Duro golpe para Rusia: Ucrania reconquistó Klishchivka y se prepara para cercar la ciudad de Bakhmut
“Ucrania siempre devuelve lo que es suyo”, dijo el jefe de la oficina presidencial, Andrii Yermak. El control sobre esta aldea repercutirá en el balance de las fuerzas en esa zona del este del país
Maliar precisó que en la zona de Klishchivka, uno de los suburbios de Bakhmut, como resultado de las acciones ofensivas, las fuerzas ucranianas “tuvieron éxito”, sin ofrecer más detalles.
El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrii Yermak, publicó, por su parte, una foto de soldados ucranianos con la bandera del país hecha, presuntamente, en Klishchivka.
“Klishchiivka fue limpiada de rusos”, dijo, por su parte, Oleksander Syrskyi, comandante de las fuerzas terrestres del ejército ucraniano, en las redes sociales.
El anuncio se produjo después de que las fuerzas armadas de Ucrania dijeran el viernes que la aldea de Andriivka, también ubicada al sur de la ciudad ucraniana de Bakhmut (este), había sido retomada.
El control sobre Klishchivka, a menos de 10 kilómetros de Bakhmut, repercutirá seriamente en el balance de las fuerzas en esa zona y permitirá a los ucranianos asestar golpes en la retaguardia rusa.
Rusia, por el momento, tampoco ha comentado oficialmente la situación en esa aldea, y sus blogueros militares se han dividido entre los que dan por perdida la localidad y los que insisten en que el destino de la aldea aún no está echado.
A su vez, según Kiev, sus fuerzas también tienen éxitos en dirección a Melitopol, en el sur, donde infligen importantes pérdidas a las fuerzas rusas, “obligándolas a retirarse de las posiciones ocupadas”, señaló Maliar.
Paralelamente, Kiev mantiene la presión sobre Moscú con ataques de drones en territorio ruso.
Las defensas antiaéreas rusas derribaron esta noche dos drones que “pretendían atacar la capital” rusa, informó el alcalde capitalino, Sergei Sobianin.
El primer drone fue neutralizado en la localidad de Istra, en la región de Moscú, y el segundo, horas después, en Ramenskoye, a 50 kilómetros de la capital.
Según Sobianin, las informaciones preliminares indican que “no hubo daños ni destrucciones por la caída de fragmentos” de los aparatos derribados.
El Ministerio de Defensa de Rusia, informó, por su parte, del derribo de drones en la región de Moscú y la anexionada península de Crimea.
En Crimea, según los militares rusos, fue “repelido un intento del régimen de Kiev de llevar a cabo un ataque terrorista” con cuatro drones.
Rusia también registró hoy ataques con drones en Oriol, donde el avión no tripulado dañó un depósito de petróleo, en Tula, donde el drone se estrelló en un centro logístico, y en Voronezh, donde el aparato fue interceptado antes de impactar contra un objetivo.
La víspera, Rusia derribó dos drones en regiones fronterizas con Moscú que, aparentemente, también se dirigían a la capital rusa.
Según los militares rusos, el ejército del país resiste el empuje ucraniano en el este y el sur del país, donde repele los sucesivos ataques de las tropas ucranianas.
De acuerdo con el Ministerio ruso de Defensa, desde el inicio de la guerra en Ucrania sus fuerzas han destruido un total de 11.919 tanques y otros blindados enemigos.
Mientras, en los combates en distintos frentes solo en la última jornada fueron abatidos más de 600 soldados enemigos, señala el último informe castrense ruso, que sigue sin reconocer los avances clamados por Kiev.
En tanto, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, reiteró hoy en una entrevista que la guerra en Ucrania no tiene un final rápido y será “larga”.
“Debemos prepararnos para una guerra larga”, advirtió el político noruego.
Stoltenberg aseguró que si Kiev deja de luchar, “su país desaparecerá”, mientras si lo hace Rusia, “entonces tendremos la paz”.
El jefe de la OTAN también se mostró convencido de que tarde o temprano Ucrania pasará a formar parte de la alianza.