MUNDIAL | JAPÓN 3-1 NORUEGA / ‘Tiki-taka’ y a cuartos

Japón muestra su versión más dominadora ante una Noruega con poco colmillo que sucumbe ante los goles de Engen, en propia portería, Shimizu y Miyazawa.

Marta Griñán
As
Favoritismo confirmado. Japón volvió a cambiar de piel y mostró su versión más dominadora ante una Noruega con poco colmillo que sucumbió ante el tiqui-taca nipón (3-1) con goles de Engen, en propia portería, Shimizu y Miyazawa, máxima realizadora del torneo con cinco dianas. El empate de Reiten en la primera mitad se quedó en espejismo. Las dos selecciones clasificadas del grupo A, Suiza y el mencionado cuadro nórdico, han dicho adiós al Mundial este sábado.

Diferente rival, diferente plan. Ikeda recuperó para su once inicial a Hasegawa, Tanaka y Fujino, sacrificadas en el 4-0 endosado a la Selección española, y la posesión de balón fue japonesa. Enfrente estaba una Noruega que, tras golear a Filipinas para sacarse el billete a octavos, volvió contar con Engen de titular. Así parecía consumarse la reconciliación con la entrenadora Hege Riise cuyo semblante parecía petrificado después del gol en propia portería de la centrocampista de Melhus al cuarto de hora, cuando intentó controlar un centro desde la izquierda de Miyazawa que acabó en el fondo de la red defendida por Mikalsen. Si buscaban una eliminatoria emocionante, la iban a tener.

Porque las asiáticas juegan al fútbol a las mil maravillas y las europeas forzaron el brillo de sus estrellas. Graham Hansen avistó a Boe Risa profundizar por banda derecha y del United puso un centro perfecto desde línea de fondo que Reiten envió a las mallas con un frentazo perfecto desde el punto de penalti. Tablas. Vuelta a empezar. Hasegawa, con esos aires de Aitana, movía el balón con un criterio al alcance de pocas. Shimizu y Endo se asomaban al área desde sus carriles y la primera tuvo el 2-1 al filo del descanso. Las Nadeshiko trataban el cuero con delicadeza, jugaban bello, llegaban al área con fuerza. Llevaban por bandera todo lo que representa la flor que les da su sobrenombre.

Y Noruega esperaba su oportunidad. Con Hegerberg en el banquillo, Sophie Roman Haug cargaba con el peso del ataque, pero apenas le llegaban balones. A las nórdicas les faltaba protagonismo y las japonesas jugaban a otra velocidad. Presión, robo, toque. Presión, robo, gol. Boe Risa lo sufrió. Dejó un balón muerto en área propia ante el que Tuva Hansen no reaccionó y Shimizu robó para batir a Mikalsen. 2-1. Las de Ikeda iban escribiendo el nombre de su selección en cuartos de final. Las europeas, defendiendo con bloque bajo, no reaccionaban. Hege Riise, en el área técnica, tampoco. Los cambios llegaron en el 63′: Maanum y Saevik. No fueron suficientes, así que la seleccionadora se vio obligada a meter toda la carne en el asador. Ada Hegerberg entraba en escena, Noruega se lanzaba a por el empate y Japón pasaba a jugar al contrataque.

Y qué contrataque tiene Japón. Letal. Que se lo digan a España... Las nórdicas también probaron la medicina de Ikeda: diagonal al espacio, de Fujino a Miyazawa, y chut pegadito al palo. Golazo. Hubo tiempo para que Yamashita se luciera con una parada estratosférica ante Saevik. Para nada más. El fútbol de esta selección nipona es tan bonito como los amaneceres rosados del Monte Fuji. Y ya espera rival en cuartos.

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