El espíritu del samurái vive en Alonso: “No pararé pronto”

Fernando Alonso explica la conexión entre los guerreros del antiguo Japón con los pilotos: “Incluso morir era un privilegio, no un miedo”. Estrenará casco especial en Suzuka.

María Viñas
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Fernando Alonso ya lo venía advirtiendo desde hace meses. El GP de Japón es una de esas carreras marcadas con rojo en su calendario personal: “Si tuviera que decantarme por sólo un circuito, escogería Suzuka. Creo que es mi favorito. Cuenta con muchas curvas de alta velocidad”. Y el día por fin ha llegado. El español probará el Aston Martin por primera vez en el trazado japonés y, pese al fiasco de Singapur, las energías llegan renovadas ante una cita tan especial. Por ello, qué menos que estrenar un casco apropiado para la ocasión, homenaje a la cultura japonesa y, en especial, resaltando el espíritu del samurái con el que tan identificado se siente. Tanto que el asturiano incluso lleva un tatuaje de un guerrero del antiguo Japón en su espalda, llevando consigo una mentalidad le ha ayudado a mantener su hambre de competición y su lucha incansable frente a los grandes fracasos de la vida.

En una entrevista presenta por Crypto.com, el español es explica: “Creo que un piloto y un samurái están muy relacionados. Disciplina, confianza en uno mismo, sin miedo. Luchamos por un solo objetivo que es ganar. Incluso morir era un privilegio, no un miedo. En cualquier vuelta, en cualquier momento, en cualquier curva... hay peligro. Hay que estar preparado para lo que pueda pasar. Hay que entrenar, estar preparado”. E incluso reconoce sus mayores miedos: “Mi mayor temor es no hacerlo bien, no rendir, no ganar” y decepcionar a todas esas personas que están detrás del equipo. “Mi mayor miedo es no cumplir con lo que la gente espera de mi”, admite, porque, además, reconoce que “la vida trata más del fracaso que del éxito y tienes que lidiar con eso para volver más fuerte”. “Los samuráis usan esa fe en una batalla, esa rabia que llevan dentro para entrenar más duro. Yo voy preparado a la siguiente batalla, o carrera, un poco más preparado”, añade, hablando de ese espíritu de competición, ese “hambre interior” que lleva a los pilotos a atacar con “más fuerza que antes”.

Y sabiendo que “el miedo al fracaso afecta a tu rendimiento”, Alonso asume que hay que afrontarlos “para volver más fuerte”. “Hace falta disciplina”, admite, pero también hace falta fuerza mental para “distanciarte de cualquier pensamiento de fracaso” y estar dispuesto a “estar preparado para analizar los fracasos y aprender de los errores”. “No hay que ver el fracaso como una derrota. El fracaso y el deseo de superarlo son una fuente de motivación”, advierte y recuerda que “es imposible estar preparado para todo”. Eso sí, el esfuerzo nunca será en vano: “El 99% de las veces fracasas, pero por una vez que tengas éxito, toda la espera y el trabajo habrá merecido la pena”.

Su futuro en F1

“El deseo de la victoria siempre está ahí”. Y nadie se lo puede negar a Fernando Alonso. A sus 42 años, el asturiano vive uno de sus momentos más dulces en la Fórmula 1, una segunda juventud en la que sigue deseando ganar y que, pese a la dificultad que acompaña al campeonato, no termina de descartar. “El deseo lo tuve desde el primer día y sigo teniendo el mismo nivel ahora mismo”, advierte a sus rivales, que tendrán que aguantarle por más tiempo. Incluso más del que él mismo se podía llegar a imaginar: “Nunca pensé que estaría tanto tiempo en la F1 porque nunca me sentí parte del circo: todo el glamour, todo el espectáculo, todo lo demás que ocurre en el circuito más allá de las carreras. Correr en Fórmula Uno es lo que más me gusta hacer. Es la mejor categoría del mundo. Es la cumbre del automovilismo”.

Y con una motivación que sigue intacta o que, incluso, va más allá: “Cada carrera que comienzo, aunque no seamos lo suficientemente fuertes para luchar por la victoria, hay 1% de mí que, cuando cierro la visera y se apaga el semáforo, continúa con la esperanza de que es el día en que voy a ganar”. El deseo de la 33 llegó con fuerza a inicios del curso y, aunque la hegemonía de Red Bull o el paso adelante de Ferrari lo hace más complicado, sigue siendo el objetivo. Que se preparen todos sus rivales, porque una cosa deja clara: “No pararé pronto”.

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