El
delantero uruguayo fue una de las figuras en la victoria del Gremio
frente al Cruzeiro, pero una acción causó furor en el público de Porto
Alegre. Las imágenes
Una vez más Luis Suárez
estuvo en la boca de todos los amantes del fútbol por una de sus
improvisadas interpretaciones que dejó en ridículo a sus rivales. Es que
el delantero uruguayo, además de abrir el marcador en la victoria del Gremio por 3 a 0 frente al Cruzeiro, fue protagonista de una escena que debiera tomarse con humor.
Es que cuando el Tricolor ya ganaba por la mínima diferencia en Porto Alegre, Lucho simuló
una infracción y apeló a un recurso polémico, desde el punto de vista
ético, al sacarse uno de sus botines para demostrarle al árbitro Marcelo de Lima Henrique la gravedad de la presunta infracción. Fue entonces cuando se acercó Marlon, quien al observar la escena tomó el zapato de su rival y lo arrojó afuera de la cancha, lo que le valió una amonestación.
Fue la imagen del fin de semana en el Brasileirao.
De inmediato, la secuencia se convirtió en un fenómeno de las redes
sociales y se viralizó el accionar de la leyenda uruguaya. Pocos
recuerdan que el conjunto liderado por Renato Portaluppi se quedó con una importante victoria para seguir de cerca al puntero del certamen Botafogo. Tampoco tendrán en su memoria reciente los tantos de Felipe Carballo y Pepe para concretar la autoritaria goleada. Todos los fanáticos se quedaron con la llamativa acción que tuvo al Pistolero descalzo por el césped del Arena do Gremio.
El goleador charrúa cuenta con varios antecedentes antideportivos, entre los que se incluyen la mordida a Giorgio Chiellini durante un partido de la fase de grupos del Mundial que organizó Brasil en 2014, el mordiscón a Branislav Ivanovic en un duelo de la Premier League entre el Liverpool y el Chelsea en 2013, la agresión (también con sus dientes) a Otman Bakkal en un compromiso de la Eredivisie de los Países Bajos disputado entre el Ajax y el PSV Eindhoven en 2010 y los insultos racistas contra Patrice Evra en 2011, cuando el Liverpool enfrentó al Manchester United en Inglaterra. En esta ocasión Luis Suárez intentó improvisar una avivada que dejó como única consecuencia un adversario amonestado.