Nicolás Petro y Day Vásquez se declararon inocentes de los cargos de enriquecimiento ilícito
El fiscal Mario Burgos señaló que los ingresos del hijo del presidente no se sustentan en los ingresos y habría un enriquecimiento injustificado de hasta $1.053 millones de pesos
La Fiscalía también tiene pruebas de la negociación por parte de Petro Burgos de una mansión avaluada en 1.600 millones de pesos, para los que se entregó un abono de 700 millones de pesos. Además, la compra de otros bienes que se habrían adquirido mientras convivía con Daysuris Vásquez.
Fiscal Mario Burgos le sacó cuentas a Nicolás Petro
El fiscal Mario Burgos señaló que Nicolás Petro, para el 2022, hizo gastos por encima de $1.400 millones en la compra de dos lujosas viviendas, un vehículo de alta gama y una serie de artículos de marcas exclusivas. Sin embargo, para ese año solo tenía unos 280 millones de pesos en su cuenta bancaria, por lo que el incremento patrimonial injustificado ascendería a más de 1.053 millones de pesos.
“Estos no son el resultado ni fruto de su trabajo, sino los constantes ingresos, como lo evidenció la señora Daysuris del Carmen Vásquez, ingresos clandestinos e irregulares de dinero desde enero de 2021 hasta finales del año 2022 que hoy en día se actualizan con el dinero encontrado en su casa”, señaló el fiscal Burgos.
Según la Fiscalía, Nicolás Petro solo tiene ingresos por su trabajo como diputado del Atlántico y no tenía ninguna inversión, préstamo o ingreso adicional. Las compras se hicieron a nombre de terceros, y Day era la administradora de esos recursos. “Hay que mover las tarjetas o pagar en efectivo”, fue la recomendación que le hizo Petro Burgos a su entonces esposa.
Pese a que el fiscal Burgos abrió la puerta a que Vásquez firmara un principio de oportunidad, ella no se allanó a los cargos. Según el fiscal, está dispuesta a continuar con la colaboración con la justicia, por lo que la negociación seguiría fuera de los estrados judiciales.
El fiscal señaló que Burgos y Vásquez actuaron juntos en el lavado de activos, debido a que quien presuntamente recibía el dinero era el diputado y ella era la encargada de administrarlo y ocultarlo. Esto habría ocurrido en transacciones en efectivo y el dinero se almacenó en cajas fuertes y maletas al interior del apartamento de la pareja en Rosales, en Bogotá y en uno en Barranquilla.
El lavado de activos se sustenta en que las propiedades, dos predios y un vehículo se adquirieron presuntamente a nombre de terceros, entre ellos el tío de Day, César Vásquez, quien aparece como titular de un lote en Tubará y una vivienda lujosa en el norte de Barranquilla.