Boca no hace pie en la Copa de la Liga ni cuando pone a su equipo casi ideal y se llena de dudas

Perdió por primera vez en Florencio Varela y acumula tres caídas seguidas por 1-0 en la competencia local; a fin de mes recibirá al equipo brasileño

En la tarde-noche se exponían diversas necesidades xeneizes. Defensa y Justicia exige por su claridad conceptual y su identidad definida desde hace años. Entonces, para Boca era una buena oportunidad de poner lo mejor, o casi todo, ya casi al comienzo de la ansiosa cuenta regresiva para el cruce con Palmeiras, del jueves 28 de este mes.

Jorge Almirón apostó prácticamente por su equipo ideal, pensando en Palmeiras, y se llevó la primera derrota de Boca en Florencia Varela.
Jorge Almirón apostó prácticamente por su equipo ideal, pensando en Palmeiras, y se llevó la primera derrota de Boca en Florencia Varela.LA NACION/Gonzalo M. Colini

Hora de asentar. A excepción del arquero Javier García (Sergio Romero descansó), el entrenador Jorge Almirón eligió la estructura más titular de todas: el 4-1-4-1 que más comodidad le dio a su equipo, con la utilización de dos laterales en cada costado, Marcelo Weigandt y Luis Advíncula por la derecha y Frank Fabra y Valentín Barco por la izquierda, más Edinson Cavani como único 9. También era cuestión de seguir afirmando a Guillermo Fernández, que se había adueñado del puesto de volante central tras el vacío de la salida de Alan Varela y la no incorporación de un número 5.

Actuar en el estadio “Tito” Tomaghello era un buen examen. La felicidad de estar entre los cuatro mejores del continente no enmascaraba la floja cantidad de triunfos: apenas uno en los últimos ocho encuentros (3-1 a Platense), sin imponerse fuera de casa en las últimas tres ocasiones (derrota contra Sarmiento e igualdades coperas sin goles con Nacional y Racing).

A Edinson Cavani no le llega la pelota cerca del área y el uruguayo debe bajar a generar juego; fue más asistidor que definidor ante Defensa y Justicia.
A Edinson Cavani no le llega la pelota cerca del área y el uruguayo debe bajar a generar juego; fue más asistidor que definidor ante Defensa y Justicia.LA NACION/Gonzalo M. Colini

Boca fue uno hasta los 21 minutos en Florencio Varela. Robó rápido la pelota, presionó bien, controló el juego del local y aprovechó los espacios que le proporcionó el desconcierto de los dirigidos por Julio Vaccari. Tuvo una doble oportunidad por medio de la zurda de Barco. Pero la segunda fue el punto de inflexión en el encuentro: cuando el disparo cruzado iba a inflar la red, apareció Santiago Ramos Mingo (ex futbolista de Boca) y despejó la pelota cerca de la línea. Inmediatamente, un contragolpe de Defensa que no concretó Gastón Togni con una volea. Parecía algo aislado, pero no lo era.

El equipo diseñado por Almirón entró en pánico. Se apagó. Y el local aprovechó para tomar el mando, con un tiro libre que contuvo García y un remate desviado de media distancia. Azotó con una doble oportunidad en una fracción de segundo cuando se terminaba el primer período: el travesaño y luego Marcos Rojo salvaron en la línea cabezazos de Nicolás Fernández y Nicolás Tripichio, respectivamente. Hasta que, en el único minuto adicional, el Halcón tomó mal parado al adversario y “Uvita” definió lucido para que el descanso tuviera arriba al anfitrión.

El gol de “Uvita” Fernández

Y se sostuvo durante el segundo período. Boca, como empieza a acostumbrar en el ciclo de Almirón, encuentra esporádicas sociedades rápidas e interesantes, pero son muchos más los momentos de vacío de ideas, aun teniendo la pelota mucho tiempo, como este viernes. Y casi no exigió a Enrique Bologna. Barco salió por un corte en la cara (le dieron cinco puntos de sutura en el pómulo izquierdo). Defensa ya nunca sintió incomodidad pese a apostar un tiempo completo a los contraataques.

Compacto de Defensa y Justicia 1 vs. Boca 0

La vacante del 5 sigue abierta: “Pol” siente mucho más esa posición que la de interno, pero eso es tan cierto como que expone su inexperiencia en el puesto cada vez que barre a destiempo. Se ganó una tarjeta amarilla y fue uno de los primeros en salir. Siguen sin llegar las pelotas de gol que Cavani espera: el uruguayo se obliga a colaborar en la zona defensiva para sentirse útil; una preocupación.

A Boca no le funciona nada y acentúa sus series negativas. Está en una semifinal de la Copa Libertadores, pero cada granito de arena que cae dentro del reloj es una duda más. ¿Dónde está el mejor Boca?


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