El 40 por ciento de los pacientes recuerdan tener cierta conciencia durante experiencias cercanas a la muerte
Las descripciones de los casos de estudio incluyeron una percepción de separación del cuerpo
Ahora, los investigadores han documentado algunas de esas experiencias. En un estudio publicado recientemente en la versión en línea de la revista Resuscitation, se descubrió que casi el 40% de los pacientes recordaban hasta cierto grado lo que ocurría mientras estaban aparentemente inconscientes y muriendo. De estos, el 21.4% tenía un recuerdo lúcido de su experiencia.
“Estas experiencias lúcidas no pueden considerarse un truco de un cerebro desordenado o moribundo, sino más bien una experiencia humana única que emerge al borde de la muerte”, dijo el investigador principal, el Dr. Sam Parnia, cuando se presentó la investigación en una reunión de la Asociación Americana del Corazón el año pasado. Es médico de cuidados intensivos y profesor asociado en la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York en la Ciudad de Nueva York.
“Nuestros resultados ofrecen evidencia de que, al borde de la muerte y en coma, las personas experimentan una experiencia consciente interna única, incluida la conciencia sin angustia”, agregó Parnia.
El estudio involucró a 25 hospitales en Estados Unidos y el Reino Unido. Los investigadores estudiaron a 567 pacientes hospitalizados cuyos corazones se detuvieron durante su estancia entre mayo de 2017 y marzo de 2020. Todos los pacientes recibieron reanimación cardiopulmonar (RCP) de inmediato, pero solo el 10% fue dado de alta del hospital.
Las experiencias que describieron incluyeron una percepción de separación del cuerpo. Informaron observar eventos sin dolor o angustia. El tiempo también incluyó una evaluación significativa de la vida.
Estas experiencias de muerte fueron diferentes de las alucinaciones, delirios, sueños o la conciencia inducida por la RCP, dijeron los investigadores.
Los pacientes también fueron examinados en busca de actividad cerebral oculta durante este tiempo. Los investigadores encontraron picos de actividad cerebral hasta una hora después de iniciar la RCP. Estos incluyeron ondas gamma, delta, theta, alfa y beta.
Algunas de estas ondas cerebrales suelen ocurrir cuando alguien está consciente y realiza funciones mentales superiores, incluyendo pensar, recuperar recuerdos y percepción consciente, según los autores del estudio.
“Estas experiencias recordadas y los cambios en las ondas cerebrales pueden ser los primeros signos de la llamada experiencia cercana a la muerte, y las hemos capturado por primera vez en un estudio amplio”, dijo Parnia.
Todo esto sugiere que el sentido humano del yo y la conciencia pueden no detenerse completamente en el momento de la muerte, dijo Parnia. Esto es similar a otras funciones biológicas del cuerpo.
Los autores del estudio explicaron además que en la muerte, muchos de los sistemas de contención naturales del cerebro se liberan en lo que se llama desinhibición. Una persona tiene acceso a las profundidades de su conciencia, desde recuerdos de la infancia temprana hasta otros aspectos de la realidad.
Esto revela “preguntas intrigantes sobre la conciencia humana, incluso en la muerte”, añadió Parnia, señalando que se necesita más investigación.
Sin embargo, el estudio tiene sus escépticos.
“Este último informe de ondas cerebrales persistentes después de un paro cardíaco ha sido exagerado por los medios de comunicación. De hecho, su equipo no mostró ninguna asociación entre estas ondas cerebrales y la actividad consciente”, dijo el Dr. Bruce Greyson, profesor emérito de psiquiatría y ciencias neuroconductuales en la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia, a CNN. “Es decir, aquellos pacientes que tuvieron experiencias cercanas a la muerte no mostraron las ondas cerebrales reportadas, y aquellos que sí mostraron las ondas cerebrales reportadas no informaron experiencias cercanas a la muerte”.
Greyson, coeditor de “El Manual de Experiencias Cercanas a la Muerte: Treinta años de investigación”, dijo que él y el cardiólogo Dr. Pim van Lommel, un investigador holandés que se centra en las experiencias cercanas a la muerte, presentaron comentarios en la revista en los que señalaban la declaración del estudio de que “dos de los 28 sujetos entrevistados tenían datos de EEG, pero no estaban entre aquellos con recuerdo cognitivo explícito”.
“Todo lo que [el estudio] ha mostrado es que en algunos pacientes hay una actividad eléctrica continua en la cabeza que ocurre durante el mismo período que otros pacientes informan haber tenido ECE (experiencias cercanas a la muerte)”, dijo Greyson.
Parnia reconoció que el estudio no pudo relacionar la actividad eléctrica con una experiencia cercana a la muerte en el mismo paciente.
“Nuestro tamaño de muestra no fue lo suficientemente grande. La mayoría de nuestras personas no vivieron, así que no tuvimos cientos de sobrevivientes. Esa es la realidad”, dijo a CNN. “De aquellos que vivieron y tenían electrocardiogramas legibles, el 40% de ellos mostró que sus ondas cerebrales pasaron de línea plana a mostrar signos normales de lucidez”.
Además, dijo Parnia, las personas que sobreviven a menudo tienen recuerdos fragmentados o olvidan lo que experimentaron debido a la fuerte sedación en cuidados intensivos.
“La ausencia de registro no significa que haya ausencia de conciencia”, dijo Parnia. “En última instancia, lo que estamos diciendo es, ‘Este es el gran desconocido. Estamos en territorio desconocido’. Y lo principal es que estas no son alucinaciones. Son una experiencia real que surge con la muerte”.
