Los dilemas de Boca: arriesgar o no a Barco desde el inicio ante Racing y qué dibujo táctico utilizar en Avellaneda

El Colo se recupera de un desgarro leve en el psoas izquierdo; ¿por qué al xeneize le cuesta tanto los partidos mano a mano?

Por lo pronto, la presencia o no de Valentín Barco incidirá directamente en la planificación. Porque aunque apenas lleva jugados 21 partidos oficiales, el Colo se erigió como una pieza clave dentro del engranaje xeneize. Por calidad, por claridad conceptual del juego, por su precisión con la pelota (ya sea para dar un pase a un compañero, para cambiar de frente o para enviar un centro a la cabeza) y por su guapeza. Un atrevido de 19 años que hace levantar a los hinchas cada vez que lo ven en vivo en la Bombonera y que, más temprano que tarde emigrará, a un equipo grande de Europa.

Pero Barco se lesionó en la ida. Quedó sentido después de una fuerte entrada de Tobías Rubio y en el inicio del segundo tiempo pidió el cambio por una molestia muscular. Los estudios médicos arrojaron el diagnóstico: “Lesión muscular grado ½ en el psoas ilíaco izquierdo”. La traducción sería “desgarro leve”. En cualquier otra circunstancia, en ese mismo momento Barco hubiera quedado descartado del desquite de este miércoles. Sin embargo, una luz de esperanza ilumina al equipo de la Ribera con su posible presencia en Avellaneda.

La ilusión se apoya en algo cierto: como no llegó a ser un desgarro en el cuádriceps o en el aductor, zonas más delicadas para el esfuerzo que implica volver a jugar tan pronto, el Colo podría llegar a estar disponible gracias a su juventud, que le juega muy a favor en estas circunstancias.

Desde que supo qué tiene, Barco trabaja de manera especial con el cuerpo técnico para llegar de la mejor manera al miércoles. Ahora bien, será decisión de Almirón utilizarlo o no desde el inicio del partido, o resguardarlo y que arranque en el banco de suplentes. ¿Por qué? Porque existe el riesgo de que se resienta de su molestia y el equipo xeneize deba realizar un cambio demasiado rápido, factor que puede afectar al normal desarrollo de un partido tan importante, en el que todo se resolverá por detalles.

En este contexto, sorprende que Marcelo Saracchi haya jugado todo el partido en la derrota 1 a 0 ante Sarmiento. Con Barco entre algodones, el uruguayo podría haber sido una alternativa como titular en Avellaneda, jugando por delante o por detrás de Frank Fabra sobre el lateral izquierdo. Pero se deduce que eso no ocurrirá, de lo contrario hubiera disputado menos minutos en Junín.

Barco, desconsolado, pide el cambio ante Racing
Barco, desconsolado, pide el cambio ante RacingAnibal Greco

Lo mismo ocurre con el otro lateral. Lucas Blondel jugó el último domingo los 90 minutos (donde además fue expulsado durante el tumulto del final) y entonces parece haber quedado descartalo desde el arranque. Cabe recordar que llegó hace semanas como un refuerzo que suponía darle un salto de calidad a ese sector.

Más allá de este caso puntual, también es una incógnita saber cómo saldrá a jugar Boca en el Cilindro. De local, Almirón presentó un planteo cauto, con Figal, Rojo y Valentini conformando una línea de tres, Advíncula, Pol Fernández y Equi Fernández junto a Medina y Fabra en el medio, y arriba Cavani y Barco. Un dibujo que se potenció ante la decisión de sacar a Advíncula: el DT xeneize le dio prioridad a cuidar la franja derecha con Weigandt, en detrimento de lo que aporta el peruano con su intensos trayectos y velocidad cuando se suma al ataque.

A esto se le suma un dato estadístico que, si bien trasciende la actualidad, no deja de pesar: ya son 10 los partidos de etapas mano a mano que Boca no puede ganar en los 90 minutos. La última vez ocurrió el 23 de diciembre de 2020 en la Bombonera, también por los cuartos de final y el mismo rival (Racing). Entonces, los goles fueron convertidos por dos futbolistas que ya no forman parte del plantel: Eduardo Salvio y Sebastián Villa, de penal.

El último triunfo de Boca en partidos mano a mano

Luego de aquella victoria se encadenaron una derrota y nueve empates, ocho de ellos 0 a 0. Con dos eliminaciones y una clasificación por penales. A saber: 0 a 0 y 0-3 con Santos (semifinales 2020), 0 a 0 de local y de visitante con Atlético Mineiro (derrota 1-3 en la definición), 0 a 0 en San Pablo y en la Bombonera ante Corinthians (caída desde los 12 pasos 5-6), 0-0 en Montevideo y el 2 a 2 en Brandsen 805 contra Nacional (triunfo por penales 4-2) y el 0 a 0 del miércoles pasado con Racing.

Boca debe mostrar su intención de salir a ganar en pos de seguir avanzando en la Copa. Sin embargo, hasta el momento su perfomance como visitante fue discreta. En esa condición, en la presente realización de la Copa cosechó 5 puntos de 12 posibles (0 a 0 con Monagas en Venezuela, 2-0 a Colo Colo en Chile, 0-1 ante Deportivo Pereira en Colombia y, ya por los octavos de final, 0-0 ante Nacional en Montevideo). Más claro: en tres partidos de los cuatro lejos de la Bombonera, no pudo convertir.

Al mismo tiempo, Racing edificó una fortaleza en el Cilindro, con tres victorias y un empate hasta aquí: 3-2 a Aucas, 1-1 con Flamengo, 4-0 a Ñublense y 3-0 a Atlético Nacional, por los octavos de final. Con un poder de fuego asombroso: 11 goles en 4 partidos, lo que promedia casi 3 por encuentro.

Si bien Almirón tiene dos días más para terminar de delinear el equipo, salvo algo sorpresivo, Boca presentaría un dibujo táctico similar al de la ida (3-5-2), con intérpretes casi iguales: Romero; Figal, Rojo, Valentini; Advíncula, Pol Fernández, Equi Fernández, Medina, Fabra; Cavani y Barco (si llega) o Zeballos. Aunque aquí también resulta contradictorio que el Changuito haya jugado todos los minutos contra Sarmiento, por lo que no se puede descartar que la dupla de ataque sea 100% uruguaya, y a Edinson lo acompañe Miguel Merentiel, con quien tuvo buenas asociaciones en la Bombonera en el partido de ida.

¿Cuál sería la sorpresa? Que el entrenador decida alterar la estructura y presente un equipo más ofensivo, con un 4-3-3. En ese caso, la última línea la conformarían Figal, Rojo, Valentini y Fabra. En el mediocampo Advíncula, Equi y Medina. Y arriba Zeballos o Merentiel, Cavani y Barco o Janson. Pareciera algo arriesgado, pero más riesgoso puede ser no salir a atacar.

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