TOULOUSE 1 - PSG 1 / Mbappé no es suficiente
El PSG de Luis Enrique volvió a estrellarse a pesar de que el delantero, suplente, revolucionó el partido y puso por delante a su equipo.
Luis Enrique no deja a nadie indiferente y es valiente en sus decisiones. El asturiano realizó cambios en el once, pero dejó en el banquillo a Ousmane Dembelé y Kylian Mbappé, esperados en la alineación por todos los medios franceses. Al llevar apenas una semana de entrenamientos, el asturiano consideró que lo mejor era que no fueran titulares.
El primer tiempo del PSG volvió a ser imponente, como ante el Lorient la semana pasada. Dominó de principio a fin a un Toulouse que llegó agonizando al descanso por la asfixiante presión de los parisinos. Achraf, en la derecha, fue uno de los más incisivos, forzando la intervención de Restes. Gonçalo Ramos, a pase del marroquí, perdonó una ocasión flagrante para el PSG y el portugués estuvo a un paso de marcar el primero al borde del descanso, pero Restes otra vez estuvo impecable. Mbappé comenzó a calentar en el minuto 30, en una evidencia de que el PSG le necesitaba en el segundo tiempo ante su falta de gol.
A Kylian Mbappé le bastaron tan solo diez minutos para volver a ser importante. Entró en el minuto 51 y en el 60 ya había marcado las diferencias. En un desmarque marca de la casa, indetectable al espacio, el de Bondy forzó el penalti de Nicolaisen, que pitó el árbitro tras consultar con el VAR, y se encargó de lanzar la pena máxima para estrenar su casillero esta temporada. Un gol de redención, de reconciliación con los aficionados (se fue al fondo de los ultras desplazados a celebrarlo) y de salvador para Luis Enrique, que no encontraba la fórmula para desarbolar los repliegues rivales.
El PSG volvió, como en la pretemporada, a complicarse un partido que tenía controlado. Justo cuando el Toulouse estaba más sometido en el segundo tiempo, Les Violets se encontraron de la nada una situación de gol. Achraf pisó la bota de Aboukhlal sin querer y el colegiado no titubeó para señalar penalti. El marroquí no perdonó desde los once metros y convirtió el tramo final en un correcalles total. Un empate espeso para Luis Enrique, que no conoce la victoria en París.