La alegría de Ezequiel Bullaude, nuevo futbolista de Boca: “Vestir esta camiseta es el sueño de todo niño”
El mediocampista mendocino fue presentado oficialmente como refuerzo xeneize; “Cuando llegó el llamado, ni lo dudé”, confió
En relación a su primer contacto con sus nuevos compañeros, dijo: “Los chicos me recibieron muy bien, todo muy lindo. Lo mismo de parte del cuerpo técnico. Estoy muy agradecido por esta bienvenida”. Y agregó, en relación a sus cualidades: “Espero que el hincha se encuentre con un futbolista que le gusta hacer goles y meter asistencias, y que se compromente con la recuperación del balón a la hora de defender”.
El volante ofensivo, de 22 años, se suma a préstamo hasta fines de 2024 y con opción de compra ante el Feyenoord neerlandés. Jugó apenas 13 encuentros en un año, en los que gritó un gol (ante Shakhtar Donetsk, por la Europa League) y pudo asistir en una ocasión. De hecho, en ninguno fue titular y acumuló sólo 209 minutos, siendo un segundo tiempo completo lo máximo que le permitieron jugar durante una jornada.
De todas maneras, este préstamo puede resultar un beneficio mutuo para ambas instituciones: sumará minutos en el club de la Ribera y podrá reintegrarse al fútbol europeo con otra confianza, si es que el Consejo de Fútbol no ejecuta la compra. Todo depende del éxito de su estadía. La cuestión es que tiene contrato con Feyenoord hasta mediados de 2027. Incluso, en los últimos meses ya supo lo que es ganar la Eredivisie, el campeonato de la primera división.
Su ritmo futbolístico deja un interrogante que deberá despejar rápido, para bien o mal. Es que ese título lo consiguieron en mayo, pero el último partido oficial de Bullaude fue el 20 de abril pasado: casi cuatro meses de inactividad, más allá de los entrenamientos. En Boca no le dieron demasiada trascendencia y sí Almirón entendió que necesitaba un jugador así en la mitad de la cancha, primordialmente. En relación a eso, reconoció: “Me tocó jugar poco la temporada pasada. Me costó la adaptación y el idioma”.
Si bien será una novedad para él jugar con la camiseta de Boca, no es una novedad hacerlo en la Bombonera. “Con Godoy Cruz me tocó jugar bastante acá, pero tenerlo a tu favor es un plus. Ver a los hinchas alentando te emociona. Te pone la piel de gallina”.
Acerca de su lugar preferido dentro del campo de juego, el mendocino confió: “Donde más me gusta jugar es en el medio. Considero que donde más rendí fue derás del 9, como un volante ofensivo. Pero puedo jugar de interior, más al costado o más al medio. Me siento más cómodo donde dije, pero juego a donde sea. Ojalá que pueda aportar mucho en la parte ofensiva, creando muchas jugadas de ataque ya sean con goles o asistencias. Con Miguel (Merentiel) jugué un año y medio en Godoy Cruz y ojalá me pueda volver a entender con él y con mis compañeros”.
En el poco tiempo que lleva trabajando con el plantel xeneize, Bullaude sacó una primera conclusión: “De Boca vi un equipo que le gusta tratar bien la pelota. Un equipo ofensivo que trata de llegar mucho al área”. Y sobre la serie de cuartos de final que se viene contra Racing, anticipó: “Es un partido que ya se vive en la previa y estaremos enfocados en hacer lo mejor”
Luego, le habló a los fanáticos: “Al hincha de Boca le prometo dejar la vida en cada partido. Esta camiseta lo amerita. Y tratar de hacer lo mejor posible en cada partido. Vestir esta camiseta es el sueño de todo niño. Cuando uno empieza a jugar a la pelota, lo primero que uno piensa es en Boca. Es una camiseta muy importante de la historia del fútbol argentino. Y estoy con ganas de vestirla lo antes posible en un partido oficial. La expectativa es poner lo mejor de mi parte para cumplir los objetivos. Sabemos cuál es el sueño de todo hincha y jugador de Boca. Haremos todo lo posible para que eso pase”.
Luego de la presentación, en donde fue acompañado por el presidente xeneize, Jorge Ameal, y Raúl Cascini, integrante del Consejo de Fútbol, Bullaude charló más relajado con El Canal de Boca. Allí, confió que son varios los que dicen que jugando se asemeja al cordobés Javier Pastore, mientras que físicamente lo encuentran parecido al uruguayo Rodrigo Bentancur.
El quinto elemento
Es un mercado de pases muy activo para Boca, con el foco puesto en la Copa Libertadores y a cuatro meses de las elecciones en el club. Además de las vueltas de Jorman Campuzano y Vicente Taborda, exigencias del entrenador Jorge Almirón, el club consiguió cinco incorporaciones, entre las que resalta Edinson Cavani como refuerzo estelar. Los otros son Lucas Janson, Lucas Blondel y Marcelo Saracchi, además de Bullaude.
Son varios jugadores nuevos, negociaciones correctamente encaradas, puestos bien cubiertos, nombres que generan cierta expectativa y la mirada sólo apunta al frente: ansían nutrir al plantel con más nombres. Bullaude es uno de ellos, manejado sigilosamente por Juan Román Riquelme mientras trascendieron otros protagonistas que, incluso, eran más complicados pese a estar en el fútbol nacional: Benjamín Rollheiser, de Estudiantes, o Diego Valoyes y Rodrigo Garro, figuras de Talleres.
No hace falta refrescar demasiado la memoria: hasta mediados de 2022 fue jugador de Godoy Cruz y enfrentó al conjunto boquense en cinco oportunidades desde su debut, el 20 de octubre de 2018. No obstante, sí vale la pena describir su potencial, las características que tiene y tanto precisa el cuerpo técnico de Almirón, su inactividad y su extraña estadía en el fútbol neerlandés, donde igualmente cosechó un título importante en los últimos meses.
Nacido el 26 de octubre del 2000 (22 años) en la localidad de Maipú, Mendoza, el tranco de 1,84 metro que porta lo hacen un jugador demasiado tentador al observar sus movimientos ágiles y desequilibrantes de delantero o media punta, aceleraciones de un extremo, decisiones de un volante mixto y visiones típicas de un enganche. Sí, eso mostró cada fin de semana vistiendo los colores del “Tomba”. Incluso, su altura parece tener cierta lógica al ver sus antecedentes familiares: su madre fue basquetbolista y Matías Sandes, su primo materno de más de dos metros, se mantiene en ese deporte que le permitió, por ejemplo, también vestir la ropa azul y oro en dos ciclos.