El presidente electo Bernardo Arévalo llamó a los guatemaltecos a protestar para defender la democracia

“Aquí hay un problema nacional. Lo que está en juego no es el futuro de Semilla. Lo que está en juego es la realidad, la viabilidad de las instituciones democráticas”, aseguró el dirigente

Arévalo explicó que han utilizado las acciones legales para frenar el embate de quienes no quieren que llegue al poder, pero declaró que es necesario el acompañamiento de la población guatemalteca.

Arévalo habla con sus colaboradores  (AP Foto/Moisés Castillo)
Arévalo habla con sus colaboradores (AP Foto/Moisés Castillo)

Convocó a defender la transición de poder en las calles la próxima semana.

Presentarán además un nuevo recurso legal para frenar las acciones de la fiscalía. “Es la primera vez que estamos nosotros invitando al pueblo de Guatemala a que nos acompañe en la calle. La primera vez que nosotros convocamos”, dijo.

“No solo es a una protesta, esperamos que tenga un carácter nacional, una protesta donde se vea que es una lucha, no de un partido o de Bernardo Arévalo contra el sistema, sino de un pueblo que se siente estafado contra un sistema que está intentado burlarlo” proclamó el presidente.

Que nos acompañe todo el pueblo. Queremos que vengan empresarios, campesinos, organizaciones indígenas, trabajadores, profesionales... La ciudadanía, que se sigue manifestando en las redes y que dice ‘¿qué vamos a hacer, a dónde vamos, qué tenemos que hacer?’ Bueno, pues éste es el momento de empezar a manifestar ese rechazo. Y eso sucederá muy pronto”. dijo Arévalo.

Un manifestante con un cartel en el que pide la renuncia de "golpistas", en un concentración para pedir también la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, en la Plaza de la Constitución en Ciudad de Guatemala (AP Foto/Moisés Castillo)
Un manifestante con un cartel en el que pide la renuncia de "golpistas", en un concentración para pedir también la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, en la Plaza de la Constitución en Ciudad de Guatemala (AP Foto/Moisés Castillo)

Él está comprometido y asiente que se ha logrado catalizar un sentimiento de esperanza en la gente y aún se asombra del apoyo a su elección. Se conmueve por las muestras de cariño de los guatemaltecos pese a los obstáculos que la fiscalía intenta poner a su elección.

“Los autos pasan de repente a las 12 de la noche tocando (la bocina), de repente pasan gritando ‘saludos Tío Bernie’ —el mote con los que los jóvenes llaman al presidente electo— y yo estoy consciente de que eso es la esperanza y la confianza que se ha depositado para ir en una dirección distinta a este pantano donde nos han mantenido sumidos”, dijo.

Sabe que las cosas en Guatemala no serán fáciles de cambiar, pero cree que sí hay autoridades públicas a las que les importa la gente y que se toman en serio la labor de conducir al país hacia una senda de desarrollo, con independencia de lo que se logre en los cuatro años de mandato.

El presidente Alejandro Giammattei garantizó al presidente electo Bernardo Arévalo que tomaría posesión el 14 de enero ( Europa Press/Fernando Chuy)
El presidente Alejandro Giammattei garantizó al presidente electo Bernardo Arévalo que tomaría posesión el 14 de enero ( Europa Press/Fernando Chuy)

No porque estemos aquí van a desaparecer los cientos de años de marginación, de discriminación... Los problemas de 30 años acumulados de asalto corrupto al poder no van a desaparecer, pero sí podemos empezar a cambiar, a hacer que la gente sienta que hay autoridades que respondan”, dijo.

Para ello, pide hoy el respaldo de la población al cambio de poderes.

Después de que se anunciaran los resultados de la primera vuelta de las elecciones generales del 25 de junio, la fiscalía arreció su acometida contra el proceso electoral, contra los integrantes de Semilla y contra Arévalo. Lo hizo justo una hora antes de que se oficializar el resultado que llevaba a Arévalo al balojato frente a la ex primera dama Sandra Torres, que por tres veces intentó conquistar la presidencia de Guatemala.

El contundente apoyo popular que dieron los guatemaltecos a Arévalo en la segunda vuelta, con un 60,91% de los votos, no disipó las actuaciones judiciales.

Un juez ya había ordenado suspender a su partido y allanar sedes electorales, pero la estrategia fiscal continuó esta semana con la apertura de cajas electorales que contenían votos emitidos por los ciudadanos, revisarlos, cotejarlos y volver a guardarlos, algo que la Ley Electoral y de Partidos Políticos faculta solo al Tribunal Supremo Electoral y a las Juntas Receptoras de votos.

La maniobra judicial causó indignación nacional y cosechó pronunciamientos internacionales de rechazo de decenas de organizaciones y gobiernos, como Estados Unidos o el bloque de países de la Unión Europea.

El día de los allanamientos al ente rector electoral se hizo viral un video en el que una funcionaria de la fiscalía revisa voto por voto.

Arévalo emite un suspiro profundo. “Ahhh, lo que sentí es indignación".

Con todas las limitaciones de nuestra democracia formal, ese espacio del proceso electoral y del conteo de votos había sido preservado, así como en el antiguo templo de Salomón donde estaba el Santasanctórum, donde nadie podía entrar porque nadie podía manchar con sus manos”, recalca. “Y ahí teníamos al fiscal... Manchando con sus manos ese lugar sagrado de la democracia. Es indignante”, se lamenta.

Su reacción consistió en suspender temporalmente las conversaciones con el gobierno saliente para la transición administrativa de mando. Tampoco lo hecha en saco roto.

“Hemos dicho que nos estamos retirando temporalmente, porque creemos que las condiciones no están dadas por esa contradicción profunda que existe entre la formalidad protocolaria entre un proceso de transición... y el acoso y persecución política ilegal que se hace desde el Ministerio Público”, aclara. Se retomará cuando se den “las condiciones necesarias”.

Eso por el lado político. Pero también está armando su estrategia judicial.

El presidente electo ha denunciado a la fiscal general, Consuelo Porras, a los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, y al juez Fredy Orellana, protagonistas desde sus puestos en lo que Arévalo considera una persecución contra él, con los miembros de Semilla y contra el Tribunal Electoral.

Precisamente, los cuatro señalados ya habían sido sancionados por el gobierno de Estados Unidos por socavar la democracia en el país, obstruir la lucha anticorrupción y realizar investigaciones y emitir resoluciones judiciales con fines políticos.

Arévalo defiende que el rechazo al acoso de la fiscalía es generalizado en todo el país, lo que muestra que se han quedado solos. Por ello, insiste, es necesario que renuncien a sus cargos.

“Aquí hay un problema nacional. Lo que está en juego no es el futuro de Semilla. Lo que está en juego es la realidad, la viabilidad de las instituciones democráticas”, reflexiona el político. “Vulnerar las elecciones de la manera grosera como lo está haciendo el fiscal... En ese marco ya no se puede sostener una es una democracia”.

Está consciente de que esta pugna tiene un trasfondo que le empuja a plantar cara y resistirse. “Uno a partir de ahí entiende que en el futuro van a hacer lo que quieran, lo que se les dé la gana, sin ningún tipo de tapujo”.

La misma noche en que fue proclamado ganador de las presidenciales, Arévalo se enteró de que había dos planes para asesinarlo. La Corte Interamericana de Derechos Humanos enseguida emitió medidas cautelares para que el Estado guatemalteco se hiciera responsable de su seguridad. Y él tuvo que cambiar su día a día.

Ahora se desplaza en caravana de varios vehículos, custodiado de agentes de seguridad privados y del Estado, que conforman varios perímetros de seguridad. Ante la consulta de qué le diría al Arévalo adolescente que volvió del exilio, el presidente electo respondió: “Un país, un pueblo que no tiene esperanza en su futuro es un pueblo que se rinde y se dedica a sobrevivir, al sálvese quien pueda, y eso es lo que nosotros estamos haciendo ahora. Han sido los jóvenes los que han captado la esperanza en Guatemala”.


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