Hasta el Cholo-Taka se durmió
Imanol y Simeone jugaron a neutralizarse en un partido pesado. Destacaron Riquelme y Lemar. Memphis erró un penalti a lo Panenka de modo irrisorio. Marrero, clave al final frente a Lino.
Tanto Simeone como Imanol saltaron al partido a LaLiga Summer como si fuera ya LaLiga a secas. El primero con otros dueños en sus carriles, Riquelme y Carrasco, Savic de vuelta y lo demás igual. Su primer once titular parece claro. Imanol, igual. Con su 4-3-3, Traoré en el lateral y Zubimendi soplándose las botas ante un Simeone que busca para su equipo lo que él tiene, un pivote que camina sobre agujas de reloj, marcando todos los tiempos. Comenzó el partido intenso, a pesar de que la hierba que se levantaba a cada carrera. Un error de Hermoso, que corrigió Witsel, antes del minuto, llevó a la Real ante Oblak. Un Morata que se quedaba solo ante Remiro, tras recibir una pelota tensa y perfecta de Grizi al desmarque, para comprobar que ante la Real también: el mayor de los frontones es el que crece en su cabeza. Volvió a estamparse en éste otro día más. A quien más desespera es a él.
La Real quiso adueñarse pronto del balón y jugar por las bandas. El Atleti trataba de impedir su habitual verticalidad sin terminar de renunciar al balón. Pero, tras el inicio con chispa, la botella se quedó abierta sin que ningún otro futbolista pisara las áreas para volver a agitarla. Y, claro, se le fueron las burbujas. En España, por eso de la hora, mantener los ojos abiertos comenzó a resultar un método de tortura moderno. Ustedes, mientras, seguían durmiendo. Comenzó a no pasar nada, como si en vez de a fútbol, Atleti y Real jugaran a recitarse nanas.
Un caño de Riquelme y un mexicano cantando el himno del Atleti como si fuese el Así Fue de Juan Gabriel, a pleno pulmón era lo más interesante que ocurrió durante muchos minutos. El césped cada vez más levantado, lleno de mordiscos de bota. El Cholo-Taka (¡gran término, @atlético_stats!) también se le habían cerrado los ojos aunque Lemar llevara el metrónomo para tratar de darle al Atleti salida precisa de balón. Todos dormidos menos a los que nos tocaba contarlo. Todos menos Riquelme, multiplicado y en todas partes. En la Real, Carlos Fernández era el que más amenazaba, aunque no demasiado.
El penalti errado por Memphis
Al descanso, Simeone hizo diez cambios de golpe, otro Atleti, un B esta vez con Galán, con buenos minutos, y muchos de los que son Unidad A. Imanol fue haciéndolo más lento y empezó a mutar la piel de su equipo por la defensa, otra tras el reposo. Los dos equipos siguieron neutralizándose sin generar peligro. Para impaciencia del público que a 9.000 kilómetros de España quería goles de dos equipos de LaLiga y empezó a abuchear. Pero la Real, cuya primera ocasión de la segunda parte llegó en el 80′, acumulaba más faltas que peligro. 19. La de Jon Martín sobre Lino fue de naranja. Los pocos valientes que en España se mantenían en pie veían a Memphis tirar un penalti como en un chiste sin gracia. El árbitro lo pitó y el neerlandés lo pidió para lanzarlo a lo panenka ante un portero que no se movió. Grotesco. El gol de verdad solo lo acarició Lino, en la última jugada del partido, pero se topó con los guantes de Marrero. El Cholo-Taka seguía profundamente dormido. Como todos ustedes.