El Reino Unido dio marcha atrás en sus compromisos climáticos: aplazó hasta 2035 su veto a los autos con gasolina y diésel
“El debate sobre cómo vamos a alcanzar el cero neto (en emisiones) ha introducido una serie de propuestas preocupantes, y hoy quiero confirmar que, bajo este Gobierno, nunca ocurrirán”, sentenció el primer ministro Rishi Sunak
El principal anuncio afecta al veto a los automóviles nuevos que funcionan con gasolina y diésel, que ahora estarán prohibidos para la venta en 2035 y no en 2030.
Con esta medida, el Reino Unido está “alineando su enfoque” con el calendario previsto en la Unión Europea o en otros países, dijo Sunak, ante las críticas del sector del automóvil.
También anunció la relajación de las condiciones para la eliminación gradual de las calderas de gas a partir de 2035 y el abandono de una medida sobre la eficiencia energética de las viviendas que preveía fuertes restricciones para los propietarios. Además, eliminará los planes para impulsar el uso de coches compartidos y el reciclaje, entre otras medidas.
El Gobierno tampoco dará pasos para cambiar la “dieta” de los ciudadanos ni “dañará a los granjeros británicos poniendo tasas sobre la carne”, dijo Sunak, que asumió la jefatura de Gobierno en octubre de 2022, tras el descalabro de Liz Truss, y afronta unas elecciones generales, previsiblemente el próximo año, en las que el Partido Laborista parte como favorito.
“El debate sobre cómo vamos a alcanzar el cero neto (en emisiones) ha introducido una serie de propuestas preocupantes, y hoy quiero confirmar que, bajo este Gobierno, nunca ocurrirán”, declaró el primer ministro, que subrayó al mismo tiempo que no tiene intención de abandonar el compromiso de avanzar hacia las cero emisiones en 2050.
En julio, Sunak ya causó revuelo al prometer cientos de nuevas licencias para la exploración y explotación de hidrocarburos en el Mar del Norte. Este miércoles el primer ministro remarcó que no vetará nuevas prospecciones de crudo y gas en el Mar del Norte: ”Algo que simplemente nos haría dependientes de energía cara importada de dictadores extranjeros como Putin”, apuntó, y descartó cualquier impuesto para desincentivar los viajes en avión.
Y en junio el organismo independiente responsable de asesorar a Downing Street sobre sus políticas climáticas deploró la “preocupante lentitud” de la transición en el país, en particular para lograr los objetivos legalmente vinculantes para 2030.
“No podemos permitirnos debilitarnos ahora o perder nuestra ambición por este país de ninguna manera”, dijo el ex primer ministro Boris Johnson, que estableció el objetivo de 2030 para el fin de los automóviles que funcionan con gasolina y diésel.
Por su parte la Asociación de Fabricantes y Vendedores de Automóviles (SMMT) denunció la “confusión” e “incertidumbre” que genera esta decisión, y la oenegé Greenpeace dijo que “bajo el gobierno conservador, el Reino Unido ha pasado de ser un líder a ser un rezagado en el cambio climático”.