Dismorfia corporal, cómo la obsesión por los mandatos de belleza puede impactar en la salud física y mental
Las personas que padecen este trastorno sufren ante el espejo, porque solo ven defectos en su cuerpo, aunque estos no sean reales. Silvina Luna fue tal vez una víctima más de esta búsqueda interminable de perfección, que solo conduce a la insatisfacción, el dolor y, a veces, hasta la muerte
El médico, que posteriormente fue condenado a cuatro años de prisión, le aplicó una inyección de polimetilmetacrilato en sus glúteos con el objetivo de aumentar su volumen. Este procedimiento le desencadenó una serie de complicaciones médicas. La modelo padecía hipercalcemia e insuficiencia renal, afecciones que la obligaron a recibir tratamientos de diálisis durante cuatro horas al día, tres veces a la semana. Llegó a estar en lista de espera del Incucai para recibir un trasplante de riñón.
“Tuve muchas presiones. Y muy pocas herramientas también... Hacíamos teatro de revista y el cuerpo hegemónico era todo. Se usaban las tetas grandes y el culo acá arriba. Y yo me dejé llevar por eso, por buscar una seguridad en el exterior y querer cumplir con ese estereotipo. Eso me llevó a esa operación”, había contado la propia Luna en una entrevista con María Laura Santillán en Infobae.
“Siempre tenía esa exigencia… Que muchas tenemos, en distintos ámbitos, yo la depositaba en el cuerpo”, contó en aquella oportunidad y agregó: “Fui bastante inocente en ese sentido y además que me topé con un mal profesional. Los médicos tienen que hacer el bien, no lo que pasó. Pero yo me responsabilizo por haber ido y por haber tomado esa decisión”.
Finalmente dijo: ”Yo veo chicas de 20 años que se tocan la cara y ya empiezan con el botox, con los rellenos, y en algún momento somos esclavas de eso porque es un círculo vicioso, no parás más. Entonces, hay que tener mucho cuidado y realmente darse cuenta de lo valiosos que somos, que tenemos este cuerpito para esta vida y hay que cuidarlo. Y hay que nutrir no sólo lo físico, somos un todo y el físico es una parte, porque la salud mental es muy importante. Y alimentar el espíritu”.
La licenciada Gabriela Martínez Castro, psicóloga especialista en Trastornos de Ansiedad y directora de Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), explicó a Infobae que la dismorfia corporal “es el hecho de sentir que uno tiene un defecto cuando en realidad no es así, objetivamente hablando; sin embargo, la persona de modo subjetivo siente que tiene ese defecto y se obsesiona con él hasta lograr que los médicos la operen, para hacerlo desaparecer, pero después, por supuesto, aparecerá otro”.
Un trastorno relacionado es la telofobia o síndrome de Barbie, señaló Martínez Castro: “La telofobia es prima hermana, o mejor dicho, incluye de alguna forma a la dismorfia corporal porque esta también tiene como objetivo ser perfectos, solo que en este caso la persona se obsesiona con un defecto que a simple vista no lo es, pero para ella sí lo es, y se imagina que es terrible y por eso intenta, a cualquier precio, quitárselo.”
Qué es la dismorfia corporal
Conocida también como trastorno dismórfico corporal (TDC), es un tipo de trastorno obsesivo-compulsivo que “empuja” a las personas a buscar la perfección estética. Esto las lleva muchas veces a tener una autopercepción distorsionada de la propia imagen y que un pequeño defecto -o uno que ni siquiera existe- sea percibido como una alteración muy grave. Las personas afectadas se obsesionan con esas imperfecciones hasta llegar, por ejemplo, a desarrollar cuadros de ansiedad y a someterse a continuas cirugías estéticas con las que nunca quedan satisfechas.
Las personas que padecen dismorfia corporal sufren ante el espejo, no pueden aceptar estas partes de su cuerpo que consideran que son diferentes y que a menudo son percibidas como defectos. Por ello, se crea una obsesión en torno a estas partes específicas que llegan a causar traumas y problemas de salud mental e incluso física.
El doctor Fernando Felice, cirujano plástico, docente de la UBA y director del Congreso Masterhub, explicó a Infobae que el miedo a la imperfección es un problema actual que él ve a menudo en el consultorio. “Estamos acostumbrados a vernos con filtro, en un momento del mundo en el que toda la población se comunica a través de las redes sociales. Estamos habituados a ver la perfección a través de estos filtros, que no son reales, pero que generan crean en la gente una necesidad de verse así en la vida real”.
Ser consciente de que se tiene dismorfia corporal y poder identificarla es el primer paso para poder tratarla. Saber que existe ayudará a prevenir mayores daños cuando las personas comienzan a tener algunos signos de ello.
El doctor Felice agregó que la gente puede verse influenciada por imágenes filtradas en redes sociales, creyendo que esas personas que las postean son exitosas y lucen de cierta manera. “Por eso, es importante que los profesionales médicos ayuden a los pacientes a comprender la realidad de su apariencia actual y trabajar en resaltar sus rasgos positivos en lugar de buscar una perfección irreal. Para eso es necesario que haya profesionales serios con capacitación, ética profesional y buen criterio estético”, resaltó.
Señales de alerta
Los síntomas del trastorno dismórfico corporal pueden comenzar lentamente o aparecer de repente y suelen ser, según la Clínica Mayo:
- Estar extremadamente preocupado por un defecto percibido en la imagen que los demás no pueden ver o que parece poco importante
- Estar convencido de que se tiene un defecto que hace parecer feo o deforme
- Creer que los demás ponen especial atención en la propia apariencia de una manera negativa o que se burlan
- Tener comportamientos difíciles de resistir o controlar, tales como mirarse frecuentemente el espejo, arreglarse o rascarse la piel
- Intentar ocultar los defectos percibidos con el estilo, el maquillaje o la ropa
- Comparar constantemente la propia apariencia con la de los demás
- Buscar con frecuencia la aprobación de los demás en cuanto a imagen
- Tener tendencias perfeccionistas
- Buscar procedimientos estéticos con poca satisfacción
- Evitar situaciones sociales
La Clínica Mayo afirmó que es posible que la persona afectada se enfoque excesivamente en una o más partes del cuerpo, entre las que se incluyen las siguientes:
- Rostro, como la nariz, cutis, arrugas, acné y otras imperfecciones
- Cabello, como apariencia, debilitamiento y calvicie
- Apariencia de la piel y las venas
- Tamaño de las mamas
- Tamaño y tono muscular
- Genitales
Diagnóstico y tratamiento
Por lo general, el trastorno dismórfico corporal no mejora por sí solo. “Si no se trata, es posible que empeore con el tiempo y provoque ansiedad, facturas médicas extensas, depresión grave e incluso pensamientos y conductas suicidas”, advirtió la Clínica Mayo e indicó que el tratamiento suele combinar terapia cognitiva conductual con medicamentos.
La licenciada Martínez Castro dijo que cuando la dismorfia corporal empieza a impedir que la persona se manifieste y pueda realizar su vida cotidiana, necesita ayuda, como la terapia: “Este tipo de problemáticas no empiezan y quedan cristalizadas, sino que van avanzando sobre diferentes áreas hasta llegar a incapacitar la vida de quien las padece”.
Y sumó: “La terapia cognitivo-conductual, que es una terapia breve en el tiempo, focalizada en el problema, puede ser muy útil, ya que en un corto tiempo de duración, con tareas para hacer dentro y fuera de las sesiones, da muy buenos resultados”.