto, por si cazaba algún premio en forma de safety car, que regaló una plaza a Hamilton después de pasar toda la carrera pegado a Charles. Al menos se divirtió con unas últimas vueltas de enorme ritmo que le permitió pasar a Russell mientras Mercedes intentaba que Hamilton diera DRS a su compañero, al ‘estilo Carlos’ en Singapur, pero sin éxito.

Sólidos McLaren en el podio, Ferrari ganó a Mercedes

Para cuando Verstappen cruzó bajo la bandera a cuadros, con los mecánicos de Red Bull celebrando el título de fabricantes, al resto de los no doblados le quedaba más de medio circuito. Celebró igualmente McLaren, que subió a sus dos pilotos en el podio (Norris 2º, Piastri 3º con su primer top-3). El MCL60 enseña lo que se puede llegar a progresar en una temporada, y serán de nuevo muy fuertes en Losail, una pista de curva rápida que sacará lo mejor del coche naranja y lo peor de otros.

Ferrari batió a Mercedes en esa pelea por ser el primero de los perdedores entre los constructores. Leclerc fue cuarto, delante de un Hamilton (5º) perseguido hasta el último segundo por Sainz (6º). Alonso salvó el sufrido octavo contra los Alpine. Para el recuerdo queda la salida de PlayStation que regaló a los fans nipones, y al país que inventó el aparato. También gustó el último adelantamiento relevante del domingo, de Sainz a Russell. Para una afición que ha idolatrado a Senna, que le vio lo mejor y lo peor en sus duelos contra Prost; quizás no les llene del todo celebrar triunfos, de Honda también, pero vacíos por culpa de una superioridad tan aplastante. Hay que hacerlo, Verstappen lo hace y el otro Red Bull no (Pérez abandonó después de varios toques y otro sinfín de sanciones). Otros emocionaron. Pero ganó Max.

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