Racing: Agustín Ojeda, la joya de 19 años de la Academia que aprendió de sus errores y ahora no para de gambetear
El extremo que comparan con el Perrito Barrios aprovechó la chance que le dio Gago en la Copa Libertadores y se perfila para ser una de las cartas ofensivas ante Boca
Ojeda nació en Rosario el 19 de junio de 2004. Llegó a la mitad celeste y blanca de Avellaneda con edad de infantiles, apenas 11 años. En este mes de irrupción, más allá de la alegría por sus goles, sus desbordes y la firma de su primer contrato, entre los responsables del fútbol amateur de la Academia hay una alegría generalizada por un dato particular: el rosarino es el primer chico que atraviesa todas las categorías de Inferiores en Casa Tita, como se llama la pensión del club, y logra asentarse en Primera.
“Es difícil porque cuando apenas llegan todo es lindo. Después corren los años y en sus casas siguen pasando cosas que ellos se pierden. Nacimiento de hermanos, fallecimientos, día del padre, de la madre, etc. Y ellos siguen acá, dejando todo por su sueño que a veces parece muy lejano, aunque no lo es tanto. Agus (Ojeda) siempre tuvo una familia presente y al ser como es, tan buena persona, siempre hizo buenos vínculos con sus pares y con toda la gente que trabaja en Casa Tita y el colegio del club”, explica Cecilia Contarino, encargada de la pensión desde hace 15 años.
A Ojeda lo bautizaron “Trapo” apenas llegó al club. El subcoordinador de Inferiores de aquel momento, Carlos Maza, le puso ese apodo que aún lo acompaña por su contextura física. Sin embargo, se abrió paso a pura velocidad y desparpajo. En 2021, tuvo convocatorias a la selección juvenil Sub 20 de Javier Mascherano, donde compartió plantel con Valentín Barco, un posible duelo del próximo miércoles en La Bombonera. El 14 de marzo de 2022, con apenas 17 años, le llegó el estreno en Primera División. Fue en una goleada de Racing por 4 a 0, ante Atlético de Tucumán, como visitante.
Ojeda fue el primer juvenil que hizo debutar Fernando Gago en este ciclo que ya lleva 100 partidos y 14 estrenos de jugadores formados en el Tita. Desde aquella aparición, Trapo tuvo que aguardar más de 15 meses para tener otra chance. Recién el 17 de junio de 2023, en el triunfo por 3 a 1 ante Vélez, volvió a tener minutos. “Agustín tuvo un error, sinceramente, y se tuvo que ir a entrenar con Reserva. Aprendió y ahora está jugando en Primera. Es parte del proceso formativo y de la enseñanza”, explicó Gago tras el triunfo ante Atlético Nacional. “¿Qué cambió? Di vuelta la página y seguí. Me equivoqué y supe reponerme”, fue la escueta explicación del delantero de 19 años, que firmó contrato hasta 2026 con una cláusula de rescisión de 16 millones de dólares.
En esa conferencia de prensa tras haber sido la figura para la clasificación a los cuartos de final de la Copa, Ojeda dejó ver toda su timidez. “Trapo es de encarar, de apuntar a los defensores y de encarar. Es atrevido para jugar. Hay algunos que son muy obedientes para el juego, él tiene esa rebeldía. Afuera es muy tímido, para adentro, callado, muy tranquilo. Pero en la cancha se transforma. Encuentra su hábitat y saca su mejor versión”, lo describe Miguel Gomis, referente del Predio Tita y del fútbol amateur académico, que acompañó la evolución de Ojeda en toda su trayectoria en Inferiores. “Es de una contextura física muy chiquita. Al tener una estructura ósea tan chica nos costaba que crezca. No se le puede agregar mucha masa muscular. Pero fue mejorando de a poco. Es como el Perrito Barrios, que pudo armar una buena caja y se nota la diferencia”.
Ojeda es uno de los exponentes de la categoría 2004, una camada que en la mitad celeste y blanca de Avellaneda genera ilusión desde hace rato. Al delantero se le suman Tobías Rubio, Catriel Cabellos y Tomás Avilés, algunos de los que lograron asomar hasta el momento. Con Rubio son una sociedad que transitó todas las categorías. Se notó en el partido ante Atlético Nacional con sus encuentros por la banda derecha.
Racing encontró a Ojeda en un Torneo Regional, en Rosario. Junto a Trapo llegó Lautaro Ronchi, también rosarino, también categoría 2004. Compartieron cada una de las divisiones juveniles y de los años en Casa Tita. A principios de este 2023, Lautaro recibió una bala perdida en el barrio La Tablada de Rosario. Estuvo al borde de la muerte cerebral. Aún continúa con su recuperación. “Con Lautaro llegaron juntos. Eran y son como hermanos. Siempre cuando Agus extrañaba de chiquito, Lauta lo levantaba. Uno era el salvavidas del otro. Lau va mejorando gracias a Dios. Va dando pequeños enormes pasos en su recuperación. Seguimos en contacto con la familia. Somos familia nosotros también. Son muchos años de compartir la vida de los chicos. El club sigue respondiendo a Lau y a su flia. Saben que acá estamos y vamos a seguir estando siempre”, cuenta Contarino.
Así comenzó el 2023 para Agustín Ojeda. De aquel angustioso arranque por la desgracia de su amigo Lautaro, a este presente deportivo que ilusiona. Tras las lesiones de Johan Carbonero y la salida de Matías Rojas, Gago se había quedado sin variantes que jugaran como extremo. Primero les llegó la chance a Emiliano Saliadarre y a Baltasar Rodríguez. Pero Ojeda comenzó a hacerse notar con su velocidad y sus amagues en cada ingreso. Se abrió lugar. Y se quedó con el puesto. “No da ninguna pelota por perdida. Con alguna pelota larga quizá otro desacelera y dice bueno, ya está. Él saca una marcha más y llega”, lo describe Gomis, en un movimiento similar al que derivó en el tercer gol ante Atlético Nacional.
Además de esos dos partidos en los que jugó de entrada en el Cilindro, Ojeda solo tuvo una titularidad más: en el Monumental, en la caída por 2 a 1 ante River. Aún a la espera de conocer qué equipo pondrá Gago el próximo miércoles, es probable que sume su cuarta titularidad en La Bombonera, por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Nada menos.