Daniel Garnero asume como DT de Paraguay, con la selección argentina en el horizonte cercano: “Puedo dirigir hasta al Titanic”
El DT dirigirá por primera vez a la selección guaraní frente al campeón mundial, en octubre en Buenos Aires
Si bien en un principio se barajó la posibilidad de que Garnero mantenga el doble comando entre la selección y Libertad, finalmente se determinó que se siente hoy por última vez en el banco del conjunto guaraní, cuando enfrente desde las 17 a San Lorenzo, por la Copa Paraguay en el estadio Arsenio Erico.
El fixture que le queda a Paraguay en 2023
En medio de los rumores que lo posicionaban como el candidato favorito para el puesto, tras el partido de Libertad contra Tacuary (contundente 4 a 0 de visitante), el DT se mostró orgulloso por ser considerado por la APF y fue contundente: “Nunca tuve el desafío de dirigir una selección pero a veces la vida te lleva por otros caminos. Puedo entrenar cualquier cosa, hasta al Titanic. Me siento preparado para dirigir lo que surja”.
Según se confirmó oficialmente, el nuevo DT de Paraguay será presentado este jueves por la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF). El vínculo será hasta final de las Eliminatorias, teniendo en el medio el desafío de la Copa América de Estados Unidos en 2024. Lo mismo que se había firmado con Barros Schelotto.
Garnero, de 54 años, inició su carrera como entrenador interino de Arsenal en 2008, en reemplazo de Gustavo Alfaro. Luego, en 2010, asumió en Independiente, donde había brillado como futbolista en la década del 90. En 2010, por recomendación de César Luis Menotti (por entonces manager del equipo de Avellaneda), fue el elegido para suceder Américo Gallego. Allí dirigió apenas 7 partidos, entre los que estuvieron los dos en los que dejó en el camino Argentinos Juniors al derrotarlo 1 a 0 de local e igualar 1 a 1 en la Paternal, por la segunda fase de la Sudamericana 2010, que finalmente ganó el Rey de Copas.
Luego de experiencias en el ascenso al frente de San Martín de San Juan, Banfield e Independiente de Rivadavia con suerte dispar llegó a Paraguay en 2015 como DT de Sol de América y más tarde tuvo pasos por Guaraní (2016-2017), Olimpia (2018-2020) y Libertad (2021-2023). Con los tres se consagró campeón de Primera División del fútbol paraguayo. Esta será su primera experiencia al frente de un seleccionado.
El desafío inmediato de Garnero serán los partidos por las fechas 3 y 4 de las Eliminatorias, ante Argentina en Buenos Aires, el jueves 12 de octubre en el Monumental. Allí volverá a cruzarse con Lionel Messi. “Recuerdo la primera vez que lo vi en vivo. Fue en 2004 o 2005, yo dirigía el selectivo de Arsenal y armamos un partido con la Sub 20 en Ezeiza. Nos ganaban 2-1 el primer tiempo, y en el segundo entraron dos enanos de 16 años. Nuestros centrales medían 1,90 y al ver que entraban estos pibes, les dije: ‘Ojo, tengan cuidado con estos pibes, que son chiquitos’. ¿Resultado? Pancho Ferraro cortó el partido a los 20 minutos de ese segundo tiempo porque estos enanos hicieron un desastre, metieron dos golazos cada uno y tenía miedo de que los cagaran a patadas. Fue una cosa de locos, increíble. Ahí pregunté y me dijeron que era el pibe que jugaba en Barcelona”, contó en un reportaje con LA NACION en 2019.
Cinco días más tarde de debutar en su nuevo cargo en su país será el estreno de local en Ciudad del Este, frente a Bolivia.
El elegido de Menotti que fue dirigido por Bochini
Además de que una eminencia como César Luis Menotti apostara por él para hacerse cargo de un contexto caliente de Independiente en 2010, Daniel Garnero tiene una historia muy particular en relación a sus comienzos: lo dirigió Ricardo Bochini, nada menos que un prócer de la historia del Rojo.
Al respecto, en un envío de “Las 100 preguntas...” que el periodista Diego Borinsky realiza para LA NACION, contó: “El Bocha nunca fue de hablar mucho, pero hay hechos que hablan por sí mismos: incorporó a varios refuerzos, pero ninguno en mi posición, una manera de darme su apoyo, confiaba en que podía llevar la 10. El consejo que me dio fue que si quería meter dos pases de gol por partido tenía que intentar 20 pases, que la agarrara. “Pedila todo el tiempo”, me decía. Y eso me marcó. En Independiente, como también lo veo ahora en Olimpia, la tribuna es muy exigente, se escucha el murmullo si errás dos pases. Entonces, hay tener la paciencia y la personalidad para insistir. En un equipo, el 10 tiene que jugar a perderla y el equipo debe estar preparado para asumir ese riesgo. Y los delanteros estar atentos a que te guiña un ojo y te mete la pelota de gol. El 10 es el jugador que ve cosas que otros no ven, o que la ven un segundo antes”.
De todas maneras, su gran sueño sigue estando en Avellaneda y lo dijo cuando comenzó como entrenador. “Me gustaba la idea de cerrar un ciclo hermoso con el club en el que fui campeón en Quinta, Cuarta, Reserva, Primera e Internacionalmente. O sea: en todo lo que participé en Independiente tuve la suerte de ser campeón y hoy, que estoy en otra profesión, salir campeón con el club que me dio tanto sería un sueño”, declaró en 2019 en esa misma charla. Aunque allí mismo explicó por qué se ve lejos del regreso a su país de origen: “Me encanta ver todo lo que pasa en el fútbol argentino: partidos y resúmenes, pero estoy muy cómodo en Paraguay, y el tiempo que te demanda esta profesión es grande. Cuando te tomás tu trabajo con seriedad y responsabilidad, tenés muchas cosas para mirar y estudiar. A mí me gusta estar encima de todo, a pesar de contar con un staff súper responsable. Y eso demanda mucho tiempo. Después, siempre que tengo un hueco, miro partidos y resúmenes del fútbol argentino. Me apasiona y porque me sirve para ver jugadores”.