La camiseta “prohibida”: a 43 años del día que River jugó con los colores de Boca
El 20 de agosto de 1980, el equipo de Labruna enfrentó al PSV Eindhoven por la Copa Gamper, organizada por el Barcelona. Como los holandeses vestían de blanco, los españoles le prestaron al entonces tricampeón argentino una camiseta alternativa amarilla y azul (y granate). Vestido con los colores opuestos, River se quedó con la serie desde los 12 pasos.
Este domingo, cuando River debute en la Copa de la Liga ante Argentinos, se cumplirán 43 años de una de las mayores paradojas de la historia del club: el partido en que vistió los colores de Boca. De gira en España para jugar la copa Joan Gamper 1980, el equipo entonces dirigido por Ángel Labruna y vigente tricampeón del fútbol argentino (Metro y Nacional 79, y Metro 80) jugó con una camiseta del Barcelona, pero no la habitual blaugrana, sino con una alternativa que el club catalán: amarilla con vivos azules (y granates).
Justamente en la Gamper de 1980, el trofeo amistoso con el que el Barcelona suele abrir su temporada en el verano europeo, River estrenó el 19 de agosto ante el Vasco da Gama una tercera marca sobre su camiseta, Olimpia, una empresa argentina que vestiría el club hasta 1982, según precisa el fantástico libro “La camiseta de River”, de Javier Maluf.
Sin embargo, ya al día siguiente de ese partido contra los brasileños –que River perdió 3 a 2-, el club de Núñez no podría volver a usar su flamante indumentaria. En el cruce ante los holandeses del PSV Eindhoven por el tercer puesto de la Gamper, River debió acudir a una camiseta alternativa ante la similitud con la remera blanca de su rival. Fue ahí que, desde los vestuarios del Camp Nou, aparecieron urgentes y de imprevisto las camisetas de los colores opuestos, “prohibidos”, amarillo y azul, que el club había usado como modelo suplente en los años anteriores -con Johan Cruff como jugador-.
“El equipo holandés se presentó todo de blanco, por lo que River recurrió de urgencia a una camiseta amarilla alternativa de temporadas anteriores del club anfitrión, el Barcelona. La remera era de la marca Mont halt”, investigó Maluf. Vestido con esa camiseta del organizador, River empató 0 a 0 y, para desempatar el tercer y cuarto puesto del cuadrangular, se llegó a la tanda por penales.
Lo doblemente curioso es que, vestido con los colores de Boca, River ganó 4 a 2 ese tipo de definiciones que habitualmente resulta esquiva para el club de Núñez –y, por el contrario, favorable para el rival de siempre-. El entonces arquero campeón del mundo, Ubaldo Matildo Fillol, no atajó ningún remate, pero dos holandeses –Van der Meulen y Valke- desviaron. El único argentino que erró fue Omar Labruna, el hijo de Ángel, el técnico y prócer.
Sin videos disponibles (sí hay en YouTube imágenes del encuentro del día anterior, ante Vasco da Gama), del partido ante el PSV Eindhoven al menos quedaron un puñado de fotos como testimonio de un hecho que realmente ocurrió: no fue ficción. River jugó con mayoría de titulares –eran tiempos en que los futbolistas podían jugar dos partidos seguidos en 24 horas-, por lo que pueden verse recortes periodísticos de dos ídolos con la camiseta más extraña: Norberto Beto Alonso y Ramón Díaz de amarillo y azul (y granate).
Aunque los coleccionistas de River intentaron conseguir las camisetas transpiradas en ese partido –que, pese a la paradoja, también son consideradas de culto por su particularidad-, hasta ahora fue imposible, o eso se cree: apenas terminó el partido, los jugadores debieron devolvérselas a su club, el Barcelona. Sin embargo, Emiliano Abreu –dueño de más de 600 camisetas históricas de River y uno de los socios de Match Day Auctions, una empresa que subasta camisetas usadas en partidos-, llegó a una prenda que podría ser una de esas raras excepciones.
En concreto, Abreu (@emi_coleccionmomumental en Instagram) sumó hace dos meses a su colección personal una de esas camiseta amarillas, azules y granates que el Barcelona usaba a fines de los 70. En la espalda tiene el número 16 que, en aquellas épocas de bancos de suplentes constituidos por un arquero y cuatro jugadores, solía corresponder a un delantero. Leopoldo Jacinto Luque ingresó en el segundo tiempo ante PSV: ¿Esa camiseta que consiguió la habrá usado el santafesino, uno de los 22 campeones del mundo en 1978? Abreu no puede asegurarlo.
Pocos saben que, además de haber usado la camiseta del Barcelona, River también se vistió con la del otro gigante de ese país, Real Madrid. Fue en 1965, también en España, en un amistoso en el Santiago Bernabéu contra el equipo local: ante la similitud de camisetas blancas entre el Madrid y River, el “merengue” le dio al club argentino una camiseta roja que el visitante usó en ese partido que terminaría 3 a 1 a favor del Madrid.
Además, River también jugó con otra camiseta de un tercer equipo español para diferenciarse de su rival: fue en 1975, durante un torneo de verano en Huelva, al sur de la península, cuando debía enfrentarse al Athletic de Bilbao, de tradicional camiseta blanca y roja a rayas verticales. Eran tiempos en que las delegaciones viajaban con un solo juego de indumentaria, así que River debió cambiar y, como sucedería cinco años más tarde en Barcelona, recibió un juego del equipo organizador del torneo Colombino, el Recreativo de Huelva: esa noche, River jugó entonces de azul y blanco y perdió 5 a 3.
Más atrás en el tiempo, esta situación de recurrir a una camiseta del club local ante la semejanza con la indumentaria del rival también sucedió en la final de la Copa Ibarguren 1942, una de las 70 estrellas que tiene River en su historia. La final ante la Liga Cordobesa se jugó en el Viejo Gasómetro, la cancha de San Lorenzo: para evitar confusiones, desde el vestuario local se prestaron camisetas azules con vivos rojos, por lo que River jugó con la camiseta de San Lorenzo, aunque solo el primer tiempo. Mientras comenzaba el partido, desde el Monumental llegaba un juego de camisetas propias, de River, con las que La Máquina terminaría de ganar 7 a 0.
El libro de Maluf recorre otros casos, como cuando River jugó con camisetas de Belgrano de Córdoba en 1925, de Peñarol de Uruguay entre 1928 y 1930, de San Martín de Tucumán y Atlético Concepción (también de esa provincia) en 1944, del Torino de Italia de 1951 a 1966 y de Cipolletti en 1966. Un caso distinto fue cuando, en 2017, River jugó ante Independiente de verde en homenaje al Chapecoense de Brasil, cuyos jugadores habían muerto en un accidente aéreo antes de jugar la final de la Copa Sudamericana. Pero de azul y amarillo, como ante el PSV este domingo hace 43 años, sólo una vez.
